Asdrúbal y Rubén.
Asdrúbal y Rubén reservaron en un hotel
modesto y que pasa inadvertido en la ciudad. Se quedaría ahí Asdrúbal, Rubén se
iría al apartamento que comparte con su pareja.
Ya Asdrúbal tenía dinero, lo suficiente
para sobrevivir unos cuantos meses pero no podría estar en esa situación por
mucho tiempo. Varios días encerrado en la pequeña habitación que sólo tenía una
televisión vieja, un baño mínimo y agua fría, lo estaba volviendo loco y
decidió salir a la calle.
Buscó un kiosko y compró una tarjeta
telefónica para llamar a su familia desde un teléfono público. Habló un buen rato
con su mamá y su papá, estaban preocupados por él pero entendían la situación.
Su papá estaba haciendo las diligencias para recibir protección policial para
su hijo.
Luego de hablar con sus padres llamó a
Asier. Tardó en atender la llamada pensando quien podría estar llamándolo. Decidió
atender.
–<<Hola, soy yo, no digas mi
nombre>>
–<<¿Dónde estás?, necesito
verte>>–<<No te puedo decir, vamos a vernos en el lugar donde nos conocimos, en aquel restaurante, en media hora nos vemos ahí>>
Ambos llegaron puntuales.
–Asdrúbal, te van a matar, ya no es por lo que ha pasado, ya es un asunto
de orgulllo, te van a matar.
–Por eso estoy escondido, hasta que esto
termine.–Esto no va a terminar Asdrúbal, apenas comienza. Vámonos del país juntos, nos perdemos de todo esto.
–¿Pero no me estás diciendo que esto no termina aquí?
–Tengo los contactos, nos pueden dar una nueva identidad para comenzar de cero afuera.
Asdrúbal comenzó a imaginarse ese
escenario mientras Asier seguía hablando.
–Nos vamos a otro país y empezar de cero, ¿y de qué
vamos a vivir? ¿Tiene cuentas afuera? ¿cómo las maneja si tenemos otra
identidad? ¿Qué nombre nos pondrán, ¿y mi familia? ¿no las veo más? Vamos a estar huyendo toda la vida tipo
Thelma y Louise para luego nos maten o matarnos, pero seguro viviremos cosas
interesantes o no. A lo mejor nos atrapan en el aeropuerto y nos meten presos y
me meten preso a mi que no he hecho nada...
–..Y mi papá está en estos momentos
detenido pero eso no lo va a detener para seguir con sus cosas pero es grave la
situación, se destapó la olla y la opinión pública está encima de nosotros, yo
necesito decidir ya esta…–No me voy contigo –Le dijo Asdrúbal.
–Yo te quiero a mi lado Asdrúbal, vente conmigo.
–Pero yo voy a huir contigo ¿por qué? Yo no he hecho nada, déjame aquí, te vas tú y algún día nos encontraremos.
–Si te quedas te van a matar.
–No Asier, no me vas a arrastrar a una vida de zozobra por tu culpa yo no he hecho nada malo.
–Te van a matar.
–¡Pero deja de repetir eso! ¿me vas a matar tú?
–Si -Tengo un arma apúntándote debajo de la mesa. Te vas a venir conmigo.
Asdrúbal se paralizó por un instante pero
enseguida se levantó y levantó la mesa
empujándola hacia Asier y salió corriendo hasta la esquina donde alguien lo
detuvo en seco.
–Coño carajito tú no aprendes. Te van a
dejar con un mosquero en la boca como sigas con las estupideces que haces.
Asdrúbal tenía la respiración acelerada y
el corazón le bombeaba con fuerza. Asier también había salido corriendo hacia
el otro lado pues ya la gente le había visto el arma.
–¿Cómo sabía que estaba aquí?
–Tienes el GPS encendido, soy policía,
detective, que no se te olvide.
Asdrúbal
instintivamente abrazó a Rubén. Un abrazo distinto, sentido, algo que
hizo que respondiera el abrazo cerrando los ojos y sintiendo el calor de
Asdrúbal, su miedo, su necesidad de ser protegido, su angustia.
–¿Qué me está pasando con
este carajito? –Pensaba –Vamos, móntate en la moto que
te llevo.
Rubén tomó la avenida que bordea el
cerro -¿Adónde vamos? Por aquí no es el
hotel –le gritaba Asdrúbal mientras iban a toda velocidad.
Frenó la moto en el mirador, estacionaron
y subieron a lo más alto para sentarse y hablar.
–Todo este peo se nos ha ido de las manos
carajito y encima no dejo de pensar en ti, te tengo todo el día en la cabeza.
–A mi me está pasando lo mismo. Lo que
hiciste hoy terminó por despejar mis dudas hacia ti.
–Tengo pareja Asdrúbal y desde hace unos
años.
–Lo sé, pero igual le montas cachos. Tú
me gustas pero creo que contigo me espera lo mismo.
–No tengo planteado terminar mi relación,
pero es que tampoco quiero dejarte a ti.
–Estamos jodidos entonces. Si no me mata
el magnate Sucre me van a matar los cachos.
–Quiero pasar la noche contigo.
–Y yo, pero me acabas de recordar que
tienes novio.
–¿Y si te digo que esta noche no me
importa nada, sólo tú?
–Quédate conmigo en el hotel y que todo
se vaya a la mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario