Adriano y Alonso.
–Papá ¿tú
conoces a este muchacho? –Le decía Adrián a Amado mientras apartaban a Adriano
del andén.
–Si, si, claro,
es el hijo de...Alonso, ¿te acuerdas de él?
–Si,
claro...tu...amigo. –Adrian no le quitaba la mirada a Adriano.
–Vamos a
sacarlo de aquí buscamos el carro y lo llevamos a casa de Alonso.
–No, no, no me
lleven allá, a otro sitio menos ahí.
Decidieron
llevarlo al apartamento de Amado.
–Llévalo al
cuarto mientras yo preparo algo para comer –dijo Amado.
Adrián se llevó
al muchacho a la habitación. Adriano tenía la mirada perdida. Comenzó a desvestirlo
para ponerle una franela y un boxer. Mientras le quitaba la ropa lo miraba,
cada roce de su cuerpo con la piel de Adriano lo estremecía, no sabía que le
pasaba pero no podía
dejar de verlo,
le gustaba la sensación que sentía, una atracción extraña. No sabía si era el cuerpo,
lo vulnerable que se veía o una mezcla de varias cosas.
Cuando lo dejó
solo con los interiores se sentó en la cama, le bajó el interior y sus ojos se clavaron
en los genitales del joven mientras terminaba de desnudarlo.
Le colocó el
bóxer y sonó el celular de Adriano. Adrián contestó.
–<<Aló>>
–<<Buenas
tardes, por favor con el señor Adriano>>
–<<¿De
parte?>>
–<<Es de
la policía>>
Adrián se quedó
paralizado un momento y luego reaccionó, avisándole al muchacho.
–Adriano,
Adriano, es para ti, la policía.
Adriano
contestó y escuchó al policía.
–<<No se
preocupe inspector, ya no tienen que detener a nadie. Yo maté a Américo>>
-
Cerró la
llamada.
Adriano se
levantó de la cama, sin perder de vista al muchacho. Salió del cuarto.
–Papá, este
carajito mató a alguien, por eso está así.
–¿Cómo sabes?
–Lo llamaron de
la policía y él mismo le dijo.
–¿A quién habrá
matado?
–Dijo un
nombre...mmmm Américo creo que dijo, sí ese nombre.
Amado se le
cayó el cuchillo y se puso nervioso.
–¿Qué pasa?
–Nada, nada, ya
regreso, quédate con él, yo regreso ahora.
–¿Pero adónde
vas? Que pasó?
–Por favor
quédate aquí con él.
Amado tomó las
llaves del carro y de la casa y se fue.
Unos minutos
después Adriano se levanta de la cama y le pide a Adriián que lo lleve a su casa,
fue tanta la insistencia que se vuelve a vestir y se van del apartamento de su
papá.
Amado toca el
timbre del apartamento de Alonso. Luego de varios segundos, abre la puerta.
–¿Amado? ¿Qué
haces aquí?
–Ábreme tengo
que hablar contigo.
–Ahora no
puedo, estoy ocupado.
–Se trata de tu
hijo coño, ábreme la puerta.
Al entrar al apartamento
de la habitación sale Ramón desnudo, al ver a Amado se echa para atrás y busca
su bóxer.
–Es un
bochinche lo que tienes, no sé que tan ocupado estabas.
–Es mi pareja
Amado. Habla rápido, ¿qué le pasó a Adriano? Si es otra estupidez con el noviecito
psicópata te puedes ir por donde viniste.
–Adriano
intentó suicidarse en el metro, yo estaba con mi hijo ahí pues veníamos de unas
diligencias en el centro.
–¿Qué? ¿Por
qué? ¿Por el asesino ese?
–Parece que Adriano
lo mató, no sé muy bien cómo es el cuento, pero lo llamaron de la policía y él les
dijo eso.
Alonso se fue
rápido a su cuarto y se vistió, le pidió a Ramón que se quedara ahí y lo esperara.
Salieron a toda
prisa y se fueron en el carro de Amado. Cuando ya iban por la avenida principal
Adrián llamó a su padre para decirle que estaban en el apartamento del muchacho.
Adrián le dio
una pastilla para dormir que tenía Adriano en la mesita de noche, se sentó a su
lado acariciándole el cabello y la cara. El muchacho aún no se dormía pero
estaba tranquilo.
Adrián no hacía
otra cosa que mirarlo, contemplarlo. No entendía que le pasaba. Tuvo un impulso
y lo besó en la mejilla, Adriano buscó su boca y lo besó, se besaron. Adrián se
apartó y se levantó de la cama. Adriano quedó rendido.
Bajó para
buscar una farmacia y un abasto para comprar algo que comer, al regresar se
consigue a su padre con Alonso.
–¿¿¿Dónde está
mi hijo??? ¿¿¿cómo lo dejas solo???
–Bajé a comprar
unas cosas, le di una pastilla para dormir se quedó dormido Alonso, tranquilo,
subamos.
Al entrar al
apartamento Alonso va directo al cuarto de su hijo y ve que no está ahí.
–¿DÓNDE ESTA MI
HIJO ADRIAN, DÓNDE COÑO ESTA?
–Estaba
durmiendo ahí en su cama, aquí lo deje. ¿Hay otro cuarto?
–Él que era de
su madre. –Fueron para allá y Alonso le da vuelta al pomo pero estaba cerrado,
le da varias patadas a la puerta hasta que la abre.
Su hijo estaba
tendido en la cama con las sábanas blancas teñidas de rojo. Estaba en la misma
posición como encontraron a su madre el día que la mató Américo.
El muchacho se
cortó las venas con una hojilla.
La reacción de
Alonso fue agarrar a golpes a Adrian por dejar solo a su hijo, hasta que Amado
lo separó y lo hizo entrar en razón. Se lanzó en la cama y abrazó el cuerpo
inerte de su hijo y no paró de llorar hasta pasados unos minutos que Amado lo
sacó de la habitación.
Llamaron a la
policía. Alonso le pidió disculpas a Adrián.
–Tranquilo, te
entiendo era tu hijo, yo hubiese reaccionado igual. Los hijos son lo más grande
que uno tiene en la vida.
–Te recuerdo
que tú no te hablas con tu hijo, lo botaste de tu casa por ser gay igual que
yo. Deberías llamarlo y pedirle perdón antes que sea demasiado tarde –Le dijo
Amado a su hijo.
Cuatro horas
después el cuerpo de Adriano estaba en la morgue y Alonso preparando todo para
el velorio y entierro, lo acompañaba Ramón y su ex Amado.
Adrian se había
ido a su casa pero en el trayecto llamó a Amadeo.
–<<Hola
hijo, necesito hablar contigo>>
–<<Cuando
quieras papá>>
–<<Te amo
hijo>>
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