Asdrúbal y Rubén.
A nivel nacional
por prensa, radio y televisión anunciaban la detención de Agustín Sucre dueño
de la empresa centenaria Agustín Sucre & C. Igualmente su esposa y uno de
sus hijos. Asier, el menor estaba en paradero desconocido.
Los delitos que
le imputaban a la familia Sucre eran narcotráfico, lavado de dinero, evasion de
impuestos, robo, asesinatos, si los declaraban culpables le darían la pena
máxima. Todo un bufete de abogados estaba tras la defensa del empresario y su
familia. El mismo bufete
donde trabaja
Andrés el novio de Amadeo.
Rubén se
dirigía al apartamento de su jefe donde vive con su esposa María Antonia Vollmer,
una de las dueñas de la mayor empresa del país Caruao. Iban a hablar de la situación
de la empresa Agustín Sucre & C. Dos de los accionistas también se
encontraban ahí.
–María Antonia,
ya está confirmado el embargo por parte del estado de la empresa Agustín Sucre
& C. -Le comentaba Rubén.
–Ya todos los
accionistas habíamos tomado una decisión si esto ocurría y hemos decidido pactar
con el gobierno y comprar la mayoría accionaria y reflotar la empresa. Los
Sucre y los Larrazábal han tenido nexos desde hace varias generaciones y a
pesar de que dos generaciones acabaron con el sueño del viejo Sucre, Caruao no
va a permitir que ese legado
se pierda.
–Eso va a
significar semanas y hasta meses de negociación amor, hay que estar preparados para
cualquier cosa. –Le comentaba Jaime Linares, su esposo.
Lo sé cariño,
pero es algo que debemos hacer y hay algo que tengo que hacer y debí hacerlo hace
días.
–¿Qué será?
–Llamar a mi
hijo y regrese al país para que él sea el puente entre Caruao y gobierno, él tiene
experiencia y conoce al presidente.
–<<Tú estás
segura mamá?, aquí la situación está fuerte que requiere mi presencia>>
–<<No te
llamaría si no fuera urgente. Deja al mando a Keiny y te vienes cuanto antes,
te doy una semana para que resuelvas tus cosas y te instales aquí para cerrar
la negociación y llegue a feliz término>>.
–<<Bueno,
déjame convocar una junta urgente y dejar encargado a Keiny de todo esto, te mantendré
informada>>
–<<Gracias
cielo, cuento contigo, beso>>.
–Listo, ahora a
empezar a mover las piezas antes que llegue José Arturo. Todavía estoy impresionada
con toda esta situación Rubén. No puedo creer que alguien que sólo quería averiguar
algo de uno de los hijos de Sucre se convirtiera en la persona que destapó una
red de narcotráfico con varias ramificaciones.
–Así es
Antonia, pero debo acotar que me ayudó gente de la empresa y dos periodistas que
se encargaron de desenmarañar todo esto y por supuesto Asdrúbal que también descubrió
varias cosas por su cuenta.
Asdrúbal volvía
a romper las reglas de Rubén y salió de su escondite y con la mala suerte que
se encontró a Asier en la calle disfrazado de mendigo.
–Asdrúbal, hola
Asdrúbal se
asustó e intentó irse pero Asier lo detuvo cogiéndolo por el brazo.
–¿Qué quieres
Asier? Corro peligro en la calle, no debería salir, pero ahora no sé si el que quiere
matarme eres tú.
–Fue un error
amenazarte aquella vez en el restaurante. Disculpa.
–De nada vale
ahora
–Vente conmigo,
puedo sacarte una nueva identidad, ya te lo dije, estoy por irme del país.
–No Asier…ya no, hace unos meses lo hubiese hecho pero ahora no.
–Pero fuiste tú
el que destapó todo esto, nos pusiste en el ojo del huracán.
–Más a mi favor
para no estar contigo, eres un asesino.
–No te voy a
dejar ir.
Asier lo sujetó
fuerte por los brazos y comenzaron a forcejear. Una patrulla que estaba cerca
observaba la escena y decidio acercarse, en el forcejeo Asdrúbal logro soltarse
y empujó a Asier que comenzó a tambalearse pues tropezó con la acera que estaba
levantada a
causa de un
árbol y cayó al suelo dándose un golpe que lo desmayó. Intentaba huir pero la policía
ya estaba cerca.
–Ciudadano no
se mueva y ponga las manos detrás de su cabeza.
Asdrúbal le
comenzó a temblar todo el cuerpo.
–¿Está vivo el
mendigo López, llama a una ambulancia y usted se viene con nosotros.
–No es un
mendigo, es Asier Sucre, lo están buscando por varios delitos.
Ambos policías
se vieron y metieron a Asdrúbal en la patrulla mientras llegaba la ambulancia.
Se llevaron a
Asier y Asdrúbal montado en la patrulla directo al módulo de la policía.
–¿Puedo llamar
a alguien por mi celular? Alguien tiene que saber donde estoy.
–Llama.
–<<Aló
Rubén, voy rumbo ala policía, me detuvieron>>
–<<¿Qué
pasó, qué hiciste ahora? Volviste a salir a la calle. Coño Asdrúbal no
aprendes>>.
–<<Me
encontré con Asier disfrazado de mendigo, forcejeamos y cayó al suelo golpeándose
y se desmayó. La policía vio todo, necesito ayuda. Estoy detenido vente>>
–<<¿Dónde
te llevan?>>
–<<Al
módulo cerca de Santa Ana>>
Rubén llegó
media hora después, ya Asdrúbal estaba ahí sentado en una silla pues el
calabozo estaba lleno. Llegó con un abogado, estaba haciendo todo para
soltarlo.
Dos horas
después se comprobó que el mendigo era efectivamente Asier Sucre y fue detenido
a la orden de las autoridades, de momento, en el hospital donde lo internaron, estaba
esposado a la cama.
Ya fuera del
módulo, Rubén estaba con Asdrúbal tomando un café en una panadería.
–Tu cabeza
tiene precio y no quieres hacer caso, en este momento deben estar persiguiéndonos
carajito, no aprendes vale.
–Ay ya Rubén, no
me atormentes más...no sé porque me siento culpable por la detención de Asier,
me siento un sapo.
–Hiciste lo que
tenías que hacer, deja la estupidez.
–Gracias por
buscarme.
–Ayer terminé
con Jaime Andrés.
Asdrúbal
levantó la cabeza y su cara delataba sorpresa y a la vez lo envolvió una
repentina felicidad.. –¿Así, sin más?
–Ya veníamos
medio mal...y tú precipitaste la ruptura...ojo, no es tu culpa, tarde o
temprano iba a ocurrir.
–Lo siento
Rubén, no me alegro pero no te niego que me da un fresquito saber que ya estás soltero.
–No nos
adelantemos, estoy muy movido, no pensé que me iba a afectar tanto, ahora no quiero
pensar, necesito asimilar todo esto.
–Tranquilo,
entiendo, tienes todo el derecho de tomarte el tiempo necesario.
–Quiero dormir
contigo hoy.
–Ay Rubén, no
me digas eso…yo lo que quiero es que termine esto.
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