Alonso y Ramón.
Sábado 10 de la mañana. Ramón abría los ojos. Una cama inmensa con
sábanas blancas le daban el buenos días. El sol entraba con fuerza por la
ventana lateral, a su lado, Alonso, aún dormido.
Ambos desnudos bajo las sábanas. Ramón se sonrió se quitó la sábana de
encima y se acercó a Alonso para darle un beso pero no despertaba. Se levantó
de la cama y se fue a la ventana a ver la ciudad. Su pene aún erecto le avisaba
que tenía que ir al baño a orinar.
Observaba cada detalle del apartamento, sabía que el hombre con quien
había pasado la noche tiene dinero, algo que lo intimidaba, más allá de
aprovecharse de la situación, su interés por Alonso tenía que ver más por otro
lado, le gustaba. El poco tiempo que llevaba conociéndolo, lo acercó más y
sentía que podían ser algo más que encuentros casuales y quedarse a dormir en
su casa.
Se fue hasta la cocina a ver que preparaba de desayuno para los dos.
Abrió la inmensa nevera y estaba repleta; quesos, pavo, yogures, varias
mermeladas, huevos, verduras, salsas, jugos, refrescos, vodka, pan de
sandwich con afrecho, cereales, queso blanco y amarillo, una torta, croissants.
Tenía para escoger.
Buscó unos tomates, unas cebollas, tomó varios huevos. Iba a hacer unos
huevos revueltos. Abrió la despensa y sacó harina de maíz. Lo acompañaría con
arepas. Revisó la cafetera y se tomó el atrevimiento de botar el café que
estaba en la jarra y montar nuevo.
–“Este hombre
tiene de todo” Pensaba mientras sacaba el café y buscaba el filtro
de papel para la cafetera.
Se regresó a la habitación para ver si dormía Alonso y sí, estaba
rendido y tapado, el aire acondiconado mantenía el cuarto frío. Volvió a la
cocina y comenzó a preparar la masa para las arepas y a batir los huevos.
Alonso se levantó, estaba como perdido, se encontró solo en la cama. Tomó
el control del aire y lo apagó. Se levantó, se fue al baño a cepillarse los
dientes y anorinar. Salió del baño y abrió su laptop para revisar su correo,
tomó el celular y tenía un mensaje de WhtasApp: <¿Nos vemos a la 1 en el
restaurante de siempre?>. Era Renato, el papá de Ramón.
Alonso vio el reloj, eran las 11.
–<Si claro, ahí estaré>.
Ramón estaba sofriendo el tomate y la cebolla mienras se hacían las
arepas. Puso a colar el café, colocó los platos y cubiertos en el mesón de la
cocina.
Unos brazos rodearon a Ramón –Pero eso si huele rico valeee, buenos
días –Le dio un beso en la boca.
–Buenos días, siéntate en la silla y espera que te sirva.
–Ok, ok, usted manda, pero me recoges esa cocina, haz hecho un desastre
jajaja yo no cocino nunca ja, ja, ja
–Tranquilo que esto va a quedar como siempre –Le guiñó el ojo.
Las arepas ya estaban lista y sirvió. Le puso el jugo de naranja y se
sentaron a comer.
–Esto está muy rico. Gracias por este desayuno. Tenía tiempo que no
comía así…Amado poco tenía estos detalles.
–Vamos a dejar a los ex fuera de esta mesa y disfrutemos del desayuno.
Alonso bajó la cabeza y le pidió disculpas –tienes razón, disfrutemos de
este desayuno y de la hermosa mañana –Se levantó y abrió las persianas de la
sala para que entrara luz natural. Seguían desnudos
–Tenía tiempo sin estar desnudo con alguien en mi casa. Amado...
–Alonso...no quiero saber nada de lo que pasaba con tu ex, ahora estas
aquí conmigo. No sé dónde nos va a llevar esto pero no quiero embasurarme con el
pasado.
–“Este carajito
se las trae” –Pensaba mientras le daba un mordisco a su arepa y
veía a los ojos a Ramón.
–Ahora a la una me voy a ver con tu papá en el restaurante.
–¿Y eso?
–Retomar lo que hacíamos antes pues. Tu papá es un gran tipo y le tengo
mucho afecto. Entiende, acepta y me comprende mi homosexualidad. Lo sabe desde
que nos conocimos y somos panas panas je, je,je como dicen los chamos.
–Los chamos de tu época ja, ja, ja Ah bueno yo me voy a hacer unas
diligencias y nos vemos luego.
Hubo un silencio hasta que Alonso vio a los ojos a Ramón –Te iba a pedir
que me acompañaras y hablar con tu papá y decirle que estamos saliendo desde
hace varios días.
–¿Así? De una, ¿sin anestesia? Yo no he hablado con mis padres de
eso. ¿cómo me vas a poner en esa situación?
–¿Cuál es el peo? Renato sabe de mi vida y de mis ex, ahora estoy
saliendo con su hijo, creo que es lógico que lo sepa, tarde o temprano se va a
enterar.
–¿Puedes ser tarde?
–No seas bobo, tu papá va entenderte. Es más, me dijo que pensaba que tú
eras gay pues no has llevado mujeres a casa y no te conoce novia. Y me
dijo que no le importaba que lo fueras, él te quiere igual.
–¿De verdad? Estas cosas me dan vergüenza con mis papás.
–Yo voy a estar contigo, tranquilo.
Luego de ducharse y tener una sesión de sexo en el baño salieron para ir
al restaurante. Ramón dejaría a Alonso ahí y se iría a hacer unas cosas hasta
que le avisara para ir al restaurante.
–Te llevas mi carro pero me lo cuidas, estoy confiando en ti, mira que
sólo ha manejado este carro mi hijo y...
–Y Amado, ya lo sé que monotemático estás con el Amado. Ya bájate y me
avisas.
–¿Estás nervioso?
–Estoy caga’o.
Alonso entró al restaurante y ahí estaba su amigo, en la barra tomando
un whisky.
Renato se levantó de la silla y se abrazaron, un abrazo, duraron así
varios segundos, tantos que a la gente le pareció sospechoso el saludo.
–Que bueno verte de nuevo aquí, en nuestro lugar y poder conversar de
nuestras vainas.
–Si chico, y yo te tengo excelentes noticias.
–Bueno echa pa’ fuera, pide un whisky y me cuentas.
–Llegó el whisky y estaban hablando de los trabajos y de Amado, lo
estaba poniendo al corriente de lo sucedido.
–Bueno, ya, cerrado el tema del ex ahora cuéntame eso que te alegra la
cara y te brillan los ojos como adolescente, pareces un carajito je, je, je.
–Estoy saliendo con alguien
–Ah, que bien, que bueno ¿no? ¿Y que tal? ¿quién es? ¿qué hace? ¿qué
edad tiene? ¿Ya te lo tiraste? Poque ustedes van PUM derechito a tirar ja, ja,
ja.
Ahora era Alonso el que se puso nervioso luego de escuchar el comentario
de su amigo.
–Tiene 25 años, trabaja en una empresa de telecomunicaciones.
–Un carajito...vaya, ahora vas por los menores, ¿Cómo se llama?
–Alonso le escribió a Ramón para que ya viniera.
–Ahora lo vas a conocer, viene para acá. Es un chamo muy agradable,
simpático, inteligente, serio.
–Y ya...tuvieron sexo...
Un silencio
–Sí...
–¿Y? ¿Bien? El chamín responde.
Otro silencio incómodo.
–Bueno...si, bueno, lo pasamos bien.
–Eso es lo importante.
La puerta del restaurante se abre y Renato está casi al frente de ella.
–Coño, ¿Qué hace Ramón aquí? Hijo, ¿qué pasó? ¿ Ocurrió algo? –Hubo una
pausa y Renato recordó las palabras de Alonso hace escasos minutos “Tiene 25 años,
trabaja en una empresa de telecomunicaciones.” Ya va, ya va,
ya va. ¿Ustedes están saliendo? ¿Mi hijo es con quien estás saliendo?.
Tanto Alonso como Ramón estaban tensos, se miraban sin saber que hacer
ni decir.
–Si papá...estamos saliendo...yo no te había dicho nada...yo quería
hablarlo contigo…pero no conseguía el momento y...
Renato interrumpió a su hijo para abrazarlo. La gente que tenía sentada
al lado no entendía la situación. Alonso miraba a Ramón mientras seguía
abrazado a su padre y sonreía.
–¿Por qué no me lo dijiste desde antes hijo? Yo esperaba que me lo
dijeras, sabía que era cierto, tú mamá estaba clara desde hace tiempo, yo lo
sospechaba ¿Por qué no confiaste en nosotros? Yo te apoyo mi amor, te quiero,
eres mi hijo coño.
–Gracias papá.
Alonso le hacía la seña con el pulgar hacia arriba y Ramón se sonrreía y
con un gesto le dijo que dejara de hacerlo.
–Ahora me van a explicar como es eso que están saliendo.
Cada uno se sentó a los lados de Renato.
–Bueno papá nos conocimos el día que llegué con él a la casa,
justo en la caja pagando, cuando me pasó lo que te contó que me pagó el
mercado.
–Y ya tiraste con él.
Un silencio.
–NO, NO, no papá todavía no hemos…no.
Alonso le hizo un gesto que parara.
–Alonso me dijo que sí. Ya hijo, eres mayorcito, que coño, tiraron
punto, eso hacen los novios.
–No, pero es que no somos novios, bueno, no, estamos saliendo.
–Pero lo serán, ya se adelantaron unos pasos pero ya son grandecitos
para estar con esas tonterias de no hacerlo hasta casarse, bueno, todavía no
pueden hacerlo ja, ja, ja Carlos, sírvele un whisky a mi hijo que vamos a
celebrar.
–No papá, tú sabes que yo no bebo.
–Pero hoy sí, esto es un acontecimiento. SEÑORES MI HIJO ES GAY
–Papáááá ¿qué haces? Deja de gritar.
–Hubo un fuerte murmullo y hay quien se atrevó a aplaudir.
–Bueno, bueno Renato, no te pases tampoco, no te pongas así que no estás
rascao, deja que tu hijo asimile todo esto.
Luego de un rato convrsando los tres, Renato los acercó para hablarles.
–Yo quiero que ustedes dos sean novios y que se cuiden entre ustedes, se
amen, se apoyen y que sepas Ramón que este carajo que está aquí que amo como si
fuera un hermano, dentro de 20 años va a tener 70 años y tu 45. ¿Tú lo vas a amar
y cuidar?
–Papá ¿qué vainas estás diciendo? Todavía no somos pareja.
–Respóndeme, porque quiero que lo tengas claro, a lo mejor tú caes
enfermo Dios no quiera y te cuida él, pero por ley natural, le toca a Alonso.
–Ya se verá papá, ya se verá, no te adelantes.
Alonso veía a Ramón y se sonreía.
Renato, ya estás borracho y estás diciendo guevonadas, no atormentes a
tu hijo con eso, como dice él ya se verá en su momento, no sabemos si vamos a
durar 20 años.
–Coño pero es que yo quiero que mi hijo tenga novio y lo acompañe en la
vida y compartan muchas cosas –comenzó a llorar –Y coño mejor si eres tú que
eres como mi hermano menor que amo y adoro y sé que eres una persona honesta y
seria.
–Venga Renato, paga y nos vamos.
–NO yo quiero compartir con mi hijo CARAJO, MI HIJO NO JODA estoy
orgulloso de él porque es un marico con dos cojones.
–Papá, deja de gritar, no puedes beber 3 whiskys porque te pones
impertinente.
–¿IMPERTINENTE? Te digo que estoy orgulloso de ti y me dices
impertinente ¿y tú? No son novios y ya le aflojaste el culo a mi hermano del
alma. Coño te cogiste a mi hijo eres grande carajo.
–Vamos a sacar a tu papá de aquí porque nos van a botar no por maricos
sino por las barbaridades que dice mi suegro.
Ramón levantó la mirada y lo vió –Dale, ayúdame a sacarlo.
Alonso montó a su amigo en su carro y Ramón se llevó el carro de su
papá.
–Mira GUEVÓN no vayas a joder a mi hijo, marico, tú eres un zorro
viejo y él apenas está cagando solo. Mosca con una vaina y me jodes al carajito
y le pegas un sida, una vaina.
–Anda acuéstate Renato que estás hablando tonterías. –Lo empujó hacia la
puerta y se quedó dormido.
Alonso llamó a Ramón.
–<<Tu papá cayó rendido, tiene una pea arrecha>>.
–<<Qué vergüenza con mi papá, yo no vuelvo a ese
restaurante>>
–<<Tu papá te adora, está feliz por ti pero no sabe expresar las
cosas y se pone a decir lo que dice, me dijo que mosca y te pegaba un sida
imagínate ja, ja, ja>>
–<<Mira>> Hubo un silencio y luego Ramón siguió hablando
–<<Dime, te escucho>>
–<<Yo sé que no es el momento ni el lugar, pero quiero decirte
algo, estaciónate detrás de mi cuando yo lo haga>>.
Llegaron a un sobreancho y se estacionaron, Alonso le abrió la ventana a
Renato para que tomara aire aunque seguía dormido.
–Como te dije no es el mejor momento ni lugar pero quiero hacerlo ahora
delante de mi futuro suegro...¿Quieres ser mi novio? Así cursi como suena.
Ramón le tomó las manos, miró al cielo que estaba despejado y lleno de
estrellas y luego vio a la ciudad que se veía inmensa y diminuta a la vez llena
de luces. Se acercó a Alonso y le dio un beso en la boca. –Si quiero. –Se le
acercó al oído. –Y dentro de 20 años no me importará limpiarte las babas y la
mierda.
–PENDEJO eso no va a pasar –Volvieron a besarse.
–Coño, esas vainas no se hacen en la calle. Quiero vomitar. –Renato
abrió la puerta del carro y soltó todo en el asfalto.
–Es la pedida de mano más romántica que he tenido...que asco.
–JA, JA, JA vámonos que tu papá va a enfermarse aquí afuera.
Llegaron a casa de Renato, lo subieron y la esposa los recibió. Alonso y
Ramón le contaron lo sucedido y se abrazó a su hijo por varios segundos
olvidándose por unos instantes de su aún borracho esposo que tenía la tensión
baja
–Mi querida suegra, hoy me llevo de nuevo a su hijo para que duerma
conmigo, le prometo que mañana se lo traigo sano y salvo.
Ya en el apartamento, estaban desnudos en la cama abrazados.
–Ya somos novios ¿viste? Qué rápido y gracias a tu papá que aceleró
la vaina porque si es por ti me dejas morir.
–Gafo, igual me iba a empatar contigo. Aunque todo ha sido como muy
apresurado, loco, no sé. ¿Tú crees que funcione esto? ¿funcionará?
–Eso no lo sabemos. Si nos ponemos a pensar en eso no estaríamos aquí
ahora, sino tú cuidando a tu papá y yo aquí en esta inmensidad de cama solo
masturbándome y pensando en lo que pudo ser y no fue.
–AAAAAAY QUE DRAMA POR DIOOOS.
–Ahora en serio, no te preocupes si esto funcionará o no, preocúpate
por vivir y disfrutar lo que dure. Yo pensaba que tenía que estar con
alguien ya y envejecer, no estaba para dar brincos, me pasó con el innombrable
y mira, quedé solo, pero estás tú y quiero disfrutar del momento y que dure lo
que tenga que durar.
–Lo de limpiarte la mierda es mentira, no lo voy a hacer, contrataré a
una enfermera o un enfermero que esté bueno.
Alonsó agarró a Ramón por la cintura y lo levantó para luego hacerle
cosquillas.
–ATRÉVETE CARAJITO Y ME QUITO EL PAÑAL Y TE LO LANZO A LA CARA.
–JA, JA, JA, JA, JA PUERCO DEJAAAA COÑOOOO JA, JA, JA, JA.
Que belloooooo... Yo quiero un papá como Renato!!!
ResponderEliminarJajajajajaja
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