martes, 5 de enero de 2016

MALAS INFLUENCIAS 3. Orgullo gay. El mío herido. #FrançoisSomosTodos


Aquel domingo iba a ser el desfile del orgullo gay en Caracas y tenía ganas de ir para hacer algo distinto, además no había ido a uno en mi país.
Le comenté a los gemelos de mis intenciones y eso bastó para que me insistieran en ir, que los llevara, que los llevara, que los llevara. ¡Qué tormento! Les dije que hablaran con su papá para que les diera permiso.



Cuando ya estaba en mi casa, llamé a Tomás a ver si quería a compañarme al desfile. –<<Buenísmo, así estreno la cámara que me trajeron de Estados Unidos y hago un registro de la marcha.>> -Le encanta la fotografía. –<<Le voy a decir a Alberto>>–Se me revolvió el estómago.

–<<¿Ah ya son novios?>>.

–<<Bueno, sí, ya estamos saliendo formalmente>>.

–<<Ah ok, bueno, llévalo>>.

–<<No te estoy pidiendo permiso François>>.

–<<Ok>> Le colgué. Llamé a Ernesto para decirle. Me dijo que me avisaba y que a lo mejor iba con su noviecito.



Llegué a la plaza Altamira para esperar a Tomás y su novio. Ernesto iría por su cuenta a Plaza Venezuela donde era la concentración final. Los gemelos también iban a ir y con Humberto ¡Sorpresa! Pero les dijo que no saldría del clóset, simplemnte los acompañaba.



Tomás, Alberto y yo llegamos a la concentración inicial en la plaza O’Leary. Tomás se puso a tomar fotos mientras, cerca de él Alberto y yo. Se montó en una de las fuentes de la plaza, Las Toninas de Francisco Narváez, siempre me han encantado esas esculturas, bueno, se montó ahí para obtener un mejor ángulo, tomabas unas fotos en contraluz, luego se acostó en el piso para tomar los zapatos de la gente y así por el estilo.

Mientras yo hablaba con Alberto.



–¿Y que tal te va con Tomás?

–Bien vale, un buen tipo, estamos conociéndonos. ¿Ustedes se conocen de hace tiempo?

–Si, toda la carrera, estudiamos juntos.

–Que bien.

–¿Tienes pareja?

–No, no me interesa. ¿Tú que haces, en que trabajas?

–Soy odontólogo.

–Ah que bien, un buen ahorro pal novio, jeje.

–Si…-No le hizo gracia mi pésimo chiste pero no me importó.



–¿Qué tal tira tu noviecito? –Le pregunté a Tomás mientras el novio tomaba fotos.

–Bien, la verdad es que no te importa. –Le di un beso en la boca, que no rechazó. Alberto nos tomó una foto.

–Perfecta la foto, buenísma, ahora tómanos una a nosotros. –Se las tomé.

–Muy open tu novio ¿no? –Le dije a Tomás mientras el otro revisaba la foto.

–Somos adultos y nos contamos todo.

–Qué bonito, vamos a seguir caminando.



Seguimos andando, ellos tomando fotos y yo consiguiéndome gente por el camino y ya casi llegábamos a plaza Venezuela. Uno de los que me conseguí me dio un beso en la boca, sentir esa libertad de poder besar a un hombre en la calle no tiene precio, lástima que sólo pueda ocurrir en ese evento.



Cuando ya habíamos llegado a la otra concentración fuimos a buscar que tomar, estábamos sedientos, Alberto y yo fuimos a buscar agua y algo de alcohol. Dentro de un pipote enorme habían botellas de agua, metí la mano y enseguida la metió Alberto, ambas manos se cruzaron, con su dedo anular acarició mis nudillos. Saqué la botella y él otra.



–Eres muy guapo y lo sabes, por eso te quitaste la franela.

–Tengo calor.

–Yo también. Abrió la  botella y se la echó encima. Su franela se pegó a su pecho y descubrí unos pectorales velluditos. Agarró la poco agua que quedaba y me le echó en el pecho –Refréscate– Se acercó a mi y me besó.

–Qué bellos se ven juntos. –Nos dijo una mujer que pasaba.

–Después de verte besando a Tomás, me dije que tenía que besarte.

–Eres bien sinvergüenza.

–Igual que tú.

–Vamos a buscar alcohol y déjate de mariqueras. –Compramos  unas guarapitas caseras que posiblemente nos iban a borrar.



Nos conseguimos con Ernesto y su amigo. Me presentaron al muchacho, estaba simpático.

–¿Qué tal te la llevas con él? –Le pregunté a Ernesto.

–Bueno, más o menos, no me acostumbro a esto, es nuevo para mi, él es muy abierto y bota pluma, eso me incomoda, pero es muy de pinga.

-Todos botamos pluma Ernesto, hasta tú irás perdiendo plumaje.

–¿Se me nota que soy gay?

–Ay Ernesto, no es cuestión de que se note o no, el tema es que lo asumas y vivas a plenitud tu sexualidad sin estar ocultando nada, siendo tú mismo. Deja los tópicos a un lado.

–Te voy a confesar algo, entre tú y yo. Tú lo mamas mejor.

–Jajajaja ta bien, gracias pues. Mira, toma una guarapita, dale a tu novio, toma.



Al rato mientras veíamos pasar las carrozas, Ernesto me pregunta como me sentía viendo a Tomás con Alberto, le dije que bien, pero a Ernesto no le sonó convincente mi respuesta y se limitó a sonreir y darme una palmada en la cabeza. Vi a los gemelos. Por donde pasaban, la gente se les quedaba viendo, igual al padre.



–Profeeeee, ¿cómo estás?

Nos abrazamos los 3 y luego saludé a Humberto, que no lo veía desde que tiramos. Me daba pena verlo a los ojos.

–Qué bueno que vinieron.

–Aquí hay unos tipos profe. –Me dijo Abel al oído

–Compórtate que estás con tu papá

Humberto se acercó a mi para decirme algo.

–Me siento un poco incómoo estando aquí, como intimidado, siento que todos me ven y que todos me conocen y murmuran.

–Relájate Humberto, tómate un shot de esto. No es un 18 años pero te va a poner alegre.

–Comenzó a sonar la música a todo volúmen y de repente apareció un camión repleto de osos. Yo casi me hice pipí al verlos y me fui acercando. Cuando estaba a 3 personas del camión, este se detuvo al lado mío, cuando alzo la mirada veo un mastodonte montado, bailando con un traje de baño diminuto, aunque era pequeño, no se le veía mal a pesar de lo gigante de su cuerpo.

Cuando ya mis ojos se acostumbraron al reflejo, me doy cuenta que a ese mastodonte lo conozco.

–¡Ernesto, Ernesto, ven acá, ese tipo, el gigante, es mi exjefe! ¡Qué bolas! ¿Qué hace aquí?

–Grítale pa’ que te vea. –Cuando vuelvo a acercarme silvo lo más duro que puedo y el tipo que tenía al lado le hace señas de que yo lo estoy llamando. Cuando me ve, se quita los lentes y se sonríe. Me hace señas para que me acerque, al llegar al camión me ayudan para subirme.



Mi jefe me agarra por debajo de los hombros y me ve a los ojos.

–Coño carajito pensé que no te iba a ver más.

–¿Qué haces aquí? –Le dije.

–¿No me ves? Disfrutando la libertad. Me divorcié de mi mujer, me quitó todo pero ahora soy feliz. Tengo hasta novio –Me lo presentó pues estaba ahí. ¡Era el carajito de la limpieza!

No pude evitar el reirme, pero es que era demasiado loco eso. El carajito se fue a la otra esquina del camión a seguir bebiendo y fumando y mi jefe me volvió a agarrar por los hombrros.

–Quiero cogerte de nuevo. –Me dio una lata ahí en el medio de todo, con los otros osos, su novio. Yo no sé si estaba pasando pero sentí que los que estaban conmigo me estaban viendo.

–Pero tienes novio. –Le dije.

–¿Qué importa? Te vienes a mi apartamento y te parto ese culo. -Me metió la mano por el pantalón y sus dedos buscaron mi culo y me metió un dedo. Sacó la mano y el dedo que me metió se lo mamó. –ese culo va  ser mío de nuevo. Anota mi número, esta noche te cojo. Lo anoté.

–Ahora bájate que tenemos que seguir.



Llegué donde estaban los demás y me cayeron encima a preguntas.

–¿Esa mole te va a coger? Me dijo en voz baja Abel.

–Si, pero ya me cogió.

–¡Aaaay llévame contigo y que nos coja a los 2 anda!.

–Cuando seas grande te va a gustar carajito.

Mientras hablaba con Abel, Tomás me miraba, su cara era de pocos amigos, supe que me había visto con mi jefe mientras me besaba y metía mano.



Los gemelos se habían ido con Ernesto y el novio a comprar unos refrescos, Alberto y Tomás estaban tomando fotos en los camiones. Humberto y yo hablando.

–Ya vi que el tipo ese del camión quiere algo contigo, está clarísimo, te metió mano frente a todos. Pero yo quiero cogerte de nuevo.

–Es un poco incómoda esta situación Humberto, le doy clase a tus hijos y nos vieron tirar.

–Nos vemos en un hotel, no sé, en tu casa.

–Ya cuadraremos.



Todos nos despedimos, Tomás y Alberto me acompañaron hasta Altamira a buscar mi carro. Cuando me monté llamé a mi jefe.



–<<¿A que hora nos vemos?>>

–<<En 2 horas en mi casa, te paso la dirección por mensaje y prepárate porque ando rascao y jalao>>



Ya les contaré.

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