jueves, 14 de enero de 2016

MALAS INFLUENCIAS. Cayendo.


Luego de dormir por 4 horas después de haber llegado del funeral, reviso mi celular y tengo 20 llamadas perdidas entre Abel y Humberto.
No quería llamarlos, quería olvidarme de todo. Busqué  en el bar de la casa y había un par de botellas de vodka, otro par de whisky y de ron. Tomé una de vodka, puse  música a todo volúmen, Amy Winehose, su disco Back to Black. Me tiré al sofá y abrí la botella. Cuando llevaba la mitad del vodka busco los dos celulares, sonaba Love is a Losing Game.



Tengo un mensaje de Jack, el maldito Jack. <Espero que te encuentres bien , avísame si necesitas algo> Necsitaba desaparecer del planeta, por lo menos hoy. Entro al Grindr.

 Un chico de 24 años. Su foto son sus nalgas, no me importa su rostro me importa su sexo, a está a metros de mi y le doy mis coordenadas, vive a 2 edificios del mío. Lo espero con la puerta y la reja abierta. Suena por tercera vez Rehab.



Media hora después, aparece el muchacho, yo estoy en interiores sentado en el sofá fumando y bebiendo. Ve la puerta abierta y entra, le digo que la cierre y le hago un gesto con la mano para que se acerque. –Ponte a mamar que quiero verte –Le digo, se agacha y me saca el guevo del interior y comienza a lamerlo, le ofrezco vodak y me acepta un trago de la botella. Sonó mi celular y sin ver quien es, contesto.

–<<Aló>>

–<<Hola François cómo estás?>>

–<<¿Quién es?>>

–<<Tomás coño, ¿no me tienes registardo?>>

–<<Ah hola, no vi, ¿que quieres?>> -Ya estaba borracho y si querer hablar.

–<<Tengo un problemón, necesito hablar contigo>>

–<<Todos tenemos problemas Tomás, yo tengo problemas, ¿te cuento los míos?

–<<En serio, quiero hablar contigo, pero en persona, ¿puedo ir a tu casa?>>

–<<Estoy ocupado, ahora mismo me están mamando el guevo y luego me lo voy a coger, hablamos en otro momento>>. –La verdad que fui muy duro con Tomás y  lo que me quería decir era algo importante.



Mientras mamaba el chamo me veía a los ojos. No podía metérselo todo a la boca pero estaba fajado.

–¿Quieres que te coja? –Movió la cabeza afirmando.

–¿Tienes el culo limpio? –De nuevo movió la cabeza. Se sacó el guevo y habló –Pero no tengo condón.

–Yo tampoco, ¿tienes problema con eso?

–Estoy sano

–Yo también pero en este momento no podemos demostrarlo, solo confiemos. Móntate.



Se sentó sobre mi y el solito se metió el guevo lentamente, mientras yo, seguía bebiendo y fumando. Dejé que él se encargara de la situación. Amy ya me tenía aturdido, pero lo prensado que tenía el guevo dentro del culo de este pana no entendía nada de la música. El carajito se movía subieno y bajando, gemía, me agarraba las bolas. Se acercaba a mi y me besaba, mi aliento debía oler a rayos pero el chamo no le importaba. Lo detuve y le dije que se bajara, ya tenía un buen rato cabalgando.

–¿Te la quieres tragar?

–Si

–Abre la boca pues. –Se acercó y le inundé su garganta. El muchcacho se masturbó y luego se sentó a mi lado.

–Yo te he visto varias veces en la panadería. –Me dijo.

–Vístete y te vas.

–¿Coño ni una conversa podemos tener?

–Mi pana, estoy borracho pal coño y hoy no tuve un buen día, quería echar un polvo y aparaciste, ahora vete.

El carajo se fue arrecho cerrando la puerta de un golpe. Apagué la música, me terminé lo que quedaba en la botella y me fui a mi cuarto.

Le respondí a Jack.

–<No necesito nada, lo que quiero es que desaparezcas, desde que me persigues nada funciona bien> -Lo envié y cerré los ojos, la habitación me daba vueltas, lo que se me vino a la mente eran los muertos con los que he tenido que lidiar en estas semanas.

Se aparecían en mi cabeza, el abogado y su esposa, el negro que Eduardo mató, este cayendo al suelo desde su moto, la cabeza de Susana en esa caja y lo más sobrenatural, la muerte de Sergio, una muerte tan irreal como absurda. Me estaba volviendo loco todo eso.

Llegó la respuesta del maldito Jack.



<Sin mi las cosas hubiesen salido peor> -Volví a cerrar los ojos y comencé a imaginarme como sería Jack: Más alto que yo, musculoso, con una cara de asesino que da miedo, blanco, cabello castaño y una frialdad en sus ojos capaz de matar a su madre si es necesario. Sólo imaginarmelo se me ponía duro y me masturbé imaginando a ese asesino sodomisándome. Acabé.



15 minutos después le mando un mensaje a mi mamá para que se conecte a Skype. Cuando estamos en línea, luego de saludarme  y mandarme besos y bendiciones me dice que tengo un mal aspecto, que me duchara. Le dije que estaba borracho y comencé a llorar.

–Te extraño mamá, necesito que estés aquí.

–Ay mi amor, ¿te pasó algo? Dime ¿por qué lloras? algo muy grrave está pasando para que tú estés así.

–Me pasa de todo mamá. ¿Puedes venir a Caracas?

Le conté a grandes rasgos lo que había  pasado y me dijo que mañana estaría en Caracas.



Cerré Skype y fui directo al baño a vomitar, luego de ahí no supe de mi hasta el día siguiente.

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