jueves, 10 de marzo de 2016

MALAS INFLUENCIAS. Yo el chaperón o el cabrón.


Era sábado, ya Humberto estaba en casa  y en reposo, volvería a retomar el trabajo una semana después. Su hermano Henrique lo ayudaría. Estábamos los 5 en el apartamento. Yo cocinaba, Caín jugando en su cuarto y Abel me ayudaba en la cocina.


–No me has contado si ya te tiraste a mi tío.

–¿Pero tú te crees que yo voy por la vida tirando con todo el mundo?

–No sé si con todo el mundo pero si con mi familia, cuenta.

Hubo un silencio mientras picaba unos pimentones.

–Aja, dime.

–Abel, tu tío es un muñeco de trapo en la cama.

–¿MARICO TE LO TIRASTE? Yo te estaba jodiendo.

–Shhhh coño habla bajito, si, pero es mala cama.

–¿En serio? Jajajaja Yo si soy perrita en la cama, a mi me gusta participar no quedarme ahí tirado como una iguana al sol.

–Pero tú callado, mira que si tu papá se entera capaz y me saca de aquí. -Llegó Henrique y nos quedamos callados.

–Hola chicos, François, mi hermano quiere hablar contigo, que subas un momento.

–Voy déjame terminar de picar esto y subo.

–Dime que más pico y yo lo hago así te ayudo.

–Ay tío yo te ayudo también. –Dijo Abel. Terminé de picar los pimentones y subí.



–Ven François, siéntate aquí. -Me puse a su lado y me acarició la mejilla, me acercó a su rostro y me dio un beso en la boca. –Gracias por estar aquí y estar pendiente de mis hijos. -Una pausa. –Ya mi hermano me contó todo.

No sé si me puse pálido pero Humberto abrió los ojos.

–Tranquilo esas cosas pasan, lo entiendo.

–Si bueno no sabía como te lo ibas a tomar, de hecho ni te iba a contar que pasó, porque aquí entrenos fue fatal.

–¿Cómo que fatal?

–Bueno, tu hermano no se parece a ti ni un poquito por lo menos en la cama.

–¿Te acostaste con él? -Ahora si peló los ojos como un búho.

–¿No me dijiste que te había contado?

–Si, que le habías dicho que yo era gay...

–Mierda...disculpa.

–¿Te estás dando cuenta que te has tirado prácticamente a toda mi familia?

–Si...créeme que lo he pensado y no es que me sienta orgulloso de mi logro.

–¡Qué desastre! ¡Qué clase de familia tengo!...¿mala  cama?

–Si.

–Bueno, no me cuentes ahora eso, te llamé por otra cosa. Después de lo que me pasó, he estado pensando y mañana me reuno con mi abogado para armar un testamento y asegurarles el futuro a mis hijos. Tú no vas a estar excluído de eso.

–¡No Humberto! ¿qué es eso? No te vuelvas loco, ese dinero es para tus hijos, a mi no me tienes que dar nada

–Me da la gana de dártelo y punto, yo arreglo eso esta semana.

–¿Y tu hermano?

–Mi hermano ya está metido en mis negocios, así que ya tiene una tajada.



Humbero me volvió a abrazar y dar las gracias por quedarme en su casa y cuidar a sus hijos. Salí del cuarto y lo dejé durmiendo. Terminamos de cocinar, ayudamos a Humberto a bajar para que comiera con nosotros. Henrique estaba bastante serio, casi podría decir que estaba en ese momento de mal humor, pero como no dijo nada, el almuerzo transcurrió en paz.



Esa tarde me llamó Tomás para contarme que se había visto con Alberto y habían hablado mucho, le volvió a pedir perdón y le pidió que volvieran a ser novios. Le dije que me parecía bien,  una buena idea haber hablado y aclarado todo, sincerarse. Pero que lo tomara con calma, pero que lo apoyaba 100%.

Luego de decirle eso me lanzó una bomba.



–Quiero tener sexo con Alberto, pero aún tengo temor y él me dijo que porque no te decíamos a ti para hacer un trio y así sentir que no hay peligro, tu negativo con dos positivos y a lo mejor ese  miedo que tengo se me va.

–Me quieren de conejillo de Indias para ver si a ti se te va la paranoia de que te recontagien. ¿Acaso yo soy terapeuta? -Ya que me dijeran para hacer un trio me excitó, pero tenía que demostrar un poco de dignidad antes de decir que sí.

–Bueno, es sólo una sugerencia, no es que tienes que hacerlo. A lo mejor simplemente estás ahí y no tienes que participar solo ver y eso me tranquiliza, no sé, estoy hablando estupideces, a mi también me parece descabellado esto, pero...

–Pero nada, vamos a hacerlo, pero sólo por esta vez, que esto no se convierta en una rutina para que a ustedes se les dispare el morbo.

–Ok, bueno, yo te aviso cuando le damos y gracias.

–¿No deberías mejor ir a un psicólogo en vez de ponerte a inventar tríos?

–Si, pero tengo confianza contigo.



Media hora después me llama Alberto. Sospeché que ya había hablado con Tomás.

–Hola, ya me imagino para que me estás llamando, ya hablé con Tomás.

–¿Ah si? Coño, ¿de qué?

–Para hacer el trío y quitarle ese miedo a tener relaciones.

–Pero si Tomás me dijo que no, casi me come vivo cuando se lo propuse, de hecho te estoy llamando para que lo convencieras. Yo sé que te sonará raro todo esto, pero es que Tomás me gusta y quiero estar con él a pesar de lo que hice, mentirle y acostarme contigo, pero estoy arrepentido.

–Si, él me habló de eso, pero cuando me llamó era para convencerme a mi, él estaba decidido, no estoy entendiendo nada. El Tomás es un bichito, no le gusta la vaina pero le entretiene. Yo le dije que sí y me dijo que cuadraríamos.

–¿Puedes mañana?

–Puedo hoy si quieren, pero sí mañana está perfecto.

–¿Te puedo confesar algo?

–Dime

–Me encanta como me cogiste la otra vez, pero no quiero engancharme contigo, quiero que el trío sea eso de tres, los tres participando en todo momento.

–Ay chamo esto se les va a ir de las manos como no lo controlen.

–Tranquilo eso lo manejaremos bien, quiero que me cojas y te lo cojas y luego nos lo cogemos a él y después te cojo yo a ti.

–Ah ok, ya montaste el cronograma sexual, cero improvisación.

–Bueno, no tiene porque ser así.

–Chamo relájense, tienen vih no cáncer terminal, todo va a estar bien.

–Ok, nunca he hecho un trío y tranquilo, usaremos condón.

–Obviamente. No pretenderás que voy a hacer bareback suicida. Avisame esta noche.

–Seguro.





Al rato me escribe el señor de los cielos: Jack.

–<Hola, ¿cómo estas?>

–<Bien>

–<Estás muy animado chico>

–<Cada vez que me escribes me pongo de mal humor, eres guabinoso, escurridizo, hablas para adelante y para atrás, no sé si eres gay o me estás vacilando. Te quiero conocer, saber quien eres y te alejas. Cuando creo que ya te vas a descubrir me engañas y eres otro>

–<¿Ya? ¿terminaste?>

–<Eres un imbécil, deberías desaparecer y no saber más de ti> -Esa era la mayor mentira que había salido de mi boca, pero en fin.

–<Tú eres un niiñito malcriado que quieres todo para ya, promiscuo, no te importa acostarte con quien sea así se presente tu papá, eres arrogante, cínico, sarcástico y odias todo lo que huela a amor>

–<No me voy a enfrascar contigo en una discusión tan banal. Sólo te digo algo, yo no creo en esas vainas pero ya me ha pasado 2 veces, se me ha aparecido tu mamá en la iglesia de La Lagunita, me habla, me da consejos y me cuenta de ti>.

–<Mi mamá está muerta desde hace varios años>

–<Eso ya lo sé, te estoy diciendo que se me aparece, tipo sexto sentido, pero el muerto no soy yo, es ella>

–<¿Estás seguro de eso?>

–<Pendejo>

–<Te escribía para otra cosa, lo que pasa es que tú eres muy intenso, de novio serías una ladilla. ¿Sabías que al hermano de Humberto lo busca la Interpol?, está metido en lavado de dinero, narcotráfico y estafas, logró evadir los controles y se vino a Caracas>

–<Desde que apareció Eduardo aquella noche en esa pavosa fiesta y luego tú, estoy involucrado en miles de peos; sicarios, muertes, drogas, extorsión, la gente más buscada, voy a parar a loco>

–<Por lo menos tienes el sexo para evadir todo eso>

–<JAJAJAJA que risa guevón>

–<Ten cuidado François, ese hombre es peligroso y no sabemos que trama estando en Caracas, Humberto no tiene ni idea de lo que hace su hermano>

–<Cada vez que me dices que tenga cuidado ocurre una desgarcia, chao>.

No hay comentarios:

Publicar un comentario