Era sábado, ya Humberto estaba en
casa y en reposo, volvería a retomar el
trabajo una semana después. Su hermano Henrique lo ayudaría. Estábamos los 5 en
el apartamento. Yo cocinaba, Caín jugando en su cuarto y Abel me ayudaba en la
cocina.
–No me has contado si ya te tiraste a mi
tío.
–¿Pero tú te crees que yo voy por la vida
tirando con todo el mundo?
–No sé si con todo el mundo pero si con
mi familia, cuenta.
Hubo un silencio mientras picaba unos
pimentones.
–Aja, dime.
–Abel, tu tío es un muñeco de trapo en la
cama.
–¿MARICO TE LO TIRASTE? Yo te estaba
jodiendo.
–Shhhh coño habla bajito, si, pero es
mala cama.
–¿En serio? Jajajaja Yo si soy perrita en
la cama, a mi me gusta participar no quedarme ahí tirado como una iguana al
sol.
–Pero tú callado, mira que si tu papá se
entera capaz y me saca de aquí. -Llegó Henrique y nos quedamos callados.
–Hola chicos, François, mi hermano quiere
hablar contigo, que subas un momento.
–Voy déjame terminar de picar esto y subo.
–Dime que más pico y yo lo hago así te ayudo.
–Ay tío yo te ayudo también. –Dijo Abel.
Terminé de picar los pimentones y subí.
–Ven François, siéntate aquí. -Me puse a
su lado y me acarició la mejilla, me acercó a su rostro y me dio un beso en la
boca. –Gracias por estar aquí y estar pendiente de mis hijos. -Una pausa. –Ya
mi hermano me contó todo.
No sé si me puse pálido pero Humberto
abrió los ojos.
–Tranquilo esas cosas pasan, lo entiendo.
–Si bueno no sabía como te lo ibas a
tomar, de hecho ni te iba a contar que pasó, porque aquí entrenos fue fatal.
–¿Cómo que fatal?
–Bueno, tu hermano no se parece a ti ni
un poquito por lo menos en la cama.
–¿Te acostaste con él? -Ahora si peló los
ojos como un búho.
–¿No me dijiste que te había contado?
–Si, que le habías dicho que yo era
gay...
–Mierda...disculpa.
–¿Te estás dando cuenta que te has tirado
prácticamente a toda mi familia?
–Si...créeme que lo he pensado y no es
que me sienta orgulloso de mi logro.
–¡Qué desastre! ¡Qué clase de familia
tengo!...¿mala cama?
–Si.
–Bueno, no me cuentes ahora eso, te llamé
por otra cosa. Después de lo que me pasó, he estado pensando y mañana me reuno
con mi abogado para armar un testamento y asegurarles el futuro a mis hijos. Tú
no vas a estar excluído de eso.
–¡No Humberto! ¿qué es eso? No te vuelvas
loco, ese dinero es para tus hijos, a mi no me tienes que dar nada
–Me da la gana de dártelo y punto, yo
arreglo eso esta semana.
–¿Y tu hermano?
–Mi hermano ya está metido en mis
negocios, así que ya tiene una tajada.
Humbero me volvió a abrazar y dar las
gracias por quedarme en su casa y cuidar a sus hijos. Salí del cuarto y lo dejé
durmiendo. Terminamos de cocinar, ayudamos a Humberto a bajar para que comiera
con nosotros. Henrique estaba bastante serio, casi podría decir que estaba en
ese momento de mal humor, pero como no dijo nada, el almuerzo transcurrió en
paz.
Esa tarde me llamó Tomás para contarme
que se había visto con Alberto y habían hablado mucho, le volvió a pedir perdón
y le pidió que volvieran a ser novios. Le dije que me parecía bien, una buena idea haber hablado y aclarado todo,
sincerarse. Pero que lo tomara con calma, pero que lo apoyaba 100%.
Luego de decirle eso me lanzó una bomba.
–Quiero tener sexo con Alberto, pero aún
tengo temor y él me dijo que porque no te decíamos a ti para hacer un trio y
así sentir que no hay peligro, tu negativo con dos positivos y a lo mejor
ese miedo que tengo se me va.
–Me quieren de conejillo de Indias para
ver si a ti se te va la paranoia de que te recontagien. ¿Acaso yo soy
terapeuta? -Ya que me dijeran para hacer un trio me excitó, pero tenía que
demostrar un poco de dignidad antes de decir que sí.
–Bueno, es sólo una sugerencia, no es que
tienes que hacerlo. A lo mejor simplemente estás ahí y no tienes que participar
solo ver y eso me tranquiliza, no sé, estoy hablando estupideces, a mi también
me parece descabellado esto, pero...
–Pero nada, vamos a hacerlo, pero sólo
por esta vez, que esto no se convierta en una rutina para que a ustedes se les
dispare el morbo.
–Ok, bueno, yo te aviso cuando le damos y
gracias.
–¿No deberías mejor ir a un psicólogo en
vez de ponerte a inventar tríos?
–Si, pero tengo confianza contigo.
Media hora después me llama Alberto.
Sospeché que ya había hablado con Tomás.
–Hola, ya me imagino para que me estás
llamando, ya hablé con Tomás.
–¿Ah si? Coño, ¿de qué?
–Para hacer el trío y quitarle ese miedo a
tener relaciones.
–Pero si Tomás me dijo que no, casi me
come vivo cuando se lo propuse, de hecho te estoy llamando para que lo
convencieras. Yo sé que te sonará raro todo esto, pero es que Tomás me gusta y
quiero estar con él a pesar de lo que hice, mentirle y acostarme contigo, pero
estoy arrepentido.
–Si, él me habló de eso, pero cuando me
llamó era para convencerme a mi, él estaba decidido, no estoy entendiendo nada.
El Tomás es un bichito, no le gusta la vaina pero le entretiene. Yo le dije que
sí y me dijo que cuadraríamos.
–¿Puedes mañana?
–Puedo hoy si quieren, pero sí mañana está
perfecto.
–¿Te puedo confesar algo?
–Dime
–Me encanta como me cogiste la otra vez,
pero no quiero engancharme contigo, quiero que el trío sea eso de tres, los
tres participando en todo momento.
–Ay chamo esto se les va a ir de las
manos como no lo controlen.
–Tranquilo eso lo manejaremos bien,
quiero que me cojas y te lo cojas y luego nos lo cogemos a él y después te cojo
yo a ti.
–Ah ok, ya montaste el cronograma sexual,
cero improvisación.
–Bueno, no tiene porque ser así.
–Chamo relájense, tienen vih no cáncer
terminal, todo va a estar bien.
–Ok, nunca he hecho un trío y tranquilo,
usaremos condón.
–Obviamente. No pretenderás que voy a
hacer bareback suicida. Avisame esta noche.
–Seguro.
Al rato me escribe el señor de los
cielos: Jack.
–<Hola, ¿cómo estas?>
–<Bien>
–<Estás muy animado chico>
–<Cada vez que me escribes me pongo de
mal humor, eres guabinoso, escurridizo, hablas para adelante y para atrás, no
sé si eres gay o me estás vacilando. Te quiero conocer, saber quien eres y te
alejas. Cuando creo que ya te vas a descubrir me engañas y eres otro>
–<¿Ya? ¿terminaste?>
–<Eres un imbécil, deberías
desaparecer y no saber más de ti> -Esa era la mayor mentira que había salido
de mi boca, pero en fin.
–<Tú eres un niiñito malcriado que
quieres todo para ya, promiscuo, no te importa acostarte con quien sea así se
presente tu papá, eres arrogante, cínico, sarcástico y odias todo lo que huela
a amor>
–<No me voy a enfrascar contigo en una
discusión tan banal. Sólo te digo algo, yo no creo en esas vainas pero ya me ha
pasado 2 veces, se me ha aparecido tu mamá en la iglesia de La Lagunita, me
habla, me da consejos y me cuenta de ti>.
–<Mi mamá está muerta desde hace
varios años>
–<Eso ya lo sé, te estoy diciendo que
se me aparece, tipo sexto sentido, pero el muerto no soy yo, es ella>
–<¿Estás seguro de eso?>
–<Pendejo>
–<Te escribía para otra cosa, lo que
pasa es que tú eres muy intenso, de novio serías una ladilla. ¿Sabías que al
hermano de Humberto lo busca la Interpol?, está metido en lavado de dinero,
narcotráfico y estafas, logró evadir los controles y se vino a Caracas>
–<Desde que apareció Eduardo aquella
noche en esa pavosa fiesta y luego tú, estoy involucrado en miles de peos;
sicarios, muertes, drogas, extorsión, la gente más buscada, voy a parar a
loco>
–<Por lo menos tienes el sexo para
evadir todo eso>
–<JAJAJAJA que risa guevón>
–<Ten cuidado François, ese hombre es
peligroso y no sabemos que trama estando en Caracas, Humberto no tiene ni idea
de lo que hace su hermano>
–<Cada vez que me dices que tenga
cuidado ocurre una desgarcia, chao>.
No hay comentarios:
Publicar un comentario