Llegaba a una de las empresas donde doy
clases de inglés, temprano pues tienen que seguir trabajando y mi clase es de una
hora diaria.
Antes de comenzar aproveché para tomarme
un café. Mientras disfrutaba de un con leche, que te lo hacen en el momento,
tienen una pequeña cafetería, entraba Guillermo, ¿Se acuerdan de él? El que se
pone ropa interior femenina para que se lo cojan, bueno ese.
–Hola profe ¿cómo estas?
–Hola ¿Guillermo?
–Si, si, mira hoy retomo las clases,
¿será que me puedo poner al día?
–Bueno, perdiste varias clases, pero si
haces un esfuerzo te equiparas con tu grupo.
–O me das clases particulares en tu casa.
–Me guiñó el ojo
–Jajaja ¿y qué pasó con tu esposa, te dio
permiso?
–Me separé.
–Ah que bien, un gran paso. ¿y cómo lo
tomó tu ex?
–Mal, le contó a todo el mundo que soy
gay y hasta a mi familia, casi me deja en la calle, con el cuento que soy gay y
se casó engañada.
–Es que sí se casó engañada.
–¿Esta tarde puedo ir a tu casa para que
me des clases particulares?
–Lo que quieres es que te coja de nuevo.
–Me pongo ropa…
–Nooooo, ni se te ocurra, lleva puesto
tus ganas de ser cogido y ya.
–Quiero que me des duro con esto que
tienes aquí -Me apretó el guevo y un bola –AU. –Se fue a la sala de reuniones. Por supuesto me dejó
prensado. Caminando hacia la sala una de las que recibe clases se me quedó
viendo...el paquete.
–Hola profe. -Se sonrió, me metí en un
rincón y me acomodé el guevo hacia atrás
En un break, me tomo otro café y voy
rapidito al baño a orinar, se me pega Guillermo atrás.
–Muéstrame el guevo.
–Lo ves mientras orino.
Se me acercó y le echó un vistazo. –Para
un momento de mear -Me dijo, se agachó y se lo metió en la boca –Orina -Mientras
me lo mamaba yo iba orinando y él tragando hasta que se me acabaron las ganas
de orinar.
–Que rico, y esta noche me lo metes.
–Claro.
Ya estaba en mi apartamento esperando a
Guillermo, que llegó casi a las 7 de la noche, cuando lo veo estacionar, hay un
carro que llega detrás de él y apaga las luces, no se estaciona sino que se
queda ahí detenido, imagné que era Jack pero él siempre anda en moto.
Efectivamente, la moto estaba cerca
Recibo un mensaje de Jack luego de más de
15 días sin saber de él.
–<Hola, a tu estudiante lo vienen siguiendo,
ten cuidado, voy a averiguar>.
–<Caramba hasta que por fin apareces,
¿estabas de vacaciones?>
–<Estaba en mis cosas, yo trabajo>.
–<Yo voy a tirar con este carajo, te
escribo luego>.
Sonó el timbre y voy a abrirle. Entra y me besa. –Todavía
tengo el sabor de tu orine en mi lengua, que rico.
–Eres bien puta.
–Dime algo que no sepa.
–Alguien te siguió hasta aquí.
–¿Alguien?
–Mira, asómate discretamente y mira el
carro que está detrás del tuyo. -Lo vio y se puso nervioso.
–¿Lo conoces?
–No, ni idea, pero creo saber quien me
mandó a seguir.
–¿Tu ex?
–Si, pero no quiero hablar de eso, vine a
que me cogieras -Se quitó la camisa, se
desabrochó el pantalón y venía sin interior, quedó desnudo.
–Poséeme
Que tipito para bajarle el queso a uno de
inmediato.
–Ponte en 4 en la cama para cogerte. -Se
puso en 4 pero con la cabeza y el pecho pegados a la cama. Yo estaba listo para
metérselo.
Comencé a penetrarlo despacio hasta
tenerlo todo adentro luego empecé a darle. Cuando comienzo a moverme escucho un
ruido que no sé de donde viene, parece de una bisagra o de la cama, le doy más
duro y el ruido se incrementa
–EIEEEEIIIIIEIIIIIHHHIEEEIIIHHH -Me
detengo y el ruido se va desvaneciendo, vuelvo a moverme y comienza
–EIEEEEIIIIIEIIIIIHHHIEEEIIIHHH.
Cuando me doy cuenta, es la loca con la
cabeza aprisionada en la cama y gimiendo como bisagra oxidada. Sigo y él
comienza de nuevo, le doy más duro y el quejido es más agudo y vuelvo a
detenerme.
–¿Tú puedes dejar de chillar como puerta
de monasterio? Se me está bajando el guevo.
–Pero no te gusta nada de lo que hago.
–Voltéate. –Se lo metí acostado y le
empecé a dar duro , más duro que antes y le tape la cara.
–No vas a chillar, aguanta la cogida sin
chillar -Lo saqué de la cama y me lo cogí parado.
–Ay, ay , ay, ay que rico, ay, dale duro,
anda, duro, ay, ay, ay, ay, dale, dale, dale, sigue, cógeme, ay, ay, ay.
Lo llevé a la cama y lo incliné hacia el
frente para cogérmelo con el culo levantado y de nuevo adentro, esta vez entró
ligerito mi guevo.
–Ay, ay, ay, ay, dale, dale papi, dale
papi, duro, duro, anda, ay, ay, ay, ay –Gemía como una hembra y le volví a
tapar la boca y le dí aún más duro y rápido y así con la boca tapada gritaba y
se ponía tenso con la piel de gallina. Me detuve y se lo saqué.
–Sácame la leche con la boca. -La loca se
aplicó y me hizo acabar tragándose toda la leche hasta la última gota.
–Me tomé toda la lechita como una buena
gatita.
–Mira Guillermo, vístete y te vas no
puedo con tanta mariquera junta, vete de mi casa.
–Pero tú no soportas nada, pareces
homofóbico.
Lo vi a los ojos con una cara de querer
asesinarlo.
–¿Me puedo bañar aunque sea?
–Dale. –Me puse a ver televisión denudo
esperando que este se fuera. Le escribí a Jack
–<¿Por qué te pierdes?>
–<No me pierdo, te dije que estaba en
mis cosas>
–<No dejo de pensar en el beso que me
diste aquella noche>
–< No pienses en eso, fue solo un
beso>
¡Ja! Sólo un beso y cada vez que pienso
en el beso se me para y lubrico.
–<Para mi fue algo más que eso. Nadie
me había besado así antes>
–<Soy especial, no te olvides de
eso>
–<Quiero hacer el amor contigo,
¿cuándo podrá ser?> -No obtuve respuesta. Guillermo salió, se vistió y se
fue. Me volví a asomar y el carro se fue detrás de él y la moto también.
A la mañana siguiente, me levanto y
reviso el celular y lo pongo a cargar. Tengo un mensaje de Abel y otro de Caín,
ambos preguntando cuando los voy a ver. Tengo otro mensaje en el otro celular,
de Jack.
–<El tipo que sigue a tu alumno es un
detective, lo contrató la esposa>
–<La ex, se separaron>
–<¿Cómo la pasaste anoche?>
–<Ultimamente te está interesando
mucho lo que hago o deje de hacer>
–<Quise ser amable>
–<Anoche no respondiste mi pregunta>
–<¿Cuál era la pregunta?>
–<La tienes en tu celular>
–<Borro los mensajes siempre>
–<Olvídalo>
Luego de ducharme y vestirme recibo un
mensaje.
–<Creo que no te hace falta hacerlo
conmigo, tienes sexo siempre, las veces que quieras>
–<Eres bastante odioso cuando te
aplicas> -No recibí respuesta hasta que llegué a la empresa.
–<Te haré el amor cuando me sienta
preparado>
–<¿Eres virgen?>
–<Soy de los que piensan que tener
sexo es algo serio y responsable, no me estoy acostando con cualquiera>
–<Me estás diciendo puta>
–<Tú sabes lo que eres, no tengo que
decírtelo yo. Cuídate, estoy cerca>
Me daba arrechera chatear con Jack, era
un estira, un encoje un si y un no. En fin.
Ya en plena clase todos los alumnos
incluído Guillermo que traía una cara de haber pasado muy mala noche.
Cuando estoy volteado escribiendo en la
pizarra, escucho una voz femenina.
–Así que sigues acostándote con mi
marido. –Todos voltearon y con las mismas se echaron para atrás o se ocultaron
bajo la mesa. La mujer tenía un arma.
–Baja esa arma que se te puede escapar un
tiro.
–No se me va a escapar, te voy a disparar
maricón, Guillermo es mio.
–Pero si ya están divorciados.
La mujer se volteó a ver a Guillermo y lo
apuntó.
–¿Qué coño le dijiste al maricón este? ¿que ya puedes vivir con él?
–Mi amor baja el arma.
–NO BAJO EL ARMA UN COÑO.
–Asume que tu esposo no quiere estar
contigo y divórciate, él es gay.
–Él está confundido y tú lo estás
confundiendo más por eso tienes que morir.
Vi entrar a la sala un hombre vestido de
negro, me imaginé que era jack pero entre los nervios, ver a la mujer
apúntandome y Guillermo más cagado que yo, vi la acción en cámara lenta. Jack
se le abalanzó, ella ya había disparado y me dio un tiro. Cuando yo caigo al
piso, Jack la suelta y ella con el arma en la mano apunta a su marido y le
dispara para luego dispararse ella.
Tranquilo, tranquilo François, todo va a
estar bien, fue un roce. -Me agarró el escapulario que tenía en el cuello y lo
apretó. –La virgen te cuida.
Me alzó para llevarme a una clínica.
–DE AQUÍ NO SALE NADIE –Gritó el de
seguridad. Entre lo medio inconsciente que estaba vi a Jack sacar un arma y
apuntar a todos para que lo dejaran salir. Le disparó al de seguridad en la
pierna y se fue conmigo cargado como un saco de harina.
Me montó en mi carro y me llevó a la
clínica. Cuando medio me recuperé lo vi los ojos por el retrovisor, no tenía el
pasamontaña. Él volteó, es moreno solo puede ver eso, me desmayé.
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