jueves, 14 de diciembre de 2017

INQUEBRANTABLE 4. Capítulo 11


–Niños la maestra de matemáticas no viene hoy, pero no se van a quedar sin hacer nada, cuando uno de los profesores se quede libre entrarán a clases con él, de momento se quedan en el recreo sin hacer ruido ni molestar en las otras aulas.



Teodoro y Lucas se fueron al final del colegio donde hay unos árboles y se pusieron a jugar.

–La otra vez me quedé a dormir con mi padrino

–¿Con él, en su cama?

–Si, y le pude tocar el pipí sin que se diera cuenta.

–¿Y se lo mamaste?

–No, porque me dio miedo, pero se lo toqué por encima del short que tenía.

–¿Y lo tiene grande?

–Chamo si, yo se lo vi, es como así. –Le mostró separando los dedos índices en el aire.

–Verga, eso es dificil de mamar, no te cabe en la boca.

–Yo que sé, yo quería hacerlo. Mi padrino es chévere conmigo, yo quiero vivir con él.

–Tus papás no te van a dejar

–Cuando sea grande voy a vivir con él.

–¿Y yo? ¿No ibamos a estar juntos siempre?

–Si gafo, tu te vienes conmigo.



Siguieron jugando un rato más.

–¿Vamos al baño? Quiero que nos besemos, quiero aprender a besar.

–Vamos, yo también quiero, nos besamos y cuando seamos grandes ya sabremos hacerlo y besamos a las niñas.

–Que asco, ¿a ti te gustan las niñas?

–No…no sé…Lucía…pero no, no, o sea, si me gusta pero ay así… ella es chévere.

–A mi me gusta Pedro, parece una mujercita, camina raro y mueve las manitos así jajajajaja

–¿Te gusta Pedro? -Lucas, se le quedó viendo un rato sin entender. –Yo pensé que te gustaba yo.

–Bobo, ¿que cosas dices? Yo no estoy enamaorado de ti jeje, me gusta Pedro pero ya.

–Pero yo….sí…bueno…quiero estar contigo siempre, no me quiero separar de ti.

–Pero te gusta Lucía te vas a casar con eeeellaaaaa lero lero mariquito.

Lucas volvió a quedarse callado.

–Aunque me case con una mujer yo siempre te voy a querer a ti

Teodoro se levantó del piso y Lucas hizo lo mismo. Le dio una cachetada a Lucas. –No vuelvas a decir eso, yo no quiero que te enamores de mi. Vámonos al baño.



Llegaron al baño y estaba solo pues todavía no era el recreo. Teodoro orinó y Lucas hizo lo mismo.

El chico cerró la puerta y habló bajito.

–Vamos a practicar, ven ponte aquí, ajá, inclina un poquito la cabeza y yo me acerco, pero no pongas la boca asííí, déjala normal, espera.

Teodoro acercó sus labios a los de Lucas hasta tocarlos, sin abrir sus bocas quedaron pegados unos segundos. Se separaron.

–No me gustó, ¿eso es todo?

–No marico, eso es un piquito, te tengo que meter la lengua.

–Bicho ¿y la mueves asi como cuando nos mamamos el guevo?

–Si, ven ponte de nuevo, cuando me acerque abres un poco la boca y te meto la lengua

Volvieron a juntar sus labios y Teodoro le introdujo la lengua, una vez dentro de la boca de Lucas, este también movió la lengua, se embaduranaron la boca y los labios de saliva pero no se separaban. Teodoro tenía una erección.



Tres chicos de bachillerato se acercaban sigilosamente al baño, antes de entrar se asomaron con cuidado por la ventana y vieron a  Teodoro y Lucas besándose.

–Mira, mira. Estos mariquitos cayéndose a latas, vamos a joderlos.

–EEEESOOOOOOO MUACK MUACK DANDOSE BESITOOOOS.

Entraron al baño, Lucas entró en pánico y quedó inmóvil y se pegó de la pared.

Los tres chicos sacaron a los niños del baño.

–Teodoro y Lucas se quieeeren, Teodoro y Lucas se quieeeeeren.

Se estaban besando en el baño, son maricos, son maricos.

Lucas estaba llorando. –No llores guevón, estos son unos imbéciles.

–¿Y si nos golpean?

–Cállate.



–Epa Alicia, mira a los mariquitos de primaria, se besaban en el baño, dándose cariñitos jajajajaja. Dile Lucas, dile como te besaban. –Le dieron un empujón y Teodoro le entró la ira en el cuerpo y se le fue encima al muchacho y le dio una patada en los testículos que lo tiró al suelo y le dio tres patadas en las costillas.

Comenzó el alboroto, los otros dos agarraron a Teodoro para detenerlos y golpearlo pero no se dejaba. Lucas se apartó y se fue hacia una pared. Más y más alumnos se acercaban a ver lo que pasaba hasta que llegó el director.



Lucas, Tedoro, los tres estudiantes y otros muchachos involucrados estaban en la oficina del director.

–A ver que fue lo que pasó. Lucas, cuéntame tú.

Lucas visiblemente nervioso comenzó a hablar tartamudeando.

–Y estaba…con Teodoro…estábamos…en el baño…y…Teodoro y yo…

–Nos estábamos besando director. –Interrumpió Teodoro

El director se puso la mano en la boca y veía a Lucas y luego a Teodoro.

–¿Y por qué se estaban besando y que tienen que ver ellos en todo eso.

–Queriamos aprender a besar en la boca y le estaba diciedo a Lucas como, llegaron estos tres y se burlaron de nosotros y nos sacaron del baño empujándonos.



El director se sonrió al escuchar las razones y le dio la palabra a los tres jóvenes.

–¡Ellos tres se burlaron de nosotros! –Gritó Lucas, Teodoro se volteó a ver a Lucas y se sonrió aprobando el gesto.



–Si profesor, nosotros entramos al baño y los sacamos pero no queriamos burlarnos de ellos, era solo una broma.

–¿Una broma? Tenían un circo en el recreo humillando a estos dos niños. Claudia llama a los papás de los estudiantes, de todos. Lucas, Teodoro vayan a sus salón, ustedes se quedan aquí.



A la hora de salida Lucas y Teodoro esperaban a las personas que los buscaban y se acercó uno de los muchachos que estaban en lo del baño, el cabecilla del grupo. Se agachó.

–Esto no se termina aquí carajito, te voy a joder. –Siguió de largo rumbo a la calle.



Llegaba Rebeca y detrás de ella el papá de Lucas.

–Móntate, ¿ahora que coño hiciste? Besándote con un carajito. Como se entere tu papá que eres gay te va a entrar a golpes.

–Si me va a pegar como a ti, si, me va a matar. –Rebeca frenó en seco el carro y agarró por el cuello al Teodoro.

–Mira carajito no me saques de mis casillas porque te dejo botado en un barrio y sin celular a ver que vas a hacer. Le voy a contar a tu papá que eres gay.

–Y yo le cuento que no es mi papá. ¿Dónde está Francisco? Él es el que me busca.

–Te voy a llevar a su casa. Como tu abras la boca te jodo.

–No la abras tú.

–Mocoso insolente.

–Maldita.

Una fuerte cachetada sacudió la cabeza de  Teodoro que solo se puso la mano en la mejilla y vio con odio a su madre. Aprovechó que el semáforo estaba en rojo y se bajó del carro.

Rebeca salió del carro y el niño echó a correr.

–REGRESA AQUI TEODOROOOO.

El niño se detuvo y se dio la vuelta haciendo un gesto con el dedo medio de la mano derecha y siguió corriendo.

Rebeca se metió en el carro y buscó su celular.

–<Hola, el carajito se me escapó del carro, lo más seguro es que vaya a tu casa, avísame por favor, si no es así creo que hoy muero>

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