lunes, 21 de septiembre de 2020

FIEBRE 4. Capítulo 6

Gerardo estaba sentado en la cama comiendo el almuerzo.
-¡Gerardo esos secuestradores se llevaron a mi hija lo sé, lo sé, ahora tienen a los dos, los van a matar!
-¡Cálmate, cálmate que así histéricos no vamos a resolver nada!
Gerardo recibió un mensaje en el celular. Un vídeo. <Así se divierte tu hijo con nosotros> -Cerró los ojos y apretó el puño, una lágrima corría por su mejilla.
-¿Que pasó? ¿Que te mandaron?
-Nada mujer, nada.
-¡Dime! -Le quitó el teléfono y vio el vídeo. Se llevó la mano a la boca y comenzó a llorar. El celular sonó, entraba una llamada.
-Para que veas que tu hijo sigue vivo y no quiere irse-
-Maldito, devuélme a mi hijo. Cuando te consiga te mato con mis propias manos-
-Ah antes que me digan que secuestré a Carlota la pequeña, les informó que no, solo me la cogí y está entrando a la clínica en este momento.
Gerardo desafiando todos los protocolos de sanidad y de seguridad clínica, salió del área restringida corriendo rumbo a planta baja.

Llega a la entrada y su hija va caminando lentamente con la mirada perdida, como una zombie,  ve a su padre y le extiende la mano, él la abraza y comienza a gritar pidiendo una camilla. La suben a la zona restringida para revisarla.

Román llama a Braulio en el momento que estaba con Eva, que ve la pantalla del celular.
-Respóndele a tu amante, ya no tienes que ocultarlo.
-Señor, ya tiene que salir de esta área, no puede permanecer más de 10 minutos.
-Vaya, te salvó el médico, ve y atiende al niño ese.

Braulio sale del hospital y llama a Román.
-Quería disculparme contigo Braulio, te dejé entendiendo, yo...no quería hacerlo pero me llamó Gerardo.
-Tranquilo, si son novios yo sobro, no hay problema.
-Te envié los trabajos de ayer y hoy y el pendiente de la semana pasada.
-Si, los ví por encima, tienes unos errores, luego con calma respondo para que los repitas, son errores que ya no deberías estar cometiendo.
-Estaré pendiente.-
-Igual es un error estar con ese tipo con el que sales. Te vas arrepentir.-
-No entiendo- Braulio cerró la llamada.

Braulio, se fue a su vehículo, lo encendió y comenzó a llorar apoyado al volante. Llegó a su apartamento y buscó en el armario de la sala algo para beber. Vio unas botellas de vino, una de vodka. Agarró la de ron, la abrió y comenzó a beber de la botella.

-Diego hay algo que te tengo que contar ahora que tu hijo está en su cuarto haciendo sus tareas del colegio. -Irma suspiró, le quitaba la ropa a Diego para bañarlo. -La señora Laura sigue hospitalizada por el virus pero también la tienen custodiada porque está en la espera de un juicio. -Diego abrió los ojos y comenzó a agitarse. -Calma, cálmate.
Diego ya desnudo esperaba que siguiera contándole.

-Ella estuvo en una fiesta clandestina de un hombre que es hijo de un militar pesado, en esa fiesta había alcohol, drogas y mujeres prepago...varios de los invitados estaban contagiados de Covid-19. Cuando la policía llegó, los arrestó a todos incluída tu esposa.
Ella estaba desmayada, drogada y había consumido alcohol. Aún no se sabe si ella tiene el virus, pero eso no es lo peor. -Diego le apretó la mano a Irma. -Está muy delicada por lo del cáncer pero...también está... -Diego se le salían las lágrimas. -...está embarazada. A Diego se le bajó la tensión y se desmayó.

Luego de beberse la botella de ron completa, tomó las llaves del carro y salió, ya era de noche. Llegó a un edificio. Había manejado unas 15 cuadras desde su casa. Estaciona como pudo en la calle y se baja.

-Buenas noches, aquí lo busca el señor Braulio Méndez.-
-Caramba, que suba-
Braulio llega al apartamento y toca el timbre.
-Cooooño mi pana ¿y esa sorpresa?
-Vine a tirar contigo, a recordar viejos tiempos. Ya te cogiste a mi novia, cógeme a mi. Estoy borracho, voy a cooperar.
-Con gusto papá, aquí seguiremos bebiendo, pasa.




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