lunes, 14 de septiembre de 2020

FIEBRE. cuarta temporada. Capítulo 1

Habían pasado 24 horas y la fiesta en la casa de Manu ubicada en Maracay seguía con la misma gente. Corría el alcohol y la droga de manera descontrolada.

A Federico le estaban dando pequeñas dosis de burundanga para mantenerlo dopado y que colaborara. Mientras un hombre lo penetraba otro le metía el pene en su boca. Manu tomaba fotos.
Federico ya no tenía fuerzas para gritar o gemir, como lo pusieran él se dejaba guiar. El que lo penetraba se iba y venía otro y así pasaban los minutos. La música no paraba, la gente gritaba en la piscina, unos se iban de la casa y otros llegaban.

El chico estaba visiblemente agotado, casi desmayado, tenían que sostenerlo si querían tener sexo con él. -Déjenlo en el cuarto, cuando se despierte siguen. -Dijo Manu.

Manu le envió a German la foto de su hijo teniendo sexo. Lo llamó.
-¿Ya tienes el dinero?-
-Una parte pero ya lo tendré completo en unos minutos. Quiero hablar con mi hijo.-
-Tráeme al malandrito-
El hombre que trabaja para Manu trajo al chico. -Lo saludas y le preguntas si ya pagó que tienes miedo.

-Tranquilo mi amor, pronto vas a estar con nosotros. Yo te voy a sacar.-

-¡Maldita sea no hay manera de saber dónde coño están esos miserables! Y yo aquí metido en la clínica. Y encima no sé nada de mi nené.

-Coño, pero y se te bajó la hinchazón, te voy a tener que dar otro carajazo. -Cerró el puño y le dió un fuerte golpe al muchacho que lo tumbó al suelo y lo dejó inconsciente.
-Jefe, creo que lo mató.
-Que coño muerto ese tiene bastante piedra en el cuerpo, ese aguanta una coñaza, échale agua y vístelo con la ropa del otro carajito. Cuando el viejo este me diga que ya tiene la plata y la envió dónde le dije, dejas al bicho este en la puerta de la clínica. 
Acomodas al carajito y te vas para allá y esperas mis instrucciones.
-Si jefe.
Manu entró a la habitación donde estaba Federico. Desnudo y dormido con la piel enrrojecida por el sol. Se sentó al lado de él.
-Tu hermanita me contactó por facebook, que quiere conocerme. ¿Será que también quiere recibir machete? Pero es una niñita, apenas 16 años, eso es como feo cogerse a una menor. Pero está tiernita. A lo mejor la llamo para cuadrar y la invito a un helado. 
Coño me cojo al hermano y a la hermanita.
Manu le metía los dedos por el culo a Federico. -Voy a meterte en mis negocios para que veas que no soy tan malo. Te ganas un buen billete y te uso de carnada por si salen las cosas mal. Mañana te despedirás de tu familia, empieza tu entrenamiento para tu nuevo trabajo.

-Hola princesa, ya sé que me dijiste que estás aislada en la clínica, pero si quieres el martes te escapas y nos vamos a tomar un helado.-
-Tengo el virus y además mi hermano está secuestrado-
-Que broma mi amor, pero me imagino que tus papás ya están resolviendo, así que te escapas y yo te busco en la entrada de la clínica, usamos tapabocas y guantes.-
-Pero vamos a comer helado ¿Cómo hacemos?
-Nos quitamos el tapabocas y comemos luego nos lo ponemos.-
-¿Y solo vamos a comer helado? ¿Y dónde? Si todo está cerrado.-
-Lo compramos y lo comemos en mi carro. También podemos pasear un ratico por la ciudad-.
-Que aburrido, a mi me han dicho que tú eres más divertido que eso de estar comiendo helado.
-¿Ah sí? ¿Y cómo quieres divertirte?
Hubo una pausa, Carlota estaba muy excitada y estaba lubricando.
-Dicen que estás mi bien armado.
-Si princesa, te han informado bien, esta ciudad es peligrosa y hay que estar armado.-
-Jajajajajaja tonto, no me refiero a eso.
-Está carajita es una zorrita, quiere llevar machete. -Ah ¿Y a qué te refieres?-
-Bueno que lo tienes grande.-
-¿Tu no estás muy chiquita para estar pensando en esas cosas?-
-Tengo 16 años, me lo han metido por el culo.-
-Coño...esta perrita me está poniendo mal. -Ah ok, pero eres menor de edad, me puedo meter en problemas.
-¿Tú? No creo, no estás preso por haber hecho una mega rumba en plena cuarentena. Eres el hijo de un militar pesado.-
-Niña, pero me investigaste ja ja ja-
-Ja ja ja si, es que me llamas la atención, eres del tipo de hombre que me gusta, musculoso, tatuado y dotado.
-Entonces no se diga más, te busco el martes por la clínica y te cojo, cero helado, si lo que quieres es llevar güevo, pues te doy güevo hasta que te canses.-
-Ya nos estamos entendiendo-




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