Mientras Ernesto grababa una escena con dos tipos – al pobre se lo volvían a coger– yo estaba con otros compañeros esperando nuestro turno.
–Mira pa’ dentro de dos semanas va a
haber una reunión, es una mega orgía, es en una casa que alquilan y serán como
60 personas, máximo 80, ¿Te interesa?
Mira a quien le fue a preguntar si me
interesa. Claro que me interesa, le dije que sí y me mandó el correo con toda
la información del tema. Eran 80.000 Bs la entrada. Tiene una hora específica de
entrada y una vez adentro no se puede salir a menos que sea emergencia.
Obligatorio el uso del condón y cero drogas –mmmmmm- Habrá alcohol y comida.
Ernesto estaba con dos tipos que no
habían estado en la grabación anterior. Eran dos carajos musculosos y velludos
casi irreales. Uno se lo estaba cogiendo y el otro le metía el guebo en la
boca. Detenían la grabación a cada rato para acomodar los ángulos y posiciones
de los actores.
–¡CORTEN! –Se escuchó. –Sigue
cogiéndotelo para que se mantengan activos, ya vamos a seguir. –Dijo el
director. Yo me acerqué al set donde se cogían a mi amigo.
–¿Te puedo tomar unas fotos? No saldrá tu
cara.
–Dale papá, no hay rollo, si quieres te
cojo también mientras esperamos.
–Como quieras.
Me acerqué al culo de Ernesto y le tomé
la foto con ese guebo metido, uf ¡qué morbo me dio!. Le envié la foto a los
gemelos.
–<Yo quiero estar ahííííí> -Me puso
Abel.
–<Que rico se ve ese culo abierto>
-Me puso Caín.
Me puse a hablar con Ernesto así normal
como si estuviéramos en casa.
–¿Qué tal?
–Bien, este carajo tira rico.
–Di lo contrario que te doy más duro.
–Dijo Fran, el actor.
–Coño pero le voy a decir al director que
me ponga a cogerme a alguien que ladilla.
–No te van a poner papá y te voy a decir
porqué pero no te ofendas. Lo tienes pequeño, aquí buscan macanas, como la mía
o la de tu amigo, así como la tienes los mandan de pasivos.
–Ah vale, gracias pues. ¿Viste? Aquella
vez te lo dije, que lo tengo pequeño.
–Bueno, pequeño para una porno, pero
tienes buen pipí
Pipí, de nuevo esa palabra, me recordó a
Eduardo que en paz descanse.
–Lo tienes bien Ernesto, deja la
angustia.
–¿Tú qué? ¿Te cojo?
–¿Pero no tienes que cogértelo a él para
estar activo?.
–Cogerme a alguien, ponte que te doy –Se
cambió el condón y me bañó el culo de lubricante.
–Chamo usted tiene EL GUEVO ¿oyó? En
pantalla se debe ver enorme. –Me lo metió, me daba despacio para no venirse. Le
dije a Ernesto que me tomara unas fotos.
–¿Sabes que Tomás no me habla?
–¿Y eso?
–Cuando hice el trío con él y su pareja,
este ignoró a Tomás y me lo cogí. Se arrechó y me sacó en cara que me había
tirado a su médico, que soy una puta y bueno, por ahí se fue.
–Y si te ve que estás haciendo una porno,
ya no le quedará dudas. –Dijo Fran.
–Bueno Fran, la conversa es de dos, tú
cógeme.
–No hablen aquí.
–Ya se le pasará François, tú le gustas y
está arrecho es por eso, déjalo tranquilo y te llamará.
–Eso es peo de él, a veces se pone intenso
y me ladilla.
–CHICOOOS, A SUS PUESTOS. ERNESTO Y FRAN
AL SET. FRANSUÁ Y ROBERTO ATENTOS QUE YA VIENEN USTEDES.
Mientras Ernesto seguía en su “actuación”
Roberto me explicaba lo de la orgía. Me dijo que tenía que decidir esta semana
porque los cupos eran limitados. –No tengo que decidir, voy a ir. Al día
siguiente haría la transferencia y listo. Luego le contaría a Ernesto a ver si
se animaba.
–<Este soy yo, me están cogiendo>.
–<Marico no me mandes estas fotos que
lo tengo parado ya>. –Caín
–<Ay que ricoooo, ¿de quién es ese
guebo? Que me coja a mi. –Abel
–Vayan practicando en esta cama. Tú
Fransuá te lo coges a la fuerza, así que lo tiras a la cama y le quitas el
short. Vayan viendo como lo hacen y en el set cuadramos, ya vengo con ustedes.
–Dijo el director.
–Déjame ir un momento al baño y nos
ponemos. –Me dijo Roberto. Se fue al baño, al minuto se fue la luz, pasó un
instante y lo que se escuchaba eran murmullos y mentadas de madre y de repente
me agarran por detrás.
–Vamos a practicar así a oscuras. –No se
veía nada, pero la persona que me agarró no era Roberto. Al voltearme, me da un
beso en la boca. Sus manos se fueron a mi cara y supe que no era
Roberto…era…era…Me soltó y se fue. El corazón me brincaba en el pecho, pasaron
escasos minutos y regresó la luz. Miré para todos lados. Roberto no estaba por
ningún lado, el cuerpo me temblaba. Apareció Roberto.
–¿Dónde estabas? –Venía agarrándose la
cabeza
–Marico no sé, iba al baño, se fue la luz
y luego no recuerdo nada.
–¿Tú no viniste para acá y me diste un
beso?
–¿Beso? No mi pana yo no beso a ningún
tipo a menos que sea mi novio.
El corazón se me iba a salir por la boca,
me tomé un tilo que había en la cocina. Me tomé la otra mitad de la pastillita,
el guebo no se me iba a parar. No practicamos nada, fuimos al set de una.
Entramos a escena y bloqueé todo pensamiento ajeno a lo que hacía.
Agarré a Roberto por el brazo y lo tiré a
la cama y me fui sobre él y así encima le quité el short, mientras le daba un
golpe, se lo dí de verdad.
–SIGAN QUE VAN BIEN AGUANTA ROBERTO.
Lo volteé y ya se lo iba a meter.
–CORTEN, TRÁIGANLE EL CONDON. –Me lo puse
y la escena volvía justo metiendo el guebo en el culo de Roberto. Me lo cogí
con rabia, con arrechera, con dolor, realmente lo estaba violando. El director
estaba excitado.
–COÑO SIGAN ASI, QUE BIEN ESTÁ QUEDANDO.
–Eres un maldito, ¿qué coño quieres?
¿hasta donde vas a llegar? –Yo estaba cegado, ya no sabía que hacía pero el
director dejó que fluyera. Luego de voltearlo nuevamente, retiré el guebo, me
quité el condón y le acabé en la cara.
–CORTEN, PERFECTO, CARAJO FRANSUA,
EXCELENTE. –Se acercaba a felicitarme pero lo esquivé y me fui a otro cuarto a
drenar.
Roberto entró.
–Chamo, pero me echaste una cogida tirando
a violación, te pasaste ¡y me diste un coñazo! Pero al parecer quedó buena la
escena.
–Roberto, ¿me puedes dejar solo un
momento? No estoy de humor.
Media hora después, hacíamos unas tomas
extras y unas mamadas. Volvimos a salir tarde. Llegué a casa luego de dejar a
Ernesto en la suya.
–<Hoy me descontrolaste el día, no sé
por qué haces esas cosas>
–<Pensé que te había gustado, tuve que
hacer malabares para llegar a ti. Discúlpame>
–<Jack, me tienes la vida volteada,
pero no quiero dejar de verte, pero hoy, hoy me hiciste revivir lo de la playa
que fue hermoso>.
–<Yo también quiero estar contigo pero
todavía no puede ser>.
–<Ya me vas a dejar así en el
limbo>.
–<Tengo trabajo, un beso, te
quiero>
TE QUIERO, me dijo esa palabra y me
desarmó, no supe que responder y fui yo quien lo dejó en el limbo.