El amor es perdonar.
Victor despidió a sus amigos y a los amigos de Eduardo,
uno de ellos le dio la cola. La cuenta del restaurante había sido elevada pero
entre todos reunieron el dinero.
Eduardo dormía en su cama pero estaba inquieto, se movía
de un lado a otro. Victor llegaba al edificio y subió al apartamento, entró despacio
y cerró la puerta.
Se acercó hasta la habitación de su novio, encendió la
luz y Eduardo se levantó asustado.
–¡QUEEE¡ ¿Qué pasa, qué haces aquí? ¿cómo entraste?
–Se te olvida que me diste la llave de tu casa.
Eduardo se estiró y pasó sus manos por la cara y el
cabello para peinarse.
–¿Y a que vienes a esta hora?
–Vine a hablar contigo y a pedirte disculpas.
–¿Tiene que ser ahora?
–Yo quiero arreglar las cosas contigo, eres mi novio.
–Me jodiste mi cumpleaños. Pensé que sería especial
pasarla contigo, compartir y vienes y me traes a ese poco de locas amigos tuyos
que sabes que no me gusta como se comportan.
–Son mis amigos.
–Exacto, tus amigos, pero era mi reunión y sabes que ese
tipo de comportamiento NO me gusta.
Eduardo se levantó, estaba en interiores. Su cuerpo
musculoso contrastaba con el blanco de su ropa interior. Victor no dejaba de
verlo.
–¿Sabes que estás buenísimo?
–¿A que viniste Victor? ¿Quieres sexo? Te cojo y listo,
luego te vas.
–No seas animal. Quiero pedirte disculpas por lo de anoche,
debí controlar a las bestias estas, decirles que se comportaran que era tu
reunión. Eso no va a ocurrir de nuevo, te preguntaré antes. Lo que no me gustó
es que te fueras, también estaban tus amigos y los atendí yo.
Eduardo se le quedó viendo a los ojos y se sonrió.
–Disculpado, ya te puedes ir, tengo sueño.
–¿De verdad quieres que me vaya?
–Victor, yo no quiero seguir con esto.
–¿En serio? –Victor se acercaba, echándole el aliento muy
cerca y rozando su pectoral con su mano. –¿Quieres que me vaya?
Le dio un beso en la boca y bajó la mano hasta su pene
que estaba totalemnte erecto.
–Si sigues no te voy a pelar.
–Quiero que me digas viéndome a los ojos si quieres
terminar conmigo.
–Saca tu mano de ahí. –Victor metió la mano por el
interior y le agarró el pene poniendo el dedo pulgar en el glande que estaba
lubricando.
–Sabes que no quiero terminar contigo, no voy a dejarte,
ahora quiero cogerte.
–Yo solo vine a pedirte disculpas, nos vemos mañana. -Le
dio un beso en la boca para luego meterse el pulgar en la boca para
limpiárselo.
–Sigue durmiendo.
–No me vas a dejar así.
–Estoy cansado mi amor, voy a mi casa.
–Tienes la llave para quedarte aquí.
–Me voy amor, nos vemos más tarde.
Victor salió del apartamento también muy excitado y con
ganas de quedarse pero se aguantó. –Que
no se crea que va a ser fácil, que sufra un poquito. Bueno también yo estoy
sufriendo. -Se tocó la entrepierna y su pene también estaba despierto.
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