lunes, 12 de junio de 2017

DE REPENTE TU 6 Capítulo 7


Encuentros casuales.



Jesucristo se acercó hasta las oficinas de Pablo para esperarlo Estaba en la recepción sentado.

–¿Y tú eres primo de Pablo?

–No, soy su novio.

–¿Novio?

–Si, somos novios desde hace unos pocos meses.

–Ah ok, pensé que seguía con…

–¿Gilberto? No, eso terminó. ¿Pablo se va a tardar mucho?

–En una agencia de publicidad preguntar eso es como querer saber la fecha del fin del mundo.

–Voy a entrar a preguntarle directamente a él

–Jesuscristo, no, no, ven acá.



El muchacho entró y preguntó donde estaba Pablo Villate.

–Está reunido aquí en esta sala pero no puedes…

Jesucristo tocó la puerta. –Permiso, buenos días. ¿Puedo hablar con usted un momento Pablo?

Pablo vio a la gente, uno de ellos se sonrió.

–Estamos en una reunión importante niño. Por favor espera afuera. –Dijo Verónica.

–Denme un minuto. -Pablo salió de la sala.

–Cristo no puedes estar aquí te dije que esperaras en recepción.

–Es que quiero saber si se va a tardar mucho, estoy aburrido y me quedé sin bateria para poder jugar.

–Me voy a tardar un hora más quizá 2.

–Ay imagínese. Yo le pediría las llaves de su apartamento para irme para allá pero me da mucha pena, no estamos todavía para esa confianza. Lo voy a esperar en McDonald’s, me presta dinero y así como.

Pablo cerró los ojos y se sonrió. –Ve a mi oficina, sales la segunda puerta a la izquierda, agarras mi billetra y te llevas mi tarjeta de crédito, la que más te guste y mi cédula, allá me conocen no hay problema. Ahora vete que tengo a la gente esperando.

–Bueno esta bien, pero no se tarde, sino lo busco.

–Jajaja no seas tonto Cristo, espérame allá.



Entró a la oficina y se puso a curiosear todo. Abrió las gavetas, tomó el celular –Voy a revisarlo –Dijo, pero estaba bloqueado.

Movió el mouse y se encendió la computador y se puso a buscar juegos y consiguió. Uno muy bueno que le dio doble clik, play y comenzó a jugar. Afuera se escuchaban los disparos y bombas. La gente en sus cubículos miraban hacia la oficina y se reían. El muchacho estuvo una hora jugando hasta que se dio cuenta de la hora. Buscó la billetera y se llevó la tarjeta de crédito y la cédula. Tomó una hoja del taco y un bolígrafo y le dejó una nota.



–Me voy a comer, ya hablé con Pablo.

–¿Hasta ahora?

–No, es que me quedé en su oficina jugando.

–Tú estás loquito chamo, si te ven los jefes metes en problemas a tu novio.



Llegó al local de comida rápida se puso frente a la caja y comenzó a pedir. Me la da doble con papas y refresco grande, ah, y un McFlurry de chocolate oscuro.

Se sentó en una de las mesas y se dispuso a comer.



Pablo salía de la reunión. Se fue directo a su oficina junto a Verónica.

–Tu noviecito es bastante impulsivo e imprudente.

–¿Por qué?

–Entrar así e interrumpir.

–Es un chamo.

–Es un niñato la verdad, ¿ese niño te representa?.

-A mi nadie me tiene que representar Verónica, es mi novio y punto.

Verónica tomó la nota que estaba puesta en el escritorio. <<Novio, me voy a comer, esta noche quiero que me haga el amor, me quedo en su casa. Cristo, Besos>>

–¿Qué estás leyendo tú ahí? Hablando de imprudentes.

Le extendió el brazo con la nota. –Tu novio que te deja notitas por ahí.

Pablo leyó la nota y se sonrió. Dejó la nota en el escritorio y se sentó. –Déjame solo Verónica.

La mujer cogió la nota y se la guardó saliendo de la oficina.





Cuando ya estaba terminando de comer llegaba Pablo. El muchacho al verlo entrar y verle la barba se emocionó y se levantó de la silla para abrazarlo.

–Cuando termines de jugar en la computadora, cierra el juego, para la próxima loquito.

–Disculpe novio es que estaba aburrido y al entrar y ver eso pues me emocioné.

–En cuanto a la nota, me gusta la idea que te quedes conmigo y te haga el amor.

–Que bueno saberlo.

–Ahora voy a comer yo, peasame la tarjeta, ¿quieres postre?

–Ya comí uno pero si me quiere traer otro no me pongo bravo.

–¿Otro? Si te da diarrea esta noche no te sale nada.

–Usted tranquilo que si voy a hacer el amor con usted, no se preocupe.



_________



Llegaron al apartamento. Al entrar cerró la puerta y comezó a besar al muchacho. El ambiente se impregnó de un olor a frutas que iba y venía con el pasar de la brisa.

–Su barba, me tiene loco, desnúdeme y cójame de una vez.

Pablo le apartó la cara unos centímetros de la suya. –Hasta hoy te voy coger con condón, nos haremos los exámenes.

–Esta bien, pero hágalo ya.

Se desnudaron. Pablo fue a buscar el preservativo y el lubricante. Se lo colocó.

–Vamos a la cama. -Dijo Pablo.

–Nooo, que aburrido, hágamelo aquí parado, en la pared.



Pablo lo pegó contra la pared, le abrió las nalgas y comenzó a rozar su pene entre ellas hasta que se puso duro completamente.

–¿Lo quieres adentro?

–¿Usted que cree?

–¿Suave o duro? –Le decía mientras seguía frotándose.

–Sua…-Pablo lo penetró sin esperar respuesta para luego terminar de hacerlo y empujarlo hacia la pared.

–Que rico, siga. –Pablo siguió mientras besaba su cuello y la barba le hacía cosquillas, le mordía suavemente la cabeza mientras se movía y chocaba su pelvis con las nalgas del Jesucristo.

Lo apartó de la pared y lo apoyó en el sofá para masturbar al muchacho mientras seguía moviéndose. Jesucristo volteó la cara y se besaron, el vello de la barba rozaba sus labios y mejillas. De nuevo aquel olor a frutas que excitaba al muchacho.

–Si sigue voy a acabar, voy a acabar.

–Hazlo, quiero verte. –Jesucristo se vino sobre el sofá mientras Pablo continuaba empujando con fuerza. Le puso la mano en la espalda para bajarla y luego tomarlo por las caderas y seguir. Le abrió las nalgas y moviéndose más rápido, acabó gritando con fuerza. Jesucristo puso los ojos en blanco mientras gemía. Pablo soltó, el muchacho se enderezó y volvieron a besarse.



–Vamos a bañarnos, quiero enjabonarlo novio.

–Me encanta tu culo, vamos a ducharnos.



Como todos los domingos Pablo haría sus cosas solo, este domingo decidió irse al gimnasio, se vistió, armó el bolso y se fue. –<Nené te busco luego del gym, besos>



En el circuito de pesas un hombre maduro canoso hacía sus series. La gente lo veía. A pesar de la edad tenía un buen cuerpo trabajado.

–¿Estás segura que es él?

–Si vale, claro que es, que bello está, ¿qué hará aquí?

–Bueno gafa ejercicios ¿no ves?

–No chica, en Venezuela, él no vive aquí. Que bueno está.

–Pero es gay.

–Si vale, que desperdicio.



Pablo llegaba al gimnasio y se fue directo a los vestidores a cambiarse. Guardó las cosas en su locker y salió.

–Epa Larrarzábal ¿cómo estás?.

–Coño chamo, bien vale ¿y tu? Yo aquí aprovechando estos días para no perder la rutina.

–Esta bien, este es mi gimnasio, aquí vengo cuando el trabajo me deja o los domingos. Déjame calentar y hacer unas máquinas y hablamos ahora.

–Dale que estes bien.



–Marica y Pablo lo conoce, ya nos jodimos estos dos tiran, dos tipos buenísmos y son gais y el resto de los hombres casados.

–Vamos a tener que meternos a lesbianas mi amor.

–Ay por favor házlo tú, ya vendrá uno soltero y heterosexual.





Luego de hacer un par de ejercicios cada uno por su lado, Pablo y José Arturo conversaron un buen rato de negocios, para luego hacer ejercicio juntos y seguir hablando.

–Creo que por hoy esta bien, vamos al vapor. -Dijo José Arturo.



–Se me olvidó comentarte, tu novio se presentó en casa de mi mamá a reclamarme que no me metiera contigo, que ustedes eran novios y que eso no está bien. Me hizo mucha gracias ver a ese chamito diciéndome eso. ¿De verdad es tu novio? ¿Que edad tiene 17, 18  años?.

–Jajajaja que carajito más loco, me disculpo por él José. Tiene 18.

–No chico, tranquilo, me hizo mucha gracia

–Tú si tienes años con tu esposo ¿cierto?

–Si, muchos la verdad. No vale, casi 20 años, maravillosos, pero…

–¿pero?

–Bueno a veces uno quiere ver otras cosas y claro que las he visto y probado, hay que echar una tiradita por fuera de vez en cuando para luego volver.

–Te entiendo, son muchos años.

–¿Y tú te portas bien?

–Si, ahora no estoy para portarme mal, andamos en la honeymoon y lo que falta por hacer.

–Eres muy guapo y esa barba te queda muy bien.

–Oye gracias, lo mismo digo de ti, quitando lo de la barba que no tienes jajaja.

José Arturo le dio un beso en la boca que Pablo no rechazó.

La mano del empresario se deslizó por la toalla hasta llegar a la entrepierna y comenzó a tocar el pene de Pablo que ya despertaba al contacto. Él hizo lo mismo, pero quitándole la toalla.

Cuando José Arturo se iba a agachar para hacerle sexo oral, Pablo lo detuvo.

–Ya va, ya va, heeeey, vamos a detenernos aquí por favor, basta.

–Disculpa José. -Se acomodó la toalla y se puso de pie. Salió y se fue a la ducha.



José Arturo se puso en la ducha de al lado.

–Oye chamo, disculpa si te incomodé, no era mi intención.

–No vale para nada, de hecho me gustó pero entiende ando de novio y la verdad quiero hacer las cosas bien.

–Entiendo, igualmente discúlpame, te confieso que me gustas que jode, esa barba tuya hipnotiza.

–Jejeje gracias.

–Te invito el almuerzo para enmendar mi descontrol de testosterona.

–Acepto.

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