El confundido es otro.
Sentado en su escritorio enviando unos correos para solicitar
presupuestos, se tuvo que detener pues ya no sabía ni lo que escribía.
–¿Por qué coño no me
saco de la cabeza a Yovana? Pero si es un tipo, bueno es una mujer, pero con
guevo, no, no eso no es lo mío, a mi me gusta mi preciosa Esperanza.
Sonó su celular. Era Esperanza.
–La reventé.
–<Hola preciosa ¿cómo estás? Estaba pensando en ti>.
–<Ay mentiroso, jajaja, bien vale, quería ver si nos
podemos ver hoy>.
–No sé corazón tengo complicado el día con unas cosas del
trabajo y personales.
Clemente no le quería decir que acompañaría a Yovana a la
policía para rendir declaraciones e identificar al agresor que estaba detenido.
–<Ah, bueno, pero avísame si nos podemos ver en la noche,
¿te parece?
–<Yo te aviso preciosa, ahora estoy full, un beso>.
–Que raro estaba
Clemente, ¿le pasará algo?.
Esperanza no le dio mayor importancia y se fue al laboratrio
para la siguiente clase.
_________
Clemente y Yovana salieron más temprano de sus respectivos
trabajos para ir a la policía.
–A pesar que detuvimos a tres sospechosos, uno de ellos
confesó lo que hizo, ejercimos algo de presión y habló, antes de que lea su
declaración que es muy reveladora quiero que verifique si el hombre que confesó
es el que lo agredió.
Entraron a un pequeño cuarto con un vidrio donde podía ver a
los sospechos de pie.
–Ellos no lo ven a usted.
–Oficial disculpe, yo sé que mis papeles dicen otra cosa,
pero por favor le agradezco que me trate como mujer, gracias.
–Esta bien…disculpe, véalos y me dice quien la agredió.
–El del medio, segurísima.
–¿Totalmente seguro, segura?
–Si oficial, es él.
–Bien, él confesó, acompáñenme para que lea la declaración.
Es fuerte.
<El sospechoso de
nombre Carlos Requena c.i. xx.xxx.xxx admitió que intimidó y agredió a la
víctima, el señor Juan Carlos Hernández –Yovana cerró los ojos en esa línea
y respiró profundo, continuó- Admitió que
fue contratado para amedrentar al hombre que trabaja en la tienda X del CC X
para hacer que renunciara por hostigamento o bien para que el dueño tomara la
decisión de sacarlo por miedo a represalias por tener trabajando a un
transexual y verse perjudicado. Esta persona es familiar de la víctima, su
primo…> -Yovana no pudo seguir leyendo.
–Mi primo, mi primo que fue el que me pidió que le atendiera
la tienda, me quiere echar y de la peor manera que se le ocurrió.
–¿Que locura es esta Yovana? ¿tu primo?
–Vamos a citarlo para que rinda declaraciones, puede ir con
esta denuncia a la inspectoria del trabajo para denunciarlo por discriminación.
–Yo no pienso regresar a trabajar ahí.
–No importa, igual que se cree un precedente ahí, que no se
diluya eso, hay que movilizarse, si las personas como usted quieren un cambio
deben hacerlo desde ustedes.
–Disculpe oficial, me impresiona la manera como usted nos
está diciendo eso, no todos los policías tiene esa misma actitud.
–Bueno, gracias, aunque yo no estoy de acuerdo con muchas
cosas de la comunidad gay, no soy quien para negar u obstaculizar un derecho
que tienen.
–Gracias oficial.
Luego de declarar, Yovana se llevó los documentos para la
inspectoría del trabajo y denunciar a su primo.
No puedo creer todo esto Clemente, mi propia familia me
jode. Mi primo me pidió que llevara la tienda.
–Justamente lo hizo así para justificar tu salida, darle la
vuelta y quedar él como la víctima y a ti protegerte de un crimen de odio.
Parece algo retorcido pero es que hay personas con una mente oscura.
–Vamos a cenar, tengo hambre.
Se montaron en el carro de Clemente y Yovana le agradeció el
haberla acompañado a la policia y a la inspectoría. Él le acarició la mejilla y
no le dio importancia, con gusto la acompañaría de nuevo.
Se vieron a los ojos y Yovana se acercó a él para besarlo en
la boca.
Clemente cerró los ojos y la besó pero a escasos segundos se
separó lentamente.
–Todo esto es raro Yovana, yo sé lo que me vas a decir pero
yo no soy gay y tú eres un hombre.
–Soy una mujer.
–Tienes pene.
–Eso no me define como hombre.
–Pero yo quiero ver en tu entrepierna una vagina, no un
pene.
–Vamos a cenar.
Fueron a un local de comida rápida. Clemente la invitó y
ella se aprovechó para pedir lo más caro.
–Estas hambrienta.
–Para que abras tu mente y no te quedes en lo que dice la
sociedad y los patrones establecidos.
–Ya va, a mi me gustan las mujeres con vagina, no me tiene
que gustar una con pene, habrá gente que sí pero a mi no.
Yovana lo vio a los ojos y lo volvió a besar en la boca.
Entraba al local Esperanza con unas amigas y los vio besándose.
Se separó unos centímetros de su boca y le susurró. -Siempre
tendrás la puerta de atrás.
Clemente se le abrieron los ojos, tragó saliva y su pene
reaccionó a lo que escuchó.
–Hola, ¿cómo está la parejita? ¿Era por eso que no me
querías ver hoy, estabas con ella? ¿Qué, son novios?
–Preciosa, hola, no, ¿qué es eso? Nada de novios.
–Ah bueno, es que como los vi besándose. Permiso. Caminó
hacia las cajas para alcanzar a sus amigas.
–Dios que cagada, nos vio, mira que no hay locales de estos
y justo viene a este.
–¿Tú para que me besas aquí?
–Nos besamos en el carro, ¿qué? Solo te puedo besar a
escondidas.
–No, no es eso, disculpa. Que peo, me siento culpable, estoy
saliendo con ella y ahora esto.
–Ve a hablar con ella, explícale, luego voy yo.
–Buenas noches, disculpen. Hola Preciosa, quisiera hablar
contigo, ¿nos dejan un momento?
Las chicas se fueron a la mesa de atrás. Clemente le explicó
todo desde la agresión hasta lo de hoy. Le contó que ya se habían besado antes,
que se siente extraño, no sabe que le pasó.
–Ahora resulta que uno está con esta caraja y nos deja
confundidos. ¿Te gusta? Te recuerdo que es trans.
–Te recuerdo a ti lo mismo, te gusta.
–No me respondiste.
–No sé bella, Yovana me besó, nos besamos y si, sentí cosas,
ella me enternece, no sé si es por su misma condición, todo el peo que tiene
encima, no sé, no sé.
–¿Y lo que sentimos tú y yo?
–Eso no ha cambiado, para nada.
Hubo un silencio.
–Que terrible lo que le pasó a Yovana con su primo.
–Terrible eso, ahora está desempleada.
Se acercó Yovana.
–Hola Esperanza.
–Hola…ya me contó Clemente lo que pasó con tu primo.
–Si, bueno, no quiero pensar en eso y que estoy sin trabajo.
En cuanto a lo otro, fue un impulso, yo no tengo nada con Clemente.
–Bueno vámonos, te escribo luego, tus amigas están
impacientes. –Le dio un beso en la mejilla.
–¿En el cachete?
Clemente la vio y encogió los hombros y le dio un beso en la
boca.
–Vamos a comer y llevo a Yovana a su casa y te llamo.
–Tranquilo, hablamos mañana. Chao Yovana. -Se dieron un beso
muy frío en la mejilla
–Estaba molesta.
–No vale, yo le aclaré todo. -Iban rumbo al auto.
–Ay mi amor no conoces a las mujeres, esa ahora está
maquinando algo o el cerebro debe estar trabajando full pensando en lo que vio.
–¿Tú crees?
–Mi experiencia con ella en la cama fue un fiasco, un fiasco
de mi parte me refiero en cambio a ti te ha ido de maravilla.
–No me digas eso que me siento incómodo.
–Yo también quiero saber que se siente estar contigo.
–¿Qué? ¡Te volviste loco…loca!
–¿Por qué? Atrévete a
experimentar, eso va a quedar entre tú y yo, te lo prometo, nadie se va a
enterar. -Le puso la mano en el muslo deslizándola hacia el pene y luego lo
besó de nuevo en la boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario