Una relación dificil.
Clemente la cambiaba de posición a su antojo, Esperanza se
dejaba llevar, recorrían cada centímetro de la cama. Él volvió a arriesgarse y
la penetró por detrás, ella no puso resistencia y colaboró. Sus manos abrieron
sus nalgas para que Clemente entrara en ella.
Clemente la tomó del cabello y con su mano le dio una vuelta
al mechón para sujetarla mientras comenzaba a moverse cada vez más rápido y más
fuerte, lo que hizo que Esperanza gimiera con fuerza hasta que él le tapó la
boca y se le acercó al oído.
–No grites que Yovana te va a oir.
Yovana al escuchar ruidos se acerca al cuarto y pone la mano
en el pomo. Sólo escucha un gemido a lo lejos pero le excita lo que oye, decide
entrar, pero la puerta tiene el seguro pasado. Ella mueve el pomo con
insistencia pero la puerta no cede.
–OYEEEE NO SE VALE EN ESTO NO HABIAMOS QUEDADO, ABRAN LA
PUERTA, NO PUEDEN ESTAR ENCERRADOS AHI.
–Shhhh, no digas nada.
–Hay que abrirle.
–¡No! Voltéate. -Esperanza se voltea, Clemente se quita el
condón y ahora la penetra por la vagina. Se pone sobre ella moviendo las
caderas mientras la besa en la boca.
–ABRAN LA PUERTA, IGUAL LA VOY A ABRIR. QUEDAMOS EN COMPARTIR EL SEXO LOS 3
ABRAAAAAN. -Le dio patadas a la puerta.
Clemente seguía concentrado. Cada movimiento Esperanza lo
sentía y le erizaba la piel, que ahora sudaba.
–¡No me acabes adentro, no me acabes adentro!
–¡No, no, deja, que rica estas coño!.
Yovana regresó a la cocina y abrió la última gaveta del
mueble, sacó un manojo de llaves y regresó a la puerta, despacio abrió la
puerta y los vio juntos, pegados casi una persona, ahí, en la cama.
–¡Bien bonito!
Esperanza levantó la cabeza asustada e intentó mover a
Clemente que en ese momento se corría dentro de ella.
–Ya va, ya vaaaa, AAAAAH, AAAAAH. –Clemente se separó de
inmediato, su respiración entrecortada delataba cansancio y angustia.
–Ay Dios mio! ¡Te lo dije, te lo dije! Que no me acabaras
dentro.
–¡Son unos traidores!
Clemente se levantó de la cama con sus manos sobre su
cabeza, Yovana se le acercó y le dio una cachetada.
–¡En esto no habíamos quedado!
–Yovana, deja el drama, en este momento tenemos otro
problema. -Decía con molestia Esperanza. –Lo hicimos sin protección y puede que
esté embarazada, ay Dios mio voy a
lavarme.
Se fue al baño y tomó
la ducha de teléfono para introducirla en su vagina y con el chorro neutralizar cualquier
espermatozoide nadando por fecundar.
–¡Ahora la cosa es pasarle llave a la puerta para que Yovana
no participe ¿no?
–Ya Yovana por favor. No te pongas intensa. Estamos en un
peo.
–¿Esta carajita no toma pastillas?
–No creo, sino no se pone así.
–¿Te preocupa ser papá? No parece.
–No es que me preocupe, es que no me gustan los niños, no
quiero hijos.
–Qué bueno escuchar eso, espero no haber quedado embarazada
por tu culpa.
–¿Mi culpa? Te lo metí sin condón y no dijiste nada.
–Te dije que no me acabaras adentro.
–Entró Yovana y me desconcentró
–Ah yo tengo la culpa de sus arrebatos sexuales encerrado en
el cuarto.
–BUENO YA, NO ESTOY EMBARAZADA. PUNTO
Yovana salió de la habitación bastante molesta
Esperanza y Clemente se estaban vistiendo.
–Muchas gracias por la solidaridad si es que estoy
embarazada.
–Preciosa no quise decir eso, es que me puse nervioso.
–Tranquilo, yo asumo la barriga.
–Pero dijiste que no estabas embarazada…
–Ay chico, no entiendes nada, voy a salir.
–Yovana, Yovana, óyeme. Lo que pasó se dio de manera
natural, no estaba planeado.
–¿En serio? ¿Y se encerraron?
–No, bueno, no lo tomes así.
Hubo unos segundos de silencio.
–Yo se que no te gusto en la cama, que Clemente es mejor y
sabemos de que hablo, ambas hemos estado con él.
–¿Ves? También has estado con él por separado. No seas tonta, eso no es así.
–Te escuché gritar y gemir, vi tu cara, esa cara no la
tienes cuando estás conmigo. El pene que tengo ha sido mi castigo en esta
relación.
–No digas eso.
–No me vuelvas a decir eso. –Esperanza bajó la mirada
mientras Clemente salía del cuarto y las abrazó.
–¿Por qué se pelean? Todavía me duele la cachetada, pegas
como un hombre todavía Yovana.
–Deja la estupidez Clemente, vamos a tener que sentarnos y replantearnos las
reglas.
Esperanza levantó la mirada y vio la cocina.
–Antes de cualquier cosa hay que limpiar la cocina está
hecha un desastre.
Se separaron.
–Clemente, somos una pareja de 3 y quiero estar contigo pero
yo penetrarte, tienes que aceptarlo.
–Buenoo, bueno eso lo discutiremos luego.
–Ustedes dos, vamos a limpiar y dejen de hablar de sexo,
esta relación va más allá de una cama.
–Eso tenemos que aclararlo, porque hay unos que no lo han
entendido.
–Un momento aquí los 3 hemos estado por separado así que
todos tenemos rabo de paja.
Luego de acomodar la cocina, volverla a ensuciar con la cena
y limpiar de nuevo se fueron a acostar. Los 3 desnudos mirando al techo.
Clemente entre las dos, su pene estaba erecto.
–Yo no me veo como papá.
–Somos 3 para criarlo. -Dijo Esperanza.
–Yo deseo ser madre pero me queda la adopción pero en este
país no lo lograré jamás.
–Con un niño en casa cambian las reglas de todo, hay que
ocuparse de muchas cosas y nuestras vidas cambiarán.
–Ya va, ya va preciosa, todavía no sabemos si estás
embarazada, ni siquiera el esperamtozoide debe
haber llegado al óvulo y tú ya quieres llevar al niño a la universidad.
–Yo no me voy a ocupar de un bebé, no me mudé sola para eso.
–Ah bueno ¿y entonces? ¿No somos 3 personas en una relación?
Debemos apoyarnos.
–Preciosa, si de verdad estás embarazada, piensa en la
posibilidad de abortar.
Yovana volteó a verlo, Esperanza indignada lo vio y se
levantó de la cama.
–Si así es como piensas Clemente va siendo hora que recojas
tus cosas y te vayas de aquí.
–Ya va Esperanza, vamos
a sentarnos a hablar, tampoco así, creo que fue una sugerencia.
–También puedes acompañarlo tú si te parece excelente idea
lo del aborto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario