Marido
y marido.
Yonaikel caminaba de un lado al otro en el
pequeño pasillo del Laboratorio esperando el resultado de los exámenes de
sangre.
–Naguevoná
¿y si esa vaina dice que tengo SIDA? El portu me pegó esa vaina, pero a lo
mejor no fue el portu sino el primo o quien sabe a quien me cogí, verga
chamoooo yo no puedo tener sida mi pana ¿y la jeva? Verga si la jeva se lo pegué,
me mata, ay Diosito que esa vaina salga negativa. Si tengo esa vaina tengo que
avisarle a ese gentío, hasta a Keiny. Bicho, me van a matar todos y el portu me
va a lanzá pa la calle que peo, es que mi verga no aguanta condon coño. ¿cómo
hago si no me quedan? ¿No tiro?.
–Yonaikel Pérez. -Llamaba la doctora del
laboratorio.
–Mierda,
me llamó la puta esta, me va a decir que tengo sida, sino me lo hubiese dado la
secretaria, aaay marico estoy sidoso, no puede ser… –Dígame mi Reina todo
está bien ¿verdad?
–Me temo que no, hay un problemita con
estos exámenes.
Yonaikel se puso pálido, se le cayó el
casco de la mano.
–¿Se siente bien? ¿quiere sentarse?
–No, no, dígame de una vez la vaina. ¿tengo
SIDA?
La mujer lo vio frunciendo el seño. –No,
no, para nada, no tiene SIDA, en todo caso sería VIH.
–A mierda tengo VIH, tengo VIH, mierda,
mierda, mierda ¿Y ahora doctora? No voy
a podé tirar más, me voy a morir, yo soy un pana joven, yo no me puedo y
pal hueco ya.
–Ya va, Yonaikel, ¿quieres calmarte? Aquí
no se ha hablado que tienes algo, solo te dije que no tienes SIDA, en tal caso
VIH que es el virus que produce el SIDA, pero no tienes nada, estás negativo
tanto tú como la otra persona, ¿son pareja?.
–Verga
que peo con la preguntica. No, somos amigos, amigos, vivimos juntos, como
panas en en su cama y yo en la mia, más nada.
La doctora o miraba con incredulidad y se
sonreía.
–Bueno, a veces echamos unas tiraítas.
-Comenzó a hablar con la voz más baja. –Pero hasta ahí, es así cuando me dan
ganas y le digo.
–Mmmm ok.
–¡Si puej! Si somos novios doctora, ya
vivimos juntos, dormimos juntos y todas las noches tiramos. –Ya, lo dije, a esta jeva que ni conozco le
solté el yoyo.
–No me tienes que dar tantas explicaciones,
pero me parece bien que si tienen una relación hagan este tipo de cosas y a partir
de este momento confiar y respetarse, si están en pareja y son exclusivos pues
el uso del condón está descartado, pero si van a echar una canita por fuera,
protéjanse, no sean locos.
–Lo que pasa mi doctora es que…bueno…coño
es que tengo… –Se le acercó al oído. –…un vergón largo y bien grueso. –hizo un
gesto con el brazo describiendo las dimensiones, la seretaria lo vio y se puso
nerviosa. –Entonces los condones no me quedan o los rompo.
–Muchacho ¿pero tú que tienes ahí abajo?
¿un monstruo?
–Eso dicen, ¿lo quiere ver para que vea que
no le miento?.
–No, no, no, tranquilo. Te quería decir que
cuando te hiciste los exámenes te fuiste sin pagar y esto hay que pagarlo antes
de realizarlos, lo pasé porque conocemos al señor Fernando, pero que no se
repita.
Yonaikel se le acercó a la doctora y le dio
un beso en la boca efusivamente.
–GRACIAS DOCTORA, me salvó la vida con este
examen.
–¡Niño, pero deja la emoción, ¡yo estoy
casada!
–DISCULPE GRACIAS GRACIAS GRACIAS.
Salió y se fue donde la secretaria.
–Toma un chocolatico mami y un beso. -Le
dio un beso en la boca con lengua incluída. –Un día de estos vengo y te
secuestro pa un hotel.
–¡Con semejante monstruo que llevas entre
las piernas, ni loca!
–¿Lo quieres ver?
La muchacha no repondió pero no dijo no ni
tampoco se movió de posición. Yonaikel volteó a ver si no había nadie y se bajó
el pantalon mostrándole el interior estampado con el enorme bulto que marcaba.
–Ya, ya, lo vi, súbete el pantalón.
–¿Quieres?
–Noooo, eso es muy grande Yonaikel, vete
que nos van a ver.
–Bueno tú tienes mi número mami, me avisas.
-Pagó los exámenes para irse.
–Chao.
Yonaikel se fue en su moto, feliz, se fue
directo al supermercado. Al estacionar la moto revisa el celular y tiene un
mensaje.
–<Yo te aviso para vernos, un beso>
Entró al supermercado saludando a las
cajeras hasta llegar a la oficina de Fernando.
Tocó la puerta, algo que normalmente no
hace.
–Adelante.
–Hola papi.
–Hola mi amor pasa y cierra la puerta, !que
sorpresa! –Le dio un beso en la boca
–Ando quesúo y con la leche a punto de
salirme. Mámamelo.
–No puedo ahora ando full.
Yonaikel se bajó el pantalón y el interior
y salió brincando el enorme pene.
–Anda vale, agáchate, estoy a puntico
Fernando se arrodilló e introdujo el pene
en su boca, poco a poco sin dejar nada fuera, bajaba a su garganta aquel enorme
miembro. Fernando solo sintió el tibio líquido bajando dentro de él.
–UUUF papi, que vaina pa buena.
Fernando comenzó retirar el pene de su
boca, sus ojos estaban humedecidos pero complacido de haberlo hecho. Se
levantó.
–Me encanta que te guste eso.
–Papi, los exámenes salieron negativos,
estamos sanos, sanos, sanos.
–¡Qué bueno! Pues ya que estás aquí te
tengo otra sorpresa, iba a esperar a llegar a casa pero te lo digo ahora,
siéntate.
–No me asustes portu mira que hoy la pasé
lacra en ese laboratorio.
–Jajajaja ¿por qué? ¿Te has portado mal
acaso?
–No valeee, noooo, lo que pasa es que esa
vaina siempre da susto puej.
–Bueno, para que no tengas más susto vamos
a portarnos bien para seguir juntos y luego casarnos. –Fernando agachó la
cabeza y se sonrió.
–¿Ya vas a empezar con la vaina de
casarnos?, ¡que mamón!
–Es jodiendo mi amor, cálmate.
–Ajá, cuéntame de la sorpresa portu.
–Nos vamos a Portugal a vivir.
–¿Cómo es la vaina?
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