lunes, 14 de agosto de 2017

DE REPENTE TU 9. Capítulo 7


Amenaza: Chile.



Luego de reunirse con Verónica, para cuadrar las reuniones del Foro, cada uno se fue a su habitación, que estaban una al lado de la otra y se comunicaban con una puerta interna.



Pablo entró a la ducha. Abrió la llave del agua caliente, tomó la barra de jabón y comenzó a pasarla por su cuerpo mientras el agua corría sobre él. La deslizaba por su pene y testículos y luego entre sus nalgas, volvió a su pene y comenzó a tocarlo, poco a poco la flacidez se esfumaba para dar paso a una progresiva erección. Enjabonaba sus piernas, al levantarse un delgado hilo de agua bajaba del glande mientras la ducha caía en su cabeza, tomó el frasco de champú y se esmeró en lavar su barba haciendo espuema para luego enjuagarla y seguir con el acondicionador para la misma zona.



Tomó el gel de baño y derramó una buena cantidad en su pene para comenzar a masturbarse. La puerta que comunica un cuarto del otro se abría lentamente. Una mujer entraba que volvió a cerrar con la misma lentitud con la que abrió y caminó hacia el baño. Un cuerpo escultural vestido con un diminuto bikini y una cabellera a media espalda. Descalza, caminaba en puntillas sobre la mullida alfombra.



Se detuvo en la puerta mientras veía como Pablo se masturbaba y el agua corría por su cuerpo. El vapor invadía el baño. Los vidrios de la ducha apenas dejaban ver la silueta de Pablo. Ella decidió entrar a la ducha.



–Hola.

–¿¡Verónica!? ¿Qué haces aquí?.

–¿Tengo que explicartelo?  -Le dio un beso en la boca y tomó su pene para llevarlo a su vulva. Él la tomó por las nalgas y la alzó para penetrarla de una vez. Pegó la espalda de ella a la pared y comenzó a moverse.

–¡Así quería que me tuvieras, poséeme, hazme tuya!

–Eres mía y ahora más que nunca. -Pablo empujó para penetrarla más profundo, la tomó del cabello halándoselo con fuerza.

–Acábame adentro, lléname de ti, préñame.

3 sacudidas fuertes y Pablo retiró su pene ya flácido, haciendo que ella bajara y se dieran un beso intenso mientras se duchaban.

–Vamos a apurarnos que todavía tenemos que desayunar.

–Va a ser el mejor desayuno de mi vida.

–Seguro que sí.



_________



Jesucristo se levantaba sobresaltado, se había quedado dormido y no había puesto la alarma. Estaba solo en casa en casa de Pablo.

Sonó su celular. Era Esperanza.

–<<Aló>>

–<<Hola, ya estoy abajo>>

–<<¡Voy voy, me voy a duchar!>>

–<<Cristooooo, hay que irnos ya valeeee, ¿hasta cuando? Me voy>>

–<<no, no, no ya va deme un chance>>



15 minutos más tarde Jesucristo bajaba con la camisa a medio abotonar, con el cabello sin peinar y mojado y los zapatos en la mano.

–¡Ya, ya llegué, que estrés!

–Estrés porque quieres mijo, ¿para que tienes la alarma?.

–No la puse, es que estoy solo y sin Pablo estoy vuelto un lío en esa casa.

–No me quiero imaginar como debe estar esa casa.

Jesucristo se quedó callado.

–Aaaay mi amor eso debe ser un desastre, ¡cuando regrese Pablo te va a formar un peo! ¿Tú quieres que le diga a la muchacah de servicio de mi mamá que vaya  y te limpie?

–¿En serio? ¿Hará eso por mi?

–Eso o te sacarán a patadas del apartamento, yo le digo que vaya.

–Pero lo paga usted, Pablo me dejó dinero pero no para eso, me dijo que llevara una relación de gastos para que el dinero me rindiera y él supiera en que lo gasté.

–Me parece muy bien mi amor, a ver si te centras, ya eres grandecito jajajaja

–Pero no lo he hecho…

–¿Por qué no me extraña? ¿Trajiste las guias para las prácticas?

–Si, creo, en este papelero debe estar.

–¡Ay Dios! Ahora que estacione revisamos. Como sigas así no sé como vas a pasar el semestre.

–Tengo que contarle algo Esperanza.

–A ver si adivino, se trata de Pablo.

–Si, como le dije está en Chile en el Foro de Publicidad y está con Verónica. Están tirando.

Llegaron a la universidad y se estaba estacionando para luego revisasr las carpetas.

–Ajá, pásame esas carpetas, ¿cómo sabes que están tirando? ¿te lo dijo? ¿o lo soñaste como siempre?

–Lo sé, esa tipa iba a hacer lo que sea por acostarse con mi novio.

–¿Lo sabes o lo soñaste Cristo?



_________



Pablo estaba en el restaurante ya sentado desayunando. Verónca llegaba.

–Hola buenos días mi amor ¿cómo estás?

–Buenos días Verónica, ¿quieres desayunar? ¿Te sirvo?.

–Ah caramba que caballero, si por fa, pero solo fruta y cereal con leche.

Pablo terminó de leer un mensaje y dejó el celular en la mesa y se fue a buscar el desayuno. Verónica cogió el celular y revisó las fotos.

–Debe haber alguna de su guebo aquí, seguro se las manda al niñato ese. –Consiguió una y abrió los ojos y tragó saliva, dejó el celular en la mesa.



–Toma, buen provecho, voy por café.

–Gracias, igual



–¿Por qué bajaste tan tarde si te levantaste al mismo tiempo que yo?.

–Debo confesarte algo, pedí la llave de la puerta que nos comunica en recepción, entré a tu cuarto y me quedé viendo como te masturbabas.

Pablo no podía creer lo que estaba escuchando, su cara se enrrojeció de la vergüenza.

–¿Tú te volviste loca? ¡Eso es acoso! ¿Cómo se te ocurre hacer eso?

–Tranquilo relájate, solo vi, no me quedé mucho tiempo. Estuve a punto de quitarme el piyama y ducharme contigo pero no quería ser rechazada.

–¡Obviamente te iba a rechazar y sacarte a empujones de ahí!

–Qué necio eres…

Sonó el celular de Pablo, cuando levantó la mano para contestarlo, un hilo rojo rodeaba su muñeca que cayó al suelo al coger el celular. Era Jesucristo.

–<<Hola mi amor ¿cómo estás?>>

–<<Buenos días novio, yo estoy bien, llegando a la Universidad ¿y usted como está, qué hace?>>

–<<Desayunando con Verónica para irnos al Foro que será hasta la tarde>>.

Jesucristo respiró hondo. –<<Esta bien novio, yo lo llamo en la tarde voy a clases, quiero hablar con usted>>

–<<Vale mi amor cuídate y dale un beso a Esperanza de mi parte>>

–<<Con gusto, de su parte, hasta luego>>



–¿Ya? ¿más tranquilo?.

–Está desayunando con ella, la golfa esa.

–Desayunando, es normal. No me respondiste ¿lo viste o lo soñaste?.

–Lo soñé, lo soñé, pero fue muy real, todo era perfecto, nítido.

–Si, en HD Cristo, deja la estupidez y la paranoia, confía chico, confía en ese hombre que te ama, el confía en ti, también estás solo en esta ciudad.

–Si pero yo no haría esas cosas.

–Ah y él sí, ¿por qué?

–Porque Pablo es muy guapo y todos quieren con él.

–Hasta yo quiero con él Cristo, pero eso no quiere decir que Pablo se va a acostar con todo el que se le atraviese. No lo hizo con mi hermano, que está bien bueno y es un madurito bello y esta es una tipa. Deja de cuaimatizarte.

–Esta noche lo llamo de todas maneras.

–Aaaaaaaay Cristo, te van a lanzar pa la calle como sigas con los celos.

Mira, creo que hoy nos toca en este laboratorio y aquí no hay material, no sé con que quieren que practiquemos.

–Ya nos dirán, iremos en dos grupos.

–Yo también tengo que contarte algo Cristo.

–Ay Dios mio, lo suyo debe ser peor, usted vive con un hombre y una medio mujer, eso debe ser una montaña rusa de cosas.

–Creo que estoy embarazada.

Jesucristo se puso pálido y se le quedó mirando fijamente.

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