De
despedidas y recuerdos.
Pablo se comprometió con José Arturo y
Keiny en bajarlos al aeropuerto. Los acompañaba Yonaikel en su moto.
Gracias a los buenos contactos con el
presidente del aeropuerto José Arturo logró que Pablo y Yonaikel cruzaran
inmigración.
Almorzaron juntos pero no los cuatro. José
Arturo comía con Pablo en un restaurante de sushi. Keiny y Yoanikel optaron por
comida chatarra.
–Estoy muy contento con la agencia y con
todo lo bueno que se viene para el próximo año y bueno, lo que queda de este.
–Me alegra saber eso aunque me imagino que
tus impresiones se las diste al jefe.
–Si claro. Creo que fue una excelente
decisión quedarme con ustedes para manejar la publicidad tanto aquí como en
Panamá.
–Ya verás que lo que viene será mejor. Ha
sido un reto trabajar con ustedes.
Hubo un silencio, brindaron con una cerveza
y luego habló José Arturo.
–Reto fue el quererme acostar contigo pero
no lo logré. Coño carajito que bello eres y esa barba que me vuelve loco.
–Jajajaja José Arturo eres un sinverguenza,
tienes un montón de años casado con Keiny, pórtate bien.
–Por eso mismo, quiero ver otros culos,
otros guevos, yo amo a Keiny, eso no va a cambiar, yo no me voy a enamorar de ti,
solo quiero acostarme contigo.
–O sea que todavía quieres.
–Todavía quiero, yo no pierdo las
esperanzas, yo volveré al país pronto.
–Jajaja ok ok. Yo estoy muy bien con
Cristo, lo amo y no me veo con otra persona sino con él. No me gustaría echar a
perder una relación por un momento de placer que aunque puedo imaginar que la
disfrutaría, no me gustaría hacerlo
–Me gusta eso que estés feliz con el chamín
pero que bueno que me abres una ventanita de esperanza. -José Arturo le guiñó
el ojo.
________
–Chamo tenía el hambre pareja, me rugía la barriga.
–Si yo también tenía hambre.
–¿Y cuándo vuelven pa’ca?
–Pronto, el año que viene.
–Tengo ganas de emburrate el guevo, ando
quesúo.
–Yo creo que tu andas quesúo siempre
jejeje.
–Ya se me paró y no puedo levantarme, estoy
prensa’o
Keiny lo vio a los ojos unos segundos y
luego habló.
–En la puerta 11 hay un baño que no va
mucha gente. Voy a caminar hacia allá, te espero.
–¿Me esperas pa qué?
–¿No quieres emburrarme?
–Verga mi pana estamos en el aeropuerto.
–¿Quieres o no? yo voy para allá.
Keiny comenzó a caminar, Yonaikel sentía
como su pene ya erecto le palpitaba bajo el pantalón. Se quedó unos segundos
sentado pensando. Le vino a su cabeza Fernando.
–¿Ah
pues y ahora porque me da por pensar en el portu? Naguevoná como si nunca te
hubieses cogido a alguien estando con la jeva o con este para que ahora te
pongas así, se me bajó la verga, que bolas. Bueno portu vete de mi cabeza puej.
No joda, ahora no voy a poder tirar con el sifrino este… -Yonaikel ya iba caminando cruzando la puerta 10.
Llegó al baño, era un pasillo que cruzabaa
la izquierda y luego a la izquierda nuevamente. Había un hombre en uno de los
urinarios. Keiny estaba en el último cubículo. El motorizado se colocó en el
urinario que estaba justo al frente del urinario esperando que el hombre se
fuera, pero no se fue.
Keiny le quitó el seguro a la puerta y
Yonaikel volteó y entró.
–Hay un tipo allá afuera. -Le susurraba al
oído a Keiny
–Sí yo sé, el tipo está pendiente de una
vaina, no le pares.
Keiny se bajó el pantalón y el interor, le entregó
un condón XL a Yonaikel. Se colocó saliva entre las nalgas.
–Esta vaina no me va a quedar.
–Sí te va a quedar póntelo.
–Me va a bajá el guevo, me va a quedá
apretaó.
–Póntelo.
Mientras se lo ponía el hombre que estaba
afuera se acercaba lentamente cambiando de urinario.
Yonaikel dejó caer saliva sobre su pene
para luego tomarlo en su mano y dirigirlo entre las nalgas de Keiny. Comenzó a
empujar. Keiny apretaba los ojos mientras sus manos las apoyaba de la pared
haciendo presión. El enorme pene del motorizado se abría paso entre las nalgas
del empresario que sentía como cada centímetro entraba en su cuerpo.
El hombre había entrado en el cubículo de
al lado y se subió al inodoro.
Yonaikel tenía a Keiny tomado de los hombros
mientras lo iba penetrando, su pene aún le faltaba por entrar, pero ya Keiny le
temblaban las piernas aguantando las dimensiones del motorizado.
Lo
penetró por completo y se le escapó un fuerte gemido que hizo que apretara las
nalgas y el pene de Yonaikel.
–AAAAAH AAAH. –Se escuchó sobre ellos, el
hombre se masturbaba viéndolos y se corrió. Al escucharlo Yonaikel se asustó,
perdió el equilibrio y ambos se fueron hacia adelante cayendo al suelo ya que
la puerta quedó abierta.
–El hombre se bajó y se fue del baño
corriendo pero entró el de la limpieza.
–¿Ustedes que hacen ahí? –El hombre se
acercó mientras ambos se levantaban. No pudo evitar ver el pene de Yonaikel. Se
impresionó.
–Nada señor nos tropezamos estábamos…
–¿Estaban metidos ahí haciendo cosas?
–No mi pana, señor, don… bueno sí, pero no
diga nada, nosotros nos vamos y listo.
–Si me dan algo pal almuerzo no digo nada.
–Tú si eres bravo mamaguevo, no te voy a
dar un coño
Keiny sacó su billetera y le dio 10
dólares. –¿Así está bien?
–Muy bien señor. Yo me salgo del baño y lo
dejo fuera de servicio pa que ustedes terminen sus cosas.
El hombre salió y puso un cono de seguridad.
–Bueno ya tenemos el baño para nosotros
solos, quítate toda la ropa.
–Nooo chaaamo, ya se me bajó la verga. Mi
pana le diste 10 dólares tas como loco.
–Era eso o nos descubren aquí y José Arturo
se entera.
–Voy a salir.
–Ve directo al restaurante de sushi, ellos
están allá, yo salgo ahora.
Keiny se fue a limpiar, lavarse las manos y
peinarse.
–¿Dónde estaban ustedes? Ya tenemos rato
que terminamos de comer.
–Comimos hamburguesas y le estaba mostrando
el aeropuerto a Yonaikel.
–Mmmm ya…vamos al Duty Free
Entraron a la tienda de perfumes. –Pablo
escoge lo que quieras de la tienda yo te lo regalo y dile a Yonaikel que agarre
algo para él.
–No chico, no te molestes ¿que es eso? No
tienes que hacer eso.
–No me rechaces el regalo también vale, acpetalo
por todas las atenciones. Quédense aquí yo voy a hablar con Keiny.
–Yonaikel ven acá, José Arturo nos va a dar
un detalle de esta tienda lo que escojamos, pero no te vuelvas loco agarra una
sola cosa, un perfume o un gel, lo que quieras.
–Naguevoná ¿de verdá? Chamo a mi me da
pena.
–A mi también pero no hubo manera de cambiarle
de parecer.
–Yo lo digo porque me acabo de cogé al
Keiny en el baño, por eso nos tardamos.
–¿Qué? ¿Pero te volviste loco? ¿Cómo coño
se te ocurre hacer eso?
–Chaaamo andaba quesúo y ese pana está
buenísimo.
–¿Tú no tienes novio?
–Eeeh si, bueno, novio novio…este.
–Ya va, Cristo me dijo que estás viviendo
con Fernando el tipo este del supermercado.
–Si puej somos novios, el portu y yo somos
novios, es mi novio, estoy enamorado de él.
–No parece…
–Vamos a buscá nuestro regalo ¿sí?
–Descarado. -Pablo le dió una palmada en la
cabeza y se rió.
_________
–¿Y eso que le vas a regalar algo a estos
dos?
–Porque me provocó, Pablo se ha portado a
la altura en estos días que hemos estado aquí.
–Ok, es verdad ¿y a Yonaikel por qué?
–Fuiste capaz de tirar con él aquí en el
aeropuerto, verga Keiny.
–Pudiera decir lo mismo de ti y Pablo, no
me creo que no hayan tirado.
–Créelo, me rechazó.
–Aaaah te lo querías tirar.
–Pero no ocurrió, pero tú sí tuviste tu
bochinche con el malandro este.
–Bueno sí José Arturo, lo tuve, me provocó.
–Listo malandrito, me lo dices y ya, pero
no me marees inventándome vainas.
–Te confieso algo amor
–Dime.
–Yonaikel tiene un vergón, una vaina
descomunal, pero el sexo es mejor contigo.
–Aaaay malandrito si hablas pendeja…-Keiny
en medio del pasillo del aeropuerto le dio un beso a José Arturo.
–Te amo guevón que eso no se te olvide
nunca.
–Y yo a ti. Vamos a la tienda porque tu
amante debe haber agarrado un poco de vainas.
–Idiota.
–Jajajaja
Regresaron a la tienda. Pablo escogió un
perfume pequeño. Yonaikel veía las estanterías pero no agarraba nada.
–¿Listo?
–Si, toma, esto es lo mío.
–¿Este? ¿tan pequeño?
–Si, si, tranquilo, ese me gusta y el
tamaño es perfecto.
José Arturo tomó el perfume y le preguntó a
Yonaikel si había agarrado algo.
–No mi pana tranquilo, todo fino pero no me
llevo nada gracias.
José Arturo fue a la caja.
–Mi amor búscame el perfume grande de este
por fa. -Se acercó a Yonaikel. –Chamo, agarra lo que te gusta, no hay problema.
–Se le acercó al oído. –Lo que ocurrió en el aeropuerto se queda en el
aeropuerto.
Yonaikel tragó saliva y fue a buscar lo que
le había gustado. Lo puso en la caja y José Arturo le pasó la mano por la
cabeza despeinándolo.
–Gracias por acompañarnos en estas horas de
verdad la pasamos muy bien en nuestra estadía. Tanto laboral como personal. Nos
veremos pronto Pablo
–Seguro, feliz viaje y avisen cuando
lleguen a Panamá. –Abrazó a José Arturo y este lo apretó con fuerza. –Cuídate
carajito y cuida a tu novio, ámalo mucho.
–Gracias, lo haré. Chao Keiny, un placer
conocerte.
–Chao hermano, suerte y estaremos en
contacto. Chao Yonaikel, dame un abrazo.
Se abrazaron y Yonaikel le habló al oído.
–Mosca con tu esposo, sabe todo.
–Lo sé, tranquilo, no te odia, todo va a estar
bien.
–¿Ah si? Bueno, suerte mi pana, nos chateamos
por guasap.
Pablo y Yonaikel terminaron de despedirse y
salieron de inmigración para irse al estacionamiento.
–El José Arturo es bien pana, supo lo de
Keiny conmigo y tan tranquilo, hasta me compró un regalo.
–No te creas chamo, eso da arrehera por muy
abiertos que sean con el tema, José Arturo quería tener algo conmigo pero yo no
quise.
–¿Quééé? Que conejo eres, te lo hubieses
tira’o, ese tipo está podrío e bueno, no le viste el cuerpo que tiene? Eso está
uf nené.
–Jajaja Yonaikel tu y yo tenemos pareja y
le debemos respeto, lo que hagan los demás es porque lo han conversado. ¿Tú
hablaste con tu novio de tener una relación abierta?
–No, yo me tiro a quien sea, no sé si él
sabe.
–¿Ves? Respeto Yonaikel, respeto a tu
pareja y a ti mismo, piensa en eso. Chao, avisame cuando llegues.
–Respeto,
respeto, coño pero es que yo quiero tirá con quien quiera nojoda, el portu le
gusta tirá todo el día pero a veces no está cerca, ademá yo no soy propiedá de
nadien, yo hago lo que me dé la gana. Además el portu a lo mejor también está
con otro por ahí. Naguevoná si el portu se lo coge otro lo mato. Pero yo hago
lo mismo, coño…verga es que el portu me gusta que jode, Pablo tiene razón tengo
que respetar al novio, mi novio, no joda tengo novio que vaina tan loca, cuando
se enteren en el barrio seré la loca, seguro que me van a querer coger, todos
son unos maricos chico, yo si soy marico que fue ¿cuál es el peo? Voy a buscar
a mi portu pa contarle lo que hice y me perdone y comencemos de nuevo.
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