Corazones
entrelazados.
–Buenos días, aquí estoy como me dijo a las
ocho en punto dispuesta a comenzar a trabajar en esta agencia y dar lo mejor de
mi para que no se arrepienta de haberme contratado. -Hablaba Verónica al dueño
de la agencia de publicidad en Chile. Ella sonrió.
–Yo
lo que quiero es que vos seas mía, no me interesá tu trabajo, me interesás vos.
Eso espero, de momento trabajarás sin contrato mientras arreglamos tu situación
legal, luego hablaremos del sueldo, por lo pronto ganarás por debajo del sueldo
de tu cargo.
–No me importa, el caso es que estaré
trabajando.
–Si no querés quedarte en el hotel, podés hacerlo
en mi apartamento, vivo solo y tengo una habitación desocupada.
Verónica lo vio a los ojos, sabía que
habían otras intenciones pero no le importó y accedió.
–Esta es la dirección de mi departamento,
tomá un taxi y llevá tus cosas y me esperás, aquí están las llaves.
Verónica le dejó su curriculum y otros documentos
que trajo de su país para el Foro y se fue a buscar las cosas en el hotel.
Luego de las seis de la tarde ya instalada
en el apartamento, esperaba al hombre para terminar de concretar su estadía y
que le dijera las cosas y normas de la casa.
–¿Pero de qué hablás? Estás en tu casa, haz
lo que quieras, cociná, limpiá, dormí, ducháte, pon las cosas donde quieras,
sentáte cómoda. Vamos a celebrar con un buen vino, buscá las copas.
Se quitó el saco y la corbata. –Ponete
cómoda. -Ella se quitó los tacones.
–Brindemos.
Unas enormes copas con vino tinto chocaron
en el aire. En la mesa de la cocina unos quesos que había sacado de la nevera
acompañaban la bebida.
–Por que estés en este país por muchos
años. -Le dijo a Verónica mirándola a los ojos. Era un hombre guapo, con un
cuerpo bien cuidaddo a pesar de los 55 años de edad. Verónica lo veía a lo
ojos, bebieron de sus copas y las dejaron en el mesón.
–Sos hermosa. –Verónica se abalanzó sobre
él y le dio un beso en la boca. Él sorprendido, respondió al beso.
–¿Qué
estoy haciendo? Apenas conozco a este tipo ya ya lo estoy besando?...y me está
metiendo mano, ¿qué hago, qué hago?. –El hombre comenzó a desabrocharse el
pantalón y luego lo hizo con ella.
–¿Qué hace?
–Lo que quería hacer desde hace días.
–Ya va, ya va, apenas lo conozco y yo…-Otro
beso calló su boca y su pantalón se deslizó al piso junto con el de él. Le puso
las manos en las nalgas y la alzó para llevarla a la habitación.
–Esto no esté bien.
–Tú también quieres, vas a ser mía.
_______
Pablo llegaba a su apartamento, era ya de
noche, estaba todo oscuro pero el reflejo del televisor de la habitación era lo
que iluminaba en penumbras el lugar. Dejó la maleta en la sala y se fue a la
habitación.
Jesucristo dormía, el televisor encendido
con el volumen alto aturdía. Pablo encendió la lámpara de la mesita y apagó el
televisor, abrió su bolso de mano y sacó una pulsera de hilo rojo con la mitad
un corazón en oro entrelazado. Se la colocó en la muñeca al muchacho para luego
quitarle el bóxer.
Él tenía puesta su pulsera, tomó la muñeca
de Jesucristo y besó el corazón. El muchacho abrió los ojos.
–Buenas noches mi amor.
El muchacho se estiró. –Mmmmmm buenas
noches novio, llegaste.
–Si mi amor, ¿cómo estás? Te extrañé. Mira
tu muñeca.
Jesucristo vio la pulsera y se sonrió. –Qué
bonita novio, gracias.
–Mira la mía, dale un beso en el corazón.
El muchacho se acercó y le dio un beso,
Pablo le agarró la cara y lo besó en la boca. Aquella brisa con aroma a frutas
despertó al muchacho. –Quiero hacerte el amor ahora.
Se quitó la ropa y entró a la cama.
Jesucristo se agachó para hacerle sexo oral y su mano se fue a la barba de él para
acariciarla mientras disfrutaba lo que hacía.
Pablo lo haló hacia arriba para que el
muchacho se montara sobre él y penetrarlo. Jesucristo se sentó y con su mano
llevó el pene a su ano para que entrara, cerró los ojos.
Pablo estiró su mano derecha para tomar la
mano derecha de él mientras que el muchacho se movía y comenzaba a gemir y
disfrutar. En el vaiven y con sus manos tomadas, ambos corazones amarrados al
hilo rojo se tocaron uniéndose, en ese momento un escalofrió los recorrió a
ambos por sus espaldas, cerraron sus ojos. A Pablo le corrían las lágrimas sin
esfuerzo al igual que a Jesucristo que ahora se movía lentamente.
–Te amo Cristo, te amo.
–Y yo a usted novio, lo voy a amar siempre
más allá de esta vida lo amaré.
Se agachó para besar a Pablo, sus manos se
soltaron y los corazones se separaron. En ese instante Pablo se corrió dentro
del muchacho y este hizo lo mismo sobre el pecho de Pablo.
Estiró su pierna para quedarse acostado
sobre su novio, mientras que este lo acariciaba.
–Novio, no me deje de amar nunca, yo soy
suyo y usted es mío.
–Eso no va a pasar mi amor.
Se quedaron dormidos. Al amanecer Pablo
abrazaba a Jesucristo, estaba detrás de él. Sus manos entrelazadas mantenían
los corazones juntos. Un movimiento y se separaon las pulseras, abrieron sus
ojos. Ya era de día, el sol entraba por la ventana iluminando completamente el
cuarto.
Luego de desayunar con huevos, panquecas,
jugo, café y galletas, el muchacho ayudaba a Pabo a deshacer la maleta. Se puso
a colocar los productos de higiene personal en el baño.
Una lata redonda y chata le llamó la
atención, lo sostuvo entre sus manos y leyó: Initiative Forest fruits Blend Beard Balm.
Abrió la lata y un aroma lo envolvió, cerró los ojos
y el olor lo llevó al momento que Pablo lo besaba y rozaba la barba con su piel.
–Así que esto
era lo que yo olía. Yo que pensaba que este hombre me transportaba a otro sitio
a un campo de frutas, que desilusión…
–¿Qué haces mi amor? Voy a meter una ropa a lavar,
¿tienes algo por lavar?
–¿Usted se echa esto en la barba?
–Si, es un bálsamo para hidratar el vello de la
barba, huele muy rico ¿verdad? El olor permanece por hooooras.
–Si, ya me di cuenta, yo pensaba que sus besos eran
algo impresionante y resulta que su barba huele a esto.
–Jajajaja que bobito eres Cristo, ¿por eso te vas a
poner bravo?
–Me voy a duchar.
________
Verónica estaba de pie al lado de la cama con la
sábana tapándose el cuerpo y viendo al hombre dormir, estaba desnudo.
–¡Que mal
sexo con este tipo por Dios! Pero a esto le tengo que sacar provecho.
Se fue al baño para ducharse y el hombre se levantó.
Se asomó al baño para verla y se devolvió a la cama.
–Esta va a ser
mi mujer y la que me va a atender en casa y sacarla para presumir de hembra. Se
va a casar conmigo y que se quede en
casa atendiéndome, nada de trabajar conmigo.
–Voy a
aprovecharme de este viejo y sacarle dinero y mientras trabaje me ahorro el
dinero para luego largarme de aquí.
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