Yerson, el chico que contrataron para tener sexo con él, se
terminó de quitar el pantalón. Unas piernas trabajadas en el gimnasio,
depiladas y fuertes. Lucas no le quitaba mirada a la entrepierna.
El interior eracblanco, la tela no era gruesa y se veía lo
que ya se sospechaba; Un miembro grueso que al estar erecto podría medir fácilmente
unos 23 centímetros.
–Ni de vaina me voy a meter eso. -Dijo Lucas mientras Yerson
se quitaba el interior y aparecía moviéndose hacia los lados el grueso pene que
lo rodeaba un vello negro.
–Tranquilo, mira lo que tengo para que aguantes eso y más.
–¿Qué es eso? –Teodoro le mostró un pequeño frasco color
ambar, era popper, lo movió en su mano sonriendo.
–Con esto ese guevazo te va a entrar ligerito.
–Bueno, ¿qué quieren hacer?.
–Agáchate y mámale el guevo. -Le dijo Teodoro a Lucas que
estaba visiblemente nervioso. Su amigo le puso la mano en el hombro y lo
agachó. –Coño mámaselo marico, a eso vino, a que lo disfrutes.
Lucas se agachó tomando el enorme pene entre su mano que se
veía diminuta ante el grosor de aquel miembro, con los dedos le retrajo el
prepucio y acercó su nariz.
–Está limpio papá, te lo puedes mamar con confianza. -Acercó
su boca al glance grueso y rosado, saco la lengua y humedeció la punta para
luego introducirlo lentamente en su boca.
–¿Te puedo chupar la tetilla?
–Por lo que pagaste puedes hacer lo que quieras. -Teodoro
chupó la tetilla derecha y luego le dio un beso en la boca que Yerson respondió
introduciendo su lengua y cogiéndole la barbilla. Lucas apenas tenía el glande
en su boca y sentía que no podía con todo lo que se le venía, llevó su mano
hasta la base del pene y abrió la boca salivando.
Poco a poco lo introducá en su boca aunque le costaba, lo
sacaba y comenzaba a lamerlo.
–Tu amigo me va a bajar la verga como siga mamándolo así.
–Le susurró Yerson a Teodoro.
–Déjalo es inexperto, apenas se lo han cogido dos personas,
mi padrino y yo. –Yerson abrio los ojos y se sonrió.
–Párate que ahora se lo mamo yo, mámame el guevo a mi.
–Si quieres chúpame el culo papá, eso me gusta, también está
limpio. –Dijo Yerson.
Teodoro se agachó hasta quedar a nivel del pene, una
vez ahí se lo introdujo en la boca y
poco a poco fue tragando aquel pene que iba desapareciendo ante la mirada de
Yerson que estaba excitado. Teodoro lo miraba mientras el pene llegaba a la
garganta, sus ojos se aguaron pero el pene estaba completamete dentro de la
boca del chico. Yerson le dijo a Lucas que mirara, Teodoro se sacó el pene de
la boca dejando caer hilos de saliva.
–¿Ves? así es como se mama un guevo Lucas, aprende. –El
chico se puso rojo al escuchar a Teodoro.
–¿A quién me cojo primero?
–A Lucas, él es el homenajeado
Lucas se puso sobre la cama de rodillas, Teodoro se le
acercó. Yerson sacó un preservativo y el lubricante, abrío el paquete y lo sacó
estirándolo antes de colocárselo. Se lo puso en la punta del glande, apretó el
pequeño espacio del final y comenzó a desenrrollarlo cubriendo todo el pene.
–Tápate este hueco e inhala, despacito, no te vuelvas loco.
–Lucas lo hizo y un extraña sensación de plenitud y emoción lo invadió, Yerson
le colocaba lubricante en el culo mientras jugaba con sus dedos. Teodoro le
colocó el frasco en el otro orificio nasal y volvió a inhalar.
–Marico, ¿qué me diste?
–¿Te gusta verdad? Ahora te van a dar palo. Métele esa
vaina.
Yerson restregó su pene unas tres veces entre las nalgas
para luego introducirlo lentamente.
–No le pares, mételo que este aguanta. –El pene comenzaba a
delizarse, Teodoro le dio para que inhalara de nuevo y Yerson ya tenía
penetrado al muchacho, comenzaba a moverse.
Lucas gemía mientras Teodoro le metía su pene en la boca.
Yerson se aferraba a las caderas del muchacho sacando y metiendo el enorme
miembro en el culo cada vez más dilatado. Lucas tenía la cara roja, los ojos
abiertos y una expresión que Teodoro jamás le había visto. Los poros abiertos,
sudoración excesiva. La mandíbula le temblaba, estaba excitado. No paraba de
gritarle a Yerson que siguiera, volvía a mamarle el pene a su amigo.
Yerson lo tumbó en la cama para penetrarlo de lado
levantándole una pierna, el ano del chico estaba dilatado e inflamado, ya no
sentía nada pero deseaba tenerlo adentro más tiempo. Teodoro lo besaba mientras
Yerson le daba cada vez más duro. Lo volteó poniéndolo boca abajo, se acostó
sobre él dejando que el pene entrara solo para luego mover sus caderas.
Sacó su pene y se puso de pie. –Vente, párate que te voy a
cargar.
Lucas se puso de pie también y se agarró del cuello de
Yerson, este lo alzó colocándole las piernas en su espalda abrazándolas con
ellas. Tomó su pene y lo dirigió al culo
del chico, Teodoro se agachó para ver la penetración.
–Maaarico, tienes ese culo abierto, como entra esa verga,
que divino.
Teodoro agachado veía como Yerson alzaba al chico para que
su pene entrara y saliera. Lucas estaba enloquecido. Teodoro le pidió a Yerson
que parara un momento y le dio a inhalar a Lucas más popper. Yerson siguió
mientras Lucas gritaba.
Yerson lo tumbó en la cama, se acercó y le alzó las piernas
poniéndoselas en su pecho para penetrarlo de nuevo. Le apartó las piernas y se
agachó hasta pegar su frente con la de Lucas y mover sus caderas lo más rápido
que podía. Teodoro se masturbaba viendo a Yerson moverse.
Lucas estaba extasiado, su cabeza hacia atrás y los ojos
cerrados mientras gemía, lo tenía excitado. Yerson se detuvo, se levantó,
retiró el pene y jaló el preservativo para comenzar a masturbarse. Cuatro
sacudidas y tres chorros cayeron en el abdómen del chico que al sentir el semen
caliente se retorció de placer. Teodoro no aguantó y se introdujo el enorme
pene de Yerson en la boca y terminó de limpiar los restos de semen que
quedaban.
Lucas se volteó poniéndose de lado luego de acabar. Se quedó
dormido.
Yerson se levantó de la cama, su pene aún erecto, le colgaba
un hilo de semen que no terminaba de caer al suelo.
–Ahora me tienes que coger a mi.
–Plomo, esto no se baja todavía, ponte. –Yerson se pusó otro
preservativo para ahora penetrar a Teodoro que ya estaba con sus nalgas
abiertas para recibir el enorme miembro.
Al terminar, Yerson aun seguía con el pene erecto.
–Marico, eres una máquina.
–Pastilla azul papá, tengo que cumplir para eso me pagan.
–¿te drogas?
–A veces, aquí cargo.
–¿Qué tienes?
–Coca.
–¿Me das? Te lo cambio por una jeringuita de heroína.
–Coño, tú no te andas con guevonadas, si va.
Yerson le dio un poco del polvo blanco, armó dos rayas, una
para él y la otra para el chico.
Teodoro que aún cargaba los efectos de la heroína, al
inhalar la coca lo tumbó dejándolo casi inconsciente.
–¡Chamo, chamo, tu amigo está desmayado, Chamooo! -Yerson
empujaba a Lucas que apenas reaccionaba. –Despierta, el pana se metío talco y
ahí quedó yo me voy.
Yersón salió del apartamento. Lucas apenas levatándose de la
cama, se acercó a Teodoro. Le dolía mucho la cabeza y más cuando intentó
agacharse para ve a su amigo.
Cayó sentado en el suelo y comenzó a sacudir a Teodoro que
no se movía pero sus ojos abiertos y dilatados delataban que algo andaba mal.
Una mirada vidriosa y perdida que asustó a Lucas. Buscó su celular y llamó a
Victor. Le dijo que no llamara a nadie que él iría para allá.
Victor tocó el timbre del aparatmento. Lucas le abrió la
puerta.
–¿Qué haces desnudo? ¿Dónde está Teodoro? –Lucas en ese momento cayó en cuenta que andaba sin
ropa, no dijo nada. –En el cuarto.
Victor entró a la habitación y vio a Teodoro tumbado en el
suelo también desnudo.
–¿Qué hicieron? ¿qué hicieron?
–Nada, nada, yo….estábamos…tiré con un tipo que…Teo contrató
para tener sexo…pero no sé que hizo Teo, el tipo me dijo…que se metió
algo…droga..no sé.
–¿Dónde estea el tipo?
–¡Yo que séééé coño, me duele la cabeza!
–¿Te drogaste?
–Teo me dio algo para que oliera..no sé como se llama, esto,
mira.
–Popper. ¡Lucas por Dios! ¿cómo se te ocurre? Por que te
dejas arrastrar por este carajito? ¡ya habíamos hablado de esto! Vístete.
Victor cargó a Teodoro y bajó con él así hasta su carro
junto con Lucas, se fueron a la clínica. Entraron por emergencia. Victor le
dijo a Lucas que se quedara con su amigo para él hablar con el médico y que no
pusiera en el informe que era una sobredosis y así el seguro cubriría la
clínica.
–<Hola Ricardo>
–<Mierda Victor, cuando tú me llamas son malas noticias,
¿qué pasó?>
–<Teo, estamos en la clínica, entró por una sobredosis de
droga>
–<Este carajito va a acabar con mi vida y mi carrera,
encárgate tú yo no puedo ir para allá, que no me vean>
–<Tranquilo, como siempre yo resuelvo>
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