viernes, 20 de abril de 2018

INQUEBRANTABLE. Temporada Final. Capítulo 5


Luego de una larga operación donde Teodoro perdió mucha sangre, estaba en un coma inducido.

–Está estable dentro de la gravedad, va a estar monitoreado, decidimos inducirle el coma para estabilizarlo. –Le decía el médico a Victor que lo acompañaba Lucas.

–¿Tú crees que se salve?
–No lo sé, como tampoco sé para que hizo lo que hizo, tan sencillo que era entregarse y ya.
–¿Ahora que irá a pasar?
–Nada Lucas, saldrá de esto e irá preso.
–¿Y nosotros?
–¿Nosotros qué Lucas?
–¿Adónde vamos?
–De aquí nos vamos a la oficina, tenemos que hacer varias cosas y tengo que acomodar muchas cosas de Ricardo. -Cerró los ojos y no pudo evitar sentir un nudo en la garganta, sus ojos se aguaron. –Tengo que arreglar miles de cosas luego de la muerte de Ricardo, todo fue inesperado y hay cabos sueltos.

Lucas vio a Victor que miraba para otro lado. –Yo me refiero a nosotros, como pareja, ¿adónde va esto?
Victor pasó sus manos por la cara hasta atrás de su cabeza. –Lucas yo no tengo cabeza para pensar en eso ahora, ya estás viviendo conmigo.
–Yo siempre voy a estar relegado en tu vida, primero Ricardo, luego Teodoro y despuééés si te acuerdas yo.
–¿Te vienes conmigo a la oficina o te quedas aquí?

_________

Luego de 10 días en coma, los médicos decidieron sacarlo de ese estado y seguir de cerca su evolución. Sin salir de la terapia intensiva, ya Teodoro estaba despierto.
Ni Victor, ni Lucas habían ido a verlo desde la operación.

–Buenos días, ¿el paciente Teodoro Sucre?
–Buenos días, el paciente se encuentra en Terapia Intensiva, está custodiado por la policía pero tiene que subir al piso dos a ver si lo dejan entrar. ¿Usted es familiar?
–Si, soy su tío.
–Suba pero no creo que pueda pasar, igualmente pregunte.


–Buenos días Doctor, no sé si es con usted, pero quisiera  saber si puedo visitar a Teodoro Sucre, el hijo del gobernador Sucre.
–Buenas, sí, de hecho soy su médico tratante, mmmm está en terapia, no está recibiendo visitas pero…¿usted es familiar?
–En realidad no, fui pareja de su madre Rebeca Montenegro, soy Catire, el actor.
–Ah ya. –El médico se le quedó viendo por unos segundos a los ojos. –Ok, solo 15 minutos, él está despierto pero no lo haga hablar mucho, que no se agite. 15 minutos. Entra y se coloca la bata y el tapabocas, ya voy a avisar a la policia que usted va a entrar.
–Muchas gracias doctor.

Catire entraba a la unidad de terapia intensiva. El tapa boca ocultaba su rostro y el muchacho no lo reconoció.
–Hola Carajito.-Teodoro abrió bien los ojos, al enfocar logró reconocerlo.
–¿Qué…haces aquí?
–Lo que no hizo la justicia como que lo va a hacer unas balas, me alegra que estés sufriendo y pagues por lo que has hecho.
–¿Quién te dijo que estoy sufriendo? -Se quitó la mascarilla. –Sigo vivo y feliz y si quieres saber, no me arrepiento de lo que hice.
Se le acercó a la cara.–Vas a morir, no será hoy pero vas a morir.
Teodoro lo agarró por el cuello ahorcándolo, apretó con fuerza los dedos hasta que Catire logró soltarse y aparatrse de la cama.
–Yo voy a morir, lo sé y tu apellido también, no vas a tener descendencia. –Teodoro comenzó a reirse con dificultad y Catire se alejaba hasta irse de la unidad.

Salió llorando. Afuera estaban dos enfermeras y el médico. –Cálmese, todo va a salir bien, está en buenas manos.
–Lo que tienen allá adentro es un monstruo, un asesino. Yo lo pensaría si lo dejo vivo.

Catire siguió caminando por el pasillo hasta perderse de vista en la esquina de los ascensores.

_______

–<Doctor Landaeta, aquí afuera hay tres personas que lo solicitan>
–<¿Quienes son?>
La secretaria les preguntó. –<Un fiscal del Ministerio Público y dos policías>
A Victor se le tensó el cuerpo y le dijo a la secretaria que los dejara pasar.

–Adelante, pasen ¿que se les ofrece?
–Venimos con muy malas noticias para usted señor Landaeta.
Lucas, que estaba en un escritoro dentro del despacho de Victor volteó a ver de que se trataba.
–Sin más rodeos, hable.
–Tome.
El fiscal le dio una orden para presentarse ante tribunales para un juicio en su contra por evasión de impuestos, comisiones, tráfico de influencias, extorsión, blanqueo de dinero, adquisición de divisas y desaparciones forzosas.

–En esta investigación estaba incluído el señor Ricardo Sucre lamentablemente fallecido, pero hay vínculos que los unen a ambos. Usted maneja sus negocios.
–Yo manejo mis negocios. ¿Tiene que ser ahora mismo la presentación?.
–Si, comuníquese con su abogado y nos acompaña al Tribunal.

Lucas ya había sido advertido desde hace mucho de que esta situación se podía presentar, así que ya tenía los números y contactos de la gente que tenía que llamar, y así lo hizo.


Cinco días después

Teodoro lo había trasladado a una habitación, seguía monitoreado con los equipos pero ya fuera de la Terapia Intensiva.

–Me habían comentado que iba a esposar al muchacho a la cama con dos custodios en la puerta, ¿qué pasó con eso? –Le decía el doctor al comisario.
–Los custodios estarán aquí pero no hay peligro de fuga, según su informe médico todavía está delicado como para moverse. En los próximos días lo esposaremos pero cuanto antes será trasladado a la cárcel.

_______


<<Padrino fuiste, eres y serás el mejor hombre del mundo y el único al que verdaderamente amé, cuida a Lucas, te llevas una joya, sabes que te quiero mucho bichito, quiere mucho a Victor es un tremendo tipo, te quiero mucho. Ámense para toda la vida.

François, llegaste tarde a mi vida pero fuiste ese momento de paz, ese oasis que necesitaba. Tu vida ha sido intensa pero la supiste aprovechar, la mía fue igual, pero hice las cosas mal, tuve a una madre y a un padre que no ayudaron, me reuniré pronto en el infierno con ellos.

Ustedes tres son lo que más amo en el mundo>>

Teodoro Sucre Montenegro.


–La enfermera entraba tempranito en la mañana para traer el desayuno y chequear al paciente. Al entrar ve la cama hecha y se sorprende, va al baño y no hay nadie. Al monitor le sonaba un pito agudo.

–¡Doctor, Doctor, el paciente no está, se escapó!
–¿Cómo se va a escapar, a lo mejor está en el baño. -Llegaba otra enfermera
–Ya revisé. –Le dijo la enfermera con un tono de fastidio. –La cama está arreglada.
–¿Como se escapó? -Miró el monitor que sonaba, vio que faltaba un cable. –Aquí hay algo raro.
Miró a todos lados, vio el closet con la puerta sin cerrar completamente y se acercó. Lentamente la abrió. La enferemera pegó un grito ahogado tapándose la boca. La otra enfermera volteó la cara cerrando los ojos

Teodoro colgaba del tubo del armario con el cable negro rodeando el cuello, en su rostro morado se dibujaba una sonrisa. Estaba desnudo y con la nota que había escrito pegada en su pecho.
–No toquen nada, no toquen nada, llamen a la policía. Santo Dios.

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