Pasticho hormonal. Capítulo 23

 

Luego de ducharse y salir del hotel, Francisco manejaba pensando en los besos de su yerno, recreaba en su mente el sexo que había tenido hace poco con Guillermo. Volvía la erección.

–¿Pero que coño tiene este mariquito que no dejo de pensar en él? Tampoco es que fue la megatirada, no fue tan mala como Gonzalo pero coño...el carajito se las trae. Me cogeré a Teodoro pensando en él.

Guillermo llegaba al apartamento de casados, al entrar encuentra a Victoria con un bóxer y un franela de él tomando de un vaso algo que podría ser jugo de naranja.

–Hola.

–Hola esposo mioooo, que tarde vienes del bufete.

–Un trabajón horrible.

–Si...me imagino, el culo de Gonzalo da trabajo.

–Si vas a empezar con tus estupideces me voy al cuarto, ya estás borracha.

–Un poquito, es vodka, ¿Quieres?

–No...¿Que tal la tienda?

–Ni idea mi amor, no fui hoy. Fui al gimnasio y luego me vi con unas amigas. -Guillermo se acercó y le dio un beso en la boca. –¿Y eso, quieres tener sexo?

–Te estoy saludando. No, ahora la verdad no, tengo que volver al bufete, me voy a quedar allá. Tenemos que sacar un caso.

–Ese bufete es insaciable valeeee, dile al bufete que no te deje seco, que tienes que cumplir como esposo en algún momento ja ja ja.

–De eso tenemos que hablar. Vamos a tener un bebé.

–Vaya..¿Ya? ¿Y no vamos  a disfrutar de nuestro matrimonio primero?

–¿Quieres guardar las apariencias? Hay que hacerlo y te agradezco que si vas a tirar con alguien, primero, te cuides y segundo aléjate de mi papá, es tu suegro y está casado.

–¿Sabes que lo puedo denunciar? El me violó, eres abogado, debes saberlo, fue sin mi consentimiento y estaba borracha...pero fue muy rico así que lo perdono ja ja ja.

–Voy a cenar algo, ducharme y volver al bufete.

–Ok mi amor, ¿Dejaste al bufete desnudo en la cama esperándote para el segundo round? -Guillermo la ignoró y se fue a la cocina a ver que podía cenar. Victoria se bebió lo que quedaba en el vaso y entró a la cocina.

–Tu hermano lo hace mejor que tú ¿Lo sabías?

–No, no lo sé, no he tirado con él.

–No joda ni se te ocurra que me lo pasas al lado oscuro ja ja ja, voy a dormir.

Francisco llegaba a su casa, vio a Teodoro y le dio un beso en la boca.

–¿Y por qué tanta efusividad?

–Estoy estresado y con ganas de cogerte. -Se besaron y fueron a la habitación.

Unos cuantos minutos en posición misionero, Francisco adelantó la eyaculación y se acostó al lado de su esposo acariciándole la cabeza.

–Tengo que salir de nuevo, a una reunión.

–¿A esta hora? ¿Dónde?

–En la productora de peliculas y videos para adultos.

–Por eso viniste a casa, me coges y te vas para no sentir tanta culpa de lo que vas a hacer.

–Coño Teo...pero es que cada vez que te comento algo sales con la misma vaina. Pensé que con la tirada te relajarías pero no.

–Me queda claro que tienes un culo que te está esperando, te acabas de delatar.

–Voy a una reunión en la productora, es a esta hora porque durante el día es un peo de grabación, la gente, todo.

–Llévame quiero conocer ese mundo.

–Hoy no, es una reunión, pero te voy a llevar esta semana para que veas como es el movimiento, eso lo tengo programado para hacerte un tour.

–Entonces hoy no.

–No Teo  No vas a ver nada, a esta hora todo está tranquilo.

–¿Y por qué no se reunen en un restaurante?

–Yo me voy a duchar para no darte un carajazo Teo, estás insoportable.

–¿Pero que dije?

–Nada, nada.

Volvió a vestirse le dio un beso a Teodoro y se fue a encontrar nuevamente con Guillermo, su yerno.

Guillermo ya estaba listo para salir y en la cama estaba Victoria durmiendo. Se acercó a darle un beso.

–Ahora no Gustavo...estoy cansada, estoy...borracha, ahora no. -Guillermo cerró los ojos, dio media vuelta y se fue.

Francisco llegó primero y estaba ansioso pensando que Guillermo no iba a regresar, no quiso escribirle para no parecer desesperado.

–Va a venir, le conviene venir...te voy a joder Guillermo. -Se abre la puerta. Francisco voltea y camina hacia él. Le da un beso en la boca, ambos se funden en ese beso, sus lenguas juegan y chocan.

–Cógeme anda...no pensé que me gustaría tanto esta vaina. -Se desnudaban mientras se besaban.

–Pensaba que no venías, si no venías...

–Si no venía ¿que? Me tienes chantajeado.

Franciso lo cargó, lo iba besando hasta que llegó a la cama y lo lanzó, le levantó las piernas y volvió a mamarle el culo. Guillermo se retorcía, Francisco le mordía las nalgas y le metía los dedos mientras su yerno gemía y pedía más. Se levantó, le escupió el culo y dejó caer saliva en su pene. Sostenía las piernas de Guillermo mientras acercaba su pene totalmente erecto. –Ahora si te va a entrar rapidito. Empujó y la primera penetración dolió pero luego fue entrando hasta que desapareció dentro de Guillermo. Francisco comenzó a moverse rápido, sujetaba las piernas y lamía los pies de su yerno, sus movimientos se volvieron más intensos. Le sacó el pene y lo volteó boca abajo, se puso sobre él y dejó que el pene entrara mientras el se acostaba sobre Guillermo que no paraba de gemir mordiendo la almohada. Lo jaló a la esquina de la cama y lo puso arrodillado para nuevamente penetraralo. Lo tomó de los hombros y empujaba con fuerza a la vez que le mordía la espalda. Una, dos, tres y hasta cuatro nalgadas recibía mientras lo penetraba. Guillermo gemía y gritaba. Comenzó a masturbarse hasta que acabó en las sábanas.

–Ven acá, voltéate. -Le metió el pene en la boca. –Sácame la leche. Guillermo mamaba el pene moviendo su cabeza y masturbándolo.

–Ahi viene ese lechero, ahí viene, trágatelo. -Guillermo se detuvo. –No me gusta eso. -Terminó de hablar y el semen cayó en toda su cara. Cuatro chorros escurrian por su frente, ojos, mejillas, llegando a la.boca. Francisco le pasó los dedos por los ojos para quitarle el exceso.

–Me tienes con el culo jodido.

–Esa era la idea. Y más tarde hay más.

–Son casi las 11.

–A las cuatro te cojo.

–Francisco...¿hasta cuando me vas a tener en esto?

–Coño carajito, apenas es el primer día ¿y ya te vas a quejar?

–Voy a ducharme.

Ambos se ducharon y se acostaron a ver televisión quedándose dormidos, pero de madrugada volvieron a tener sexo y antes de bajar a desayunar nuevamente hubo relaciones.

Ya en el restaurante desayunando, Guillermo rompió el silencio. –Lo de ayer y lo de esta mañana...me gustó. Primera vez que alguien me coge, coño y estuvo muy bueno.

–Lo sé no había más que verte la cara de placer y los gritos que pegabas.

–¿A tí te gustó? -Francisco bebía jugo mientras lo miraba a los ojos, dejó el vaso y arrimó su silla a la de Guillermo y lo besó en la boca.

–Quiero que seas mi amante, mi culito disponible cuando me provoque otro que no sea el de Teodoro.

–Vaya...tu amante, yo casado, tú casado.

–30 años viendo el mismo culo, cansa.

–Estoy recien casado.

–Pero te gustan los hombres. Hay muchos porque te empeñas en cogerte a Gonzalo que es malísimo en la cama, tú le das medio palo a ese idiota.

–No puedo creer que te lo hayas cogido...en fin, Gonzalo es mi mejor amigo y disfruto el sexo con él.

–Ya te dije que quiero que seas mi amante y que Gonzalo sea un amigo, no quiero que te lo cojas, si te tengo que dar culo yo, lo hago, pero a ese no te lo coges más