martes, 6 de diciembre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 8. capítulo 7


El verdadero amor.



Darío bajó a recepción para pedir lo de las toallas y escribirle a Rogelio.

–<Estoy en el lobby, ¿dónde estás?>

–<En mi habitación piso 6, 604. Te espero>

–<No puedo, estoy esperando a Bertha que baje>

–<Anda, no es la primera vez que te le escapas a tu mujercita>

–<Estoy de luna de miel>

–<Y yo estoy quesúo y desnudo>

Darío, tragó saliva y comenzó a sudar frío, se puso nervioso pero tomó el ascensor. Llegó a la puerta de la habitación tocó y estaba apoyada. Entró.



Rogelio estaba apoyado en el vidrio del balcón y con el contraluz apenas se veía su desnudez, Darío se acercó.

–Hey, no te acerques, quédate ahí.

–Estás completamente loco Rorro, loco, ¿cómo se te ocurre venir hasta Italia.

–Quítate la ropa.

Darío comenzó a desnudarse mientras seguía hablando. –¿Te imaginas que Bertha se entere? Va a pensar que lo planeamos.

–Me importa muy poco lo que piense esa mujer.

Darío se quitó el interor y llegó a Rogelio hasta abrazarlo y fundirse en un beso. Lo cargó y lo llevó a la cama.

–Estás completamente loco. -Lo tumbó en la cama boca arriba y le levantó las piernas para darle un beso negro. Separó las nalgas y su lengua jugaba entre ellas para luego dilatar el ano y morderlo. Rogelio cerraba los ojos mientras apretaba sus pies, que los sostenía.

Darío subió para lamer los testículos y metérselos en la boca mordiéndolos suavemente y subir al pene de su amante y comenzar a mamarlo por completo. Siguió subiendo por su ombligo hasta llegar a sus tetillas. Cuando su pene rozó el ano, se  detuvo, lo cogió entre sus manos y lo dirigió para comenzar a penetrarlo.

–Cógeme como si fuera la última vez que lo vas hacer. -Le dijo Rogelio que lo miraba a los ojos.

–Desde hace años lo hago así Rorro. -Lo terminó de penetrar y se acercó a su boca para besarse y así quedarse mientras movía sus caderas con fuerza. Ambos se veían a los ojos, Rogelio tenía el rostro enrrojecido y una expresión de satisfacción y morbo.

Con cada empujón abría la boca, gemía y seguía viendo a su amante a los ojos que continuaba moviéndose con fuerza. Sacó su pene y volvió a lamer el ano ahora totalmente abierto e inflamado. Rogelió eyaculó sin haberse tocado, su pecho y cuello se bañaron de su semen blanquecino y espeso.

Darío volvió a penetrarlo esta vez montándose sobre él y seguir con la fuerza del inicio hasta que sintió que se venía. Se detuvo mientras sentía como expulsaba todo el semen dentro de Rogelio. Lo tomó de los hombros apretándolos acostándose sobre él mientras terminaba el orgasmo.

Unos segundos y luego se echó a un lado con la respiración acelerada.



–DIOS que cogida.

–Ahí tienes Rorro.

Hubo un silenco de varios segundos…

–¡Qué bolas tienes tú de viajar hasta aquí! Te estás gastando unos reales.

–Para eso trabajo y ahorro, no podía permitir no tener mi propia luna de miel.

–¡Estás loco!

–Esto que hicmos hoy no lo volverás a tener al regreso hasta que no le pidas el divorcio a tu mujer.

–¿Tú crees que es tan fácil eso?

–Si. “Bertha quiero el divorcio, soy gay”

–Y que todos se enteren.

–El que no te has enterado eres tú, ay por favor Darío, aaaños conmigo pa’rriba y pa’bajo. Bertha no es pajúa, se hace, ella sabe que su maridito es gay. ¡Coño ¿no entiendes que estoy enamorado de ti? Y tú de mi lo que pasa es que eres un cagón pensando en el que dirán. Hasta tu papá lo sabe lo que pasa es que le dio el ACV y bueno…

Darío le tomó la mano a Rogelio y quedaron en silencio varios segundos.

–Te prometo que hablaré con Bertha pero no quiero presiones, dame chance.

–Tranquilo llevo como 15 años dándote chance…



–Mierda mira la hora Bertha deba andar arrecha.

–¿De verdad crees que esté molesta? No te ha escrito ni llamado, esa debe estar haciendo no se que cosa por ahí que ni siquiera se ha reportado.

–¿Le escribo?

–Guevón, vamos a bañarnos y dar una vuelta.



Luego de ducharse, volvieron a vestirse para salir del hotel, pero antes pasaron por la habitación de Darío, y Bertha no estaba ahí.

–Te lo dije, tu mujercita se fue a conocer la ciudad y sola…

–Me preocupa eso, ¿dónde estará?

–A lo mejor se la está follando un romano.

–Rorro deja de hablar tonterías, ella está embarazada.

–Gran vaina, igual puede abrir las piernas. ¡Mira! En este hotel hay un bar buenísimo, mira en la guía lo dice, hotel Terminal, es este. Déjame meterme en Foursquare a ver que dicen.

–Coño, tiene buenos comentarios, ¿nos metemos?

–Si, nos tomamos algo y luego vamos a un bar gay que tiene cuarto oscuro, esta a 4 cuadras de aquí.



Entraron al hotel y preguntaron por el bar. Y sin saber que unos pisos más arriba se encontraba su esposa Bertha y su amante.

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