El
terror del supermercado.
Yonaikel había regresado a la oficina para
entregar lo del día a María Corina. Dejó el sobre en su escritorio y se
despidió. Cuando llegó a la puerta se volteó.
–Jefa hermosa, quería preguntarle algo.
–Dígame Yonaikel.
–¿Usted le está montando los cachos a don
Diógenes?
María Corina se levantó de la silla y cerró
la puerta.
–Pero bueno Yonaikel ¿qué cosas está
diciendo? No se le ocurra repetir eso.
–Bueno jefa aquí entre nos, yo vi sin
querer la tarjeta de ese ramo y no decía Diógenes sino Fabián.
María Corina bajó la mirada.
–Jefa es que yo también me embochincho en
la calle, hay unas bichitas ahí que se ponen Don Regalón y bueno yo no las
pelo, pero mi jeva es burda de cuaima y me tiene el ojo montao, usté como hace
pa que el pana Diógenes no se entere. Usted es arrecha.
–Yonaikel hágame el favor y me respeta, yo
no tengo nada con ese muchacho, es un amigo de mi hijo.
–Versia jefa pero usted se lanza con
lomito, ya chocozuela no quiere, carne fresca, con el palo firme todo el día.
–¡YONAIKEL! Fuera de aquí.
–Disculpe jefa, mire acepte mi disculpas
con esta tableta de chocoalte importada que me dieron en el supermercado. Esto
es un lujo que ni a mi jeva le doy.
–Gracias, vaya a su casa y llévese los
pañales, no deje eso aquí. Este niño como
conseguirá todo esto. Lo que uno le pida lo trae, es un bárbaro.
Yonaikel montó la bolsa negra con pañales y
leche de fórmula en la moto y se fue rumbo al barrio.
________
–Mami, aquí está lo que me pediste, pañales
y leche.
–Mijo ¿pero cómo consigues tú todo eso tan
rápido?
–Contactos nené.
–¿Contactos? Con que cajera de esas que son
unas putas te estarás tirando?
–Ay mami pero tú siempre pensando maldiuno
–Porque te conozco.
–Si me conoces sabes que yo soy el que te
da donde te gusta y te pone los ojos blancos.
–Dejaaaa valeeeee, atiende a Yorman, hay
que bañarlo.
–Yo me meto con él en la ducha y nos
bañamos juntos.
Entró al baño , mientras Jessica acomodaba
los pañales y la leche en la depensa de la sala. El celular de Yonaikel sonó,
era un mensaje.
Tomó el celular y se puso a recordar como
era el patrón de desbloqueo del celular de su marido. Se acordó y lo
desbloqueó.
Entró al WhatsApp.
–<¿Cuando me das lo mio mi amor? Te
fuiste con los pañales y no me diste nada>
–Fernando, este perro le cambia el nombre y
pone Fernando y la foto es un paisaje, ¿quién será la puta esta?
Al rato sale Yonaikel desnudo chorreando
agua y con su hijo cargado.
–Mamiiii pásame una toalla.
Jessica le busca la toalla y al dársela le
ve la entrepierna, aquel pene flácido colgando a medio muslo hizo que se le
olvidara por unos segundos lo del mensaje.
–Gracias mami. Hoy quiero darte ñema, ando
quesúo.
–¿Ah sí? Será porque no le diste lo suyo a
Fernando.
Yonaikel se puso pálido.
–Ahora le pones nombres de hombre a a las
perras esas. ¿A QUIEN COÑO TE ESTAS COGIENDO?
–Mami no grites que los vecinos no tienen que
enterarse. En realidad no es una mujer, es Fernando.
–¿Eres marico? ¡Bien bello, mi marido le
gustan los hombres! ¿Pero tú te crees que yo soy una campuruza de pueblo mi
amor?
–Mami Fernando es el dueño del supermercado
Franca, tú lo conoces. El pana es así jodedor, porque me dio las vainas le
pagué y no le brindé el café, es eso. Deja de hacerte una mente ahí, te armas
unos beta tú sola.
Yonaikel la abrazó y le dio un beso
mientras su mano se metía en su ropa interior, tocando su vagina.
–Tú lo que tienes es hambrita de guevo
mami, ahora te doy teterito pa que te quedes mansita.
La cargó y le arrancó la pantaleta para
luego penetrarla, su hijo menor los veía y lloraba, estaba desnudo.
–Papi, Yorman está desnudo hay que..
–Shhh cállate y disfruta el rollo ‘e carne,
ahora te pongo a mamar.
Luego del sexo, buscó a su hijo que se
había quedado dormido en el piso y desnudo, lo vistió y lo acostó en la cuna.
Mientras Jessica dormía tomó su celular y le escribió a Fernando.
–<Marico, deja de mandame mensajes de
perrita, la jeva vio lo q escriviste y se engoriló>
–<Me debes algo y te hiciste el loco>
–<Ya mañana te caigo>
Ahora cambiarle el patrón a esta vaina.
Nojoda esta tipa es una lacra.¿cómo se aprendió el patrón?
A la mañana Yonaikel desayunaba y le llegó
un mensaje.
Agarró el celular y lo desbloqueó. Jessica
se fijó y se dio cuenta que lo había cambiado y escribió en una hoja el nuevo
trazado.
–Yo
sabía que lo ibas a cambiar, te tengo pillao, ese cuento no me lo tragué, te
voy a descubrir, perro.
–<Te espero hoy al mediodía en mi
oficina, quiero que me cojas>
–<Si va, te voy a empotrá en ese
escritorio>
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