lunes, 13 de febrero de 2017

DE REPENTE TÚ 1 Capítulo 6


Un tropiezo de lo más agradable.



Yonaikel volteó a Fernando y lo tumbó en el escritorio bajándole los pantalones y el interior.

–Cómo me gustan tus nalgas peluditas marico uf y gordas, pa’ da’te machete toda una noche, ¿quieres?

–Si, si quiero, mételo.

–Digo que si quieres que un dia te coja toda la noche.

–No sé, hay que cuadrarlo AAAAAAU despacio.

Yonaikel lo había penetrado sin avisar, sólo había usado su saliva y de una vez lo introdujo.

Le agarraba con fuerza las nalgas y las abría mientras las apretaba.

–¿No te pusiste condón?

–Shhhh cálladito, no tengo papá, así es más divino.

–Yo tengo en la gaveta.

–Se me va a bajar el palo, disfruta, ábrete esas nalgas que voy a darte duro. -Fernando, usando sus manos abrió lo más que pudo las nalgas mientras el motorizado le daba con fuerza lo que hacía que el escritorio se moviera haciendo ruido con las patas y se escuchara afuera.

Yonaikel le daba duro, se detenía y le daba despacio para luego ser más salvaje y así estuvieron más de 20 minutos.

–Uf ya me vengo papá, ya me vengo.–Lo tomó del cabello halándole la cabeza hacia atrás y empujando su pene lo más que podía. –Cooooooñoooo que rico como aprietas ese guevo, eres una perra.

Retiró el pene y volvió a abrirle las nalgas.

–A ver, saca esa lechita con el culito anda, muéstrale a papá.

Fernando lo hizo y el semen corría por el perineo, tocaba el escritorio hasta llegar al suelo.



Se levantó del escritorio y se subió el pantalón.

–Dame la llave del depósito para sacar el café.

Yonaikel abrió una puerta que daba al depósito desde la oficina. Buscó el bulto y lo metió en una bolsa negra.

–Toma, aquí están los reales.

–Te voy a cobrra la mitad, la otra mitad te la regalo.

–Te pones sedita después de cogerte, como te gusta llevar guevo, gracias papá, regreso pronto.

–Solo vienes cuando quieres mercancia.

–Y culo, lo que pasa es que las dos vainas me coinciden siempre el mismo día papá. Tranquilo que ese culito va a llevar más machete. Cuádrate una noche.



Yonaikel regresó a la oficina y vendió medio bulto entre los empleados. El resto lo vendería en su barrio con el precio abultado.



_________



Jesucristo le había pedido a Fabián para usar su carro con el chofer para hacer unas diligencias con Esperanza, unos documentos que tenían que retirar para la preinscripción en la universidad y buscar otras cosas.

–Me avisan cuando se desocupen para ver si me buscan donde yo esté. -Le dijo Fabián.



Llegaron al cubo negro en Chuao y dejaron al chofer para que estacionara cerca o dentro de la torre.

–Vamos a la oficina que está en la torre A.

–Mira esto, siempre me ha gustado esta obra, mírala  así.

–¿De quien es esta obra?

–Mijo no sabes tú que lees tanto. Es de Jesús Soto.

–Como se llama.

–No sé, pero le dicen llovizna.

–Hay verdad parece lluvia que cae.

–Vente vamos.

Jesuscristo se queda con la cabeza mirando al techo, pero cuando se endereza no ve hacia adelenta y se tropieza con una persona.

–AAAAY perdón

Tropezó a un joven que venía de traje, con una carpeta llena de papeles, un cigarro en la boca y un café.

–¡Coño de la madre! ¿Tú no ves por donde vas carajito? Mierda esta vaina se mojó y el cigarro en el piso.

–Disculpe no lo vi señor.

–Si ya sé, a ver si ves para adelante.

Jesucristo se le queda viendo al hombre, un hombre que no pasa de los 30 años, pelo castaño claro, una barba poblada y larga pero bien cuidada, unos lentes de montura, dientes perfectos y unos brazos que se veían fuertes debajo del saco.

–Déjeme que lo ayude con los papeles.

–No, no, no, deja esa vaina ahí, todo esto mojado, ahora a volver a imprimir esta mierda. El hombre vio a Jesucristo a los ojos. El muchacho estaba nervioso y apenado. Le sonrió al muchacho. –Déjalo así descuida, no hay problema chamo, vete, yo me encargo, tu novia te espera.

–No, ella no es mi novia. Yo soy gay.

–Ah que bueno, entonces ve donde tu amiga, muchachito gay jejeje.



–¿Usted vio a ese hombre Esperanza?

–No tan cerca como tú pero si lo vi.

–Esta buenísimo ¿cierto?

–Podrido de bueno diría yo.

–¿Dónde trabajará?

–Por lógica aquí en la torre.

–¿Pero dónde?

–Ay Cristo, tenemos cosas que hacer deja de ponerte romántico, ese no es el principe azul.

–Pero se parece. Me vio a los ojos y se sonrió. ¿Le viste la barba? Quería tocársela y besarlo.

Esperanza lo haló del brazo y se fueron a los ascensores.





–Vamos a comer aquí en la torre, hay varios locales de comida y luego nos vamos a chismear al ccct.

–Si, a lo mejor me consigo al barbudo, puede que coma aquí.

Entraron a un local y efectivamente estaba el hombre con quien se tropezó.

–¡Míralo, míralo está ahí!.

–¡Deja los nervios mijo te va a dar algo!

–¿Me acerco?

–¿Para qué?

–Bueno para hablar con él, a lo mejor es gay como yo.

–¿Tu le viste la pinta? Ese tipo es más macho que tu papá.

–Si verdad, pero me gusta mucho, quiero pedirle disculpas y….ay se va, se va, ¿qué hago? Voy para allá.



El hombre botó los desperdicios en la basura y se fue al baño.

–Entró al baño, ¿será que voy?

–¿Estás loco? ¡Cálmate, se ta a subir la tensión!. Vamos a pedir. Se pusieron en la cola. Mientras esperaban su turno, el hombre salió del baño y salía del local.

–Se va, Esperanza, se va.

–No me dejes aquí Cristo CRISTO.



Corrió hasta alcanzarlo. –Hola.

–Epa chamín, ¿qué pasó? Vienes a tumbarme ahora a mi jeje.

–No, venía a pedirle disculpas y a brindarle un café…

–Mi amoooooor, subamos juntos pero acompáñanos a tomar un café y el postre allá. -2 mujeres que trabajaban con el hombre lo abordaron y se lo llevaron. Jesucristo quedó con la palabra en la boca y parado ahí viendo como se iba el hombre de sus sueños.



–Eso te pasa por guevón. ¿qué haces persiguiendo a un tipo que ni conoces y ni sabes que es gay?, que no lo es.

–Usted le mata la ilusión a cualquiera. Deje que me ilusione un poco.

–Deja el desespero chico, en algún momento conocerás a alguien y tendrás sexo.

–Yo lo haré con alguien que me guste y me ponga nervioso cuando lo vea y con ese tipo lo haría, así sin más, me dice y yo voy.

–Estás pasado de estúpido Cristo, pareces una niña de esas que educan desde pequeñas para casarse y servirles a los hombres y estar esclavizadas en casa mientras el marido llega.

–¿Y que tiene de malo que yo quiera hacerle el desayuno a mi hombre.

–Aaaay Cristo, por favor, vamos a cruzar antes que te de 2 cachetadas. Estás pasado de gafo.

–Estando en el centro comercial, Esperanza le comenta algo a Jesucristo.

–Se me había olvidado decirte. Sara va a hacer una mega rumba en su casa porque sus papás no están, va a invitar a los del salón, a otros amigos de ella y un grupo de su  equipo de tenis.

–¡Que bien! ¿Vamos a ir?

–Claaaro mijo, por eso te dije. Me comentaron que va una tipa transexual. Es una amiga de un buen amigo de Sara.

–Transexual, esas son las que hacen shows que se maquillan y se ponen unos tacones así de altos. –Hizo el gesto de altura con las manos.

–No, esas son como las Drag Queen. Ella nació hombre y está cambiando a mujer.

–Es travesti.

–Ay Cristo, no, transgénero, nació hombre pero en realidad es mujer y vive como mujer.

–ya, ya, ok es como el padrastro de las Kardashian.

–Exaaacto, ya entendiste. Bueno, vamos a ir, quisiera conocerla, eso me llama la atención.

–Usted es muy rara Esperanza.

–Mi amor, mi familia es rara. Mi hermana casada con un negro mas oscuro que la noche, mi sobrina, eso sí, hermosísima y de mi edad. Mi hermano, casado con mi medio hermano. Y mi mamá casada después de vieja con otro hombre que es mi papá y me tuvieron a mi ya viejos jajaja.

–Usted si se burla de su familia.

–No vale, mi familia me encanta, los amo, hay material para hacer un libro con esa historia.

–Yo quiero una historia con el barbudo.

–No sabes ni como se llama y ya quieres ser su esposo. Muchacho gafo.

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