miércoles, 8 de febrero de 2017

DE REPENTE TÚ. Primera temporada. Capítulo 3


La familia, el mejor apoyo.



Jesucristo hablaba con Fabián, su mejor amigo.

–Chamo que bien que lo soltaste, ¡viste que tienes total apoyo! No joda ese es mi amigo. -Le dio un beso en la mejilla.

–Gracias por venir a apoyarme no sabe como le agradezco que haya dejado sus compomisos y viniera.

–Para ti siempre voy a estar.

–Permiso. -Se acercaba Emilio para hablar con Jesucristo. –¿Me puedes dejar un momento a solas con Cristo?

–Si claro profe, yo voy a ayudar a tu mamá.



–Cada día me siento más orgulloso de ti. Eres valiente al contarlo frente a todos.

–Gracias por quedarse Emilio, me da gusto que esté aquí.

Emilio le pasó la mano por la mejilla. –Yo soy un cobarde, años callando lo que siento y hasta me casé.

–Nunca es tarde para rectificar profe, hable con su esposa y cuente todo.

–Ella ahora está descompensada por su situación, no encontramos las medicinas para controlar la bipolaridad, está mal.

–¿Usted como la deja que viaje sola?

–No está sola fue con sus socios. Yo ahora no puedo hablar con ella, no en su estado.

–Usted siempre va a tener una excusa para no decir nada.

Volvió a ver a Jesucristo a los ojos. –Eres un gran tipo chamito, te mereces un buen hombre a tu lado. Me voy, estamos en contacto ¿ok? Avísame para el ingreso en la universidad y yo hablo con el rector.

–Seguro, avíseme cuando llegue a casa.



Fabián estaba en la cocina lavando los platos, la familia ya se había ido.

–¡Fabian! ¿qué hace?deje eso chico, yo lavo luego.

–No vale, sabes que no es molestia, me encanta colaborar y más si te puedo ayudar.

Se vieron a los ojos, se sonrieron y María Corina desvió la mirada.

–Gracias, voy a recoger unos platos que están en la sala.



Fabián Silva tiene 21 años, es el mejor amigo de Jesucristo, lo conoció en el colegio desde que entró y siguen su amistad a pesar que se fue del colegio hace 5 años. Cuando tenía 17 años y apenas comenzaba la universidad sus padres murieron en un accidente de tránsito en un viaje a Francia. Millonario de cuna, vive de los negocios del padre que ahora administran sus tios. El recibe una jugosa cantidad de dinero mensualmente, vive en un apartamento solo. Tuvo hasta hace poco una novia, su relación duró 3 años, por parte de ella era por interés, ahora no quiere saber de relaciones, el dinero ha sido una maldición. Todo el mundo lo busca por lo que tiene, Jesucristo y su familia lo han recibido en casa con los brazos abiertos desde el primer día.



Terminó de lavar los platos que habían y se puso a recoger la cocina.

–María ¿y que pasó con Diógenes?

–Se fue a acostar, se sentía mal.

–Tomó mucho, ya no está en edad jeje.

–No no es eso Fabian, está con una desilusión por lo de Cristo, que es gay, no se lo esperaba y estaba ilusionado con tener nietos, le pegó.

–¿Pero está molesto con Cristo?

–No, no, para nada más bien está feliz, pero su mayor anhelo era ese que el diera nietos y una nuera, chocheras del hombre.

–Ya se le irá pasando. Tiene un hijo que vale oro, un valiente cuatriboleado.

–Jajaja Fabián no hable así.

–¿Tu sospechabas lo de Cristo?

–Algo me olía, pero me hice la loca, pero estoy feliz que mi hijo esté feliz y relajado.

–Es virgen, no ha estado ni con mujeres ni con hombres, sigue inmaculado. Jajaja

–No se burle Fabián

Se tropezaron y se cayó un plato. Ambos se agacharon para recoger los pedazos rotos. Fabian rozó la mano de María Corina y ella sutilmente la retiró, se miraron a los ojos. Ella se colocó el cabello por detrás de la oreja.

–María Corina…

–No Fabián, no diga nada, ya hemos hablado de esto.

Se pusieron de pie y echaron a la basura el plato roto.



Fabián se le acercó para darle un beso, pero llegó Jesucristo.

–Mami, deme un vaso. ¿qué pasó? ¿que pasa aquí?

Fabian se separó y tragó saliva y se puso nervioso.

–Es que a tu mamá se le partió un plato y casi se corta, estaba viendo su dedo.

–¿Otro plato? Allá afuera hay uno roto que broma. ¿Hay vasos limpios?

–Si, toma.



–Fabián vaya a la sala y me espera allá, yo terminó aquí.

–Yo no me voy de esta casa, hoy duermo aquí.

–¿Usted no estará pensando en…?

–Lo que te digo es que tenemos que hablar de esto. Te espero afuera.



Fabian llega a la sala y toma del brazo a Esperanza y la hala a un rincón.

–Estuve a punto de besar a María Corina, cuando por fin me decido, aparece Cristo.

–¿QUÉÉÉ?

–Shhhh

–¿Los vió?

–No, no, no. No hubo chance llegó justo cuando me acercaba.

–Estás loco Fabián. ¿cómo se te ocurre hacer eso y aquí con el papá de Cristo en casa.

–Lo sé, lo sé, no debí, pero es que tenerla cerca.

–Mosca con lo que haces.

–Estoy enamorado de ella, amo a esa mujer.

–¿A qué mujer usted ama? No me ha contado picarón.

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