El
despertar.
Una caravana llena de globos, pitos y
música a todo volumen, entre carros y camionetas iban varios muchachos
celebrando el final de un ciclo en su carrera estudiantil; se graduaraon de
bachilleres.
Recorrían varias urbanizaciones de Caracas
gritando “Nos graduamos” encontrándose en el camino gente molesta por el
escándalo, otras personas apoyando la algarabía y otras caravanas haciendo lo
mismo que ellos.
Entre esa masa de jóvenes exaltados estaba
un chico y su mejor amiga abrazados gritando.
Jesucristo López, un muchacho de 17 años,
inocente, soñador y enamoradizo. Criado en el interior del país en un pueblito
de Mérida hasta que cumple 10 años y su familia decide mudarse a la capital,
algo que le cambia las perspectivas de todo luego de vivir una infancia
tranquila, llena de valores familiares, respeto y tradiciones. Por ser callado
y a veces pecar de ingenuo fue víctima de ataques de sus compañeros de colegio
desde pequeño, pero siempre al final sus amigos y él se divertían juntos y todo
terminaba en sana paz. Su madre le puso ese nombre por ser muy católica y por
que fue complicado el embarazo.
Piensa estudiar odontología en la
universidad, quiere encontrar el verdadero amor pero antes debe abrirse al
mundo y contarle a todos lo que es. Desea que su primera vez sea con la persona
que ame, antes no quiere tener sexo.
________
–¿Y tú que vas hacer después, cómo te vas a
casa? –Le decía su amiga Esperanza
–Me da la cola el profe.
–¿Qué profe, loco? ¿Emilio?
–Si, claro.
–¿Por qué no te empatas con él? Tú le gustas
son muy buenos amigos por todo lo que me has contado, te ayuda, te busca, te
lleva. ¿De verdad no te has acostado con él?
–Nooooo, ¿está loca? Yo lo quiero mucho,
pero no estoy enamorado de él.
–Ay chico pero no tienes que estar enamorado
para hacerlo.
–¿Qué va hablar usted si es virgen?
–Pero no por gusto mi amor, los hombres no
quieren conmigo, no sé que pasa jajajaja
–Gafa. Mire, le voy a confesar algo.
–¡Si te lo tiraste! ¡Qué bolas que no me
dijiste!
–No diga groserías vale, usted es una
mujer.
–¡Ay por favor Cristo, no empieces!
–Ajá, me dijo para ir a su casa ahora en un
rato para estar con él, su esposa está de viaje.
–Ese te va a coger, ya lo vi todo.
–Deje de hablar así, solo vamos a estar en
su casa, más nada.
–¿Más nada? Si te dijo que la esposa no
está para que vayas a su apartamento no es para conversar, eso lo pueden hacer
en un café o parque, ay Cristo, a veces te pasas de bobo.
Terminaron la caravana, ya eran las 3 de la
tarde, luego de una mañana de actos y fotos para luego celebrar, estaban todos
agotados.
Era el momento de irse y se estaban
repartiendo entre los carros para dejar a los muchachos en su casa..
–¿Quién se viene conmigo? –Les gritó el
profesor Emilio.
Cuatro de los alumnos se apuntaron, entre
ellos Jesucristo que ya iba seguro.
Se montaron en el carro y la chica que iba
con ellos hizo una observación.
–Profe, Claudio, Julio y yo vivimos hacia
el oeste igual que usted, Cristo vive en Los Dos Caminos, ¿no es más lógico que
lo lleve primero a él?
–Si, pero lo llevo de último porque tengo
unas cosas que hablar con él y lo voy a ayudar en algunos asuntos.
–Los tres muchachos se vieron entre sí, uno
de ellos se atrevió a sonreir.
–Profe, ahora que nos graduamos le voy a
decir algo sin que me quede nada por dentro.
–A ver Sara, ¿que será?
–En el colegio se rumora que usted es gay.
Jesucristo volteó a verlo y los otros
vieron al muchacho.
–Si, ese rumor tiene años Sara y lo dicen
de casi todos los profesores, también dicen que la Psicóloga es lesbiana.
–Es que ella sí es lesbiana. –Sara se
sonrió, Emilio la vio por el retrovisor.
–Yo me besé con ella.
Jesucristo abrió los ojos y volteó a verla.
–No me veas así Cristo que de ti también
dicen que eres gay.
Dejaron a Julio y a Claudio.
Un rato en silencio y Sara volvió a hablar.
–Dicen que entre ustedes hay un cable pelao, que son novios.
–NOSOTROS NOS SOMOS NOVIOS SARA, NO INVENTE.
–Cristo no lo digo yo, es todo el colegio,
es el rumor que se ha corrido, pero a mi no me importa eso, pero disculpen es
que estoy medio borracha, Profe a mi me cae bien, yo no voy a echarlos a la
calle, yo soy lesbiana, mi familia no sabe nada jajaja
–Llegamos a tu casa Sara.
–Gracias profe.
–Sara, te pido por favor que esto que
hablamos no lo repitas por ahí, estoy casado, no importa lo que digan los
chismes de pasillo, no lo repitas.
Emilio Cáceres, es profesor de ingles y
francés en el colegio donde estudió Jesucristo y también da clases de francés
en un instituto de idiomas de la embajada de Francia, tiene 35 años, está
casado desde hace 10 años con Lirio Ascanio contadora pública de 32 años y es
bipolar.
Sara sale del carro y se acerca a la
ventana de Emilio. –Chao profe tranquilo, no voy a decir nada.
Se fue a la ventana de Jesucristo.
–Chao Cristo, te quiero mucho y lo sabes,
¿te acuerdas de lo que hablamos? Hoy es el día, yo lo hago y tú lo haces ¿ok?
-Le dio un beso en la mejilla. –Nos vemos pronto.
Emilio arrancó el auto.
–¿Tú le dijiste a Sara que yo soy bisexual?
–Noooo, no, por favor Emilio, ¿como se le
ocurre? Yo no ando diciendo esas cosas. Parece que no me conociera, desde hace
7 años nos conocemos.
–Discúlpame Cristo, es que me sorprendió
que Sara dijera eso.
–Dijo que estaba tomada, ella es así cada
vez que se emborracha se le suelta la lengua.
–Yo quiero que hoy a ti se te suelte la
lengua conmigo.
–Emilio no me diga esas cosas, yo soy menor
de edad, ya le dije que yo no quiero nada con usted y menos tener sexo.
–¿Por qué?
–Porque, porque usted está casado y además yo
no me quiero acostar con alguien por acostarme.
Llegaron al apartamento, dejó el bolso y
las llaves en la mesa junto a la puerta.
–Estás en tu casa, ponte cómodo.
–Está muy bonita su casa profe. -Cuando se
volteó, Emilio lo tomó de los brazos y lo acercó besándolo en la boca.
Jesucristo era torpe besando aunque Emilio lo había enseñado.
–Vamos a la habitación, te prometo que no
haremos nada pero quiero estar contigo desnudo, si quieres en interior, pero quiero
sentirte cerca de mi.
A jesucristo se le notaba el nerviosismo
por encima de la piel, pero no puso objeción a la propuesta de Emilio. Se
fueron a la habitación y se quitaron la ropa, acomodó en una silla la ropa del
muchacho y la suya.
Era la primera vez que Jesucristo veía a su
profesor desnudo, su mirada no se movía de la entrepierna de Emilio.
–Si, es grande pero no me sigas viendo así
porque no voy a poder controlarme. Acuéstate, vamos a ver una película y
después comemos algo y te llevo a casa,
tienes celebración con la familia.
Dioooos excelente primer capítulo, aunque esperaba la escena de sexo, como es costumbre en tus novelas, bueno ya veo que será una novela buena y rica en imágenes.
ResponderEliminarMuchas gracias!!!!!
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