Luego que Yonaikel llegara tarde a su casa
cuando fue a cenar con Fernando, Jessica su mujer se fue a la casa de su madre
que queda en el mismo barrio pero varios metros más allá de su casa. Se llevó a
los niños.
–Mami anda regrésate pa’l rancho, estoy
solo ahí y tú eres la que me hace unas arepas ricas.
–Para eso que es que me quieres tu
mamaguevo, para que te cocine, sal de aquí.
–No mami, sabes que yo te doy donde te
gusta, nadien te lo hace como yo, poque tú no te has acostado con otro en el
barrio ¿no?
Una cachetada recibió Yonaikel que lo
mareó.
–Coño mami, sin violencia, yo nunca te he
puesto una mano encima.
–¡Ni se te ocurra!
Yonaikel buscó unos documentos en su bolso
y sacó una carpeta.
–Mira esto. Necesito que legalicemos el
concubinato pa’ meter todos estos papeles pa’ solicitar nuestro apartaco. Hay
que llenar estas planillas y entregar todo, pero necesitamos legalizar la
vaina.
Jessica abrió los ojos sorprendida, agarró
los papeles para leerlos. –¿En serio mi amor? ¿Y con esto ya nos dan la casa?
–Bueno yo meto los papeles y tengo que
hablar con los cotactos que tengo en el Ministerio.
–Seguro que entre esos contactos hay una
perra que vas a marear y te la coges.
–Pero bueno mami ¿tú crees que yo estoy
tirando toeldía? Coño te traigo
buenas noticias y te arrechas también. Y te voy a ser clarito, si me tengo que
cogé a una de esas tipas pa que mi hijos tengam casa lo hago mami.
Jessica comenzó a caerle a golpes en el
pecho y en el brazo.
–¡Ya, ya mami, era jodiendo!
–Si jodiendo, eres un perro. Yo no voy a
legalizar un coño de concubinato, yo me caso contigo, mañana vamos al registro
a ver que se necesita.
–Aquí está lo que se necesita. Nos
casaremos, esta semana buscamos toda esta vaina pa meté los papeles rapidito.
¿Entonces? ¿te vienes pa’l rancho?
–Esta tarde me voy pa la casa.
–¿Y estás sola ahora?
–Si, el bebé duerme.
–Echamos uno rapidito pa irme ligerito a la
oficina.
Jessica lo vio a los ojos, se sonrrió.
–Entra, pero rápido, mi mamá debe estar por llegar.
Entró y se fueron a la habitación donde duerme
Jessica, la cama es es individual, ella empezó a quitarse la ropa, él la vio y
a su mente llegó Fernando desnudo y tuvo una erección. Jessica se le acercó y
comenzó a hacerle sexo oral. Apenas podía metérselo en la boca, pero perdió la
erección.
–¿Qué pasó? No me digas que estás cansado?
–No, no, mami, ponte ahí en la cama pa’
darte.
Volvía la imagen de Fernando en la cama, su
mente voló y se olvidó de Jessica, su pene no reaccionaba. Yonaikel introducía
los dedos en la vagina de su mujer pero no ocurría nada.
–Bueno mijo ¿y entonces? Ponte pilas que va
a llegar mi mamá.
–JEEEESSICAAAAA LLEGUÉ, Ayúdame con las
bolsas
Yonaikel se vistió a toda velocidad, pero
su suegra entró cuando se abotonaba el bluyín y estaba sin franela.
–Yo me voy al mercado y tu aprovechas para
meter a este en mi casa y encima lo hacen aquí. ¿Ya te engatusó otra vez? ¿que
te dijo ahora?
–Hola suegrita yo ya me voy, aquí no pasó
nada porque llegó usted. Mami hablamos esta noche en la casa, te amo.
–No es que esté feliz de tenerte aquí, amo
a mis nietos y todo, pero tienes tu casa. Pero, ¿vas a regresar con este?, tú
no aprendes, te va a montar otra barriga y te va a dar una patada.
–Ay mamá, vino a decirme que que va a
solicitar vivienda y necesitamos unos papeles, me dijo para legalizar el
concubinato, pero le dije que no, que nos vamos a casar y me dijo que sí.
–¿En serio? Mmmmm debe haber algo detrás de
todo esto.
–Mamá vamos a optar por un apartamento del
Ministerio. ¿No te parece buenísimo eso?
–Ve tu a saber como va a conseguirlo. Ten
cuidado hija, ese tipo es un tramposo, a lo mejor está haciendo un chanchullo
para que le den la casa antes, se debe estar tirando a una secretarucha para
que le agilicen los trámites.
–¡Ya mamá! ¿y si es así que? Lo importante
es que vamos a tener una vivienda propia.
–Ay hija por eso es que te joden por
guevona, te montan 2 barrigas y ya te sientes realizada.
____________
Yonaikel llegaba feliz a la oficina.
–¿Qué pasó mi gente?
–Hola mi reina, mira lo que te traje, un
chocolatico importado.
–Gracias pero yo lo que quiero es el
chocolatico que tienes entre las piernas.
–No mi reina chocolatico no, no te
confundas, lo de ahí abajo es un bate, que te lo voy a meter pronto.
–Eso espero me tienes pasando hambre.
–¿Y tu novio, no te da guevo?.
–Terminé con él.
–Que guevón.
–Por cierto tu jefa anda triste, está
callada, no le vayas con problemas, de verdad que está mal.
–Dame el chocolate que te acabo de dar y yo
te traigo otro luego.
Mi jefa hermosa buenos días, ya llegó el
que le va a poner alegría a esa cara.
–Cierre la puerta Yonaikel y siéntese.
–Naguevoná,
la vaina es seria. Tome este chocolate jefa, pa’ ponerla de buen humor.
–Gracias. Creo que se lo he dicho un millón
de veces pero se lo repetiré. NO SEA TAN CHISMOSO Y TAN METIDO ¿OYO? Eso me ha
causado problemas.
–¿Y yo que hice ahora?
–No puedo achacarle toda la culpa a usted
porque yo soy responsable, pero por su imprudencia de decirle a Cristo lo de
“soplar el bistec” me descubrió con Fabián.
–¡Bicho! ¿Cristo la vio cabalgando?
–¡YONAIKEL! Nos vio en la cama durmiendo,
desnudos.
–Naguevoná en la cama donde dormía con el
pana Diógenes que en paz descanse. Usted es una dura jefa, usted es una
cuatriboleá, verga, pegarse al Fabián en la cama matrimonial, usté es de las
mías.
–YONAIKEL POR FAVOR, ¿Usted escuchó lo que
le dije?
–Si jefa, le pido disculpas, si quiere yo
hablo con Cristo y le explico todo.
–No, no tiene que explicarle nada a mi hijo,
además se fue de la casa. -Comenzó a llorar.
–Ya, ya mi jefa, no se ponga así, Cristo ya
es mayor de edad, sabrá que hacer, ese debe estar con un pana o con su amiga.
–Si, está en casa de los Linares-Vollmer.
–¿Qué? ¿Está en la mansión Larrazabal? Yo
conozco a esa gente bueno conozco al pana Keiny, pero él no está en Venezuela.
–Yonaikel, yo no sé quien es ese. Y no esté
inventando nada de hablar con Cristo.
–Yo lo regreso a su casa, quédese
tranquila, yo voy pa’ la mansión y hablo con él.
–No está en ninguna masión, está en casa de
los papás de Esperanza, un apartamento en Chulavista.
–Deme la dirección, que yo me acerco.
–No le voy a dar nada.
–Usted sabe que si usted no me la da igual
la consigo ¿verdá?
–Anote. Gracias por el chocolate y por
hacerme reir.
–Pero si no se ha reído desde que llegué.
–Pero verlo me alegra el día.
–No jó jefa me va a hacer llorar a mi, yo
le tengo una noticia buena y una mala.
–¿Cuál es la buena?
–Voy a solicitar un apartamento ante el
ministerio pa mis chamos y mi jeva y me voy a casar.
–Esas son 2 noticias buenas. ¿Cuál es la
mala?
–Esta mañana cuando me iba a pegar a la jeva,
el pana no se levantó.
María Corina se sentó y apoyó su cabeza
entre sus manos, con los codos en el escritorio.
–YONAIKEL, ¿POR QUE TENGO QUE ESCUCHAR ESE
TIPO DE INFORMACION?
–Bueno jefa, usté es la unica amiga que
tengo, a los panas les cuento esto y el chalequeo me dura hasta diciembre y en
el barrio se riega la vaina. El peo es que no se me paró porque estaba pensando
en otra persona.
–¿Le está montando los cachos a Jessica? -Le
dijo sorprendida.
–Bueno tampoco se ponga así “aaaaah que
horror” que usted está en las mismas. Si, le monté cachos pero es que, y esto
no se lo cuente a naiden ¿ok? Mire que me raya. Me estoy cogiendo a un pana,
pero así tipo normal pa’ descargá y él me hace favores, pero ahora el carajo lo
tengo metío en la cabeza. La Jessica me peló la cuca y yo pensando en el culo
del pana.
-¡YONAIKEL POR FAVOOOR! SAL DE AQUI YA.
–Pero dígame ¿que hago?.
–Está claro Yonaikel, sincérese, a usted
como que le gusta ese hombre, hable claro y deje a esa pobre mujer que la tiene
engañada.
–Pero es que yo soy un varón, ¿cómo me voy
a empatar con un tipo, quejeso? Esa
mariquera no.
–Bueno, primero reconózcase quién es y qué
quiere y luego verá que va a hacer, pero vaya con la verdad por delante. No
engañe a dos personas, porque pueden estar sintiendo cosas por usted o estén
enamoradas y usted mintiéndole a ambas.
Yonaikel salió de la oficina y en su mente
se le repetía una frase: “Bueno, primero
reconózcase quién es y qué quiere y luego verá que va a hacer, pero vaya con la
verdad por delante. No engañe a dos personas, porque pueden estar sintiendo
cosas por usted o estén enamoradas y usted mintiéndole a ambas”.
Recibió una llamada de Fernando. –Reventé
al pana…
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