lunes, 3 de abril de 2017

DE REPENTE TU Tercera Temporada. Capítulo 1


Conflictos de novios.



–¡Coño no puedes ser que todos los días tenga que decirte lo mismo Cristo! ¿No puedes recoger la ropa del piso y ponerla en la cesta de la ropa sucia? Tienes todo el cuarto desordenado, llego todas las noches y es lo mismo.

–Ay mi amor pero no me regañe, mire que le hice la cena y además usted me debe algo.

–¿Te debo algo?

–Si, usted anoche llegó tarde y se quedó dormido y se olvidó de meterme esto. –Le apretó con la mano la entrepierna.

–Vamos a cenar primero mira que tengo hambre que jode.

Jesucristo no le hizo caso y se agachó bajándole el cierre del panatalón y sacándole con dificultad el pene por entre el interior y la abertura del cierre. Un pene aún flácido pero grueso y largo que se introdujo en la boca y comenzó a humedecerlo. Eso bastó para que comenzara a crecer.

Mientras Jesucristo le hacía sexo oral, Pablo se desbrochó el panatalón dejándolo caer. El muchacho se masturbaba, esperando a Pablo para correrse juntos.



Jesucristo continuaba, mientras masturbaba a su novio y se mastubaba él, hasta que con un espasmo, Pablo advirtió que estaba a punto, el muchacho también. Casi como si lo hubiesen cronometrado, ambos se vinieron a la vez.



Jesucristo tuvo un estremecimiento y abrió los ojos. Su boxer bañado en semen. Pablo aferrado a las sábanas abrió los ojos y estaba sudando, no había eyaculado pero su pene estaba erecto.

Los dos, cada uno en su cama, tenían un hilo rojo, El boxer rojo de Jesucristo se había descosido. La cobija roja de Pablo se le corrió de un costado dejando enredado el hilo entre sus dedos.

–¿Que es esto? ¿Y yo por qué coño sueño estas vainas y con este carajito?.

Se levantó de la cama directo al baño a orinar y relajar la erección. Entró a la ducha.



­–¡Ay siempre me acabo encima! Dios mio, este hombre es lo más bello que me ha pasado, no podía tener un novio mejor. –Entró al baño a ducharse para salir.



Pablo se iba a encontrar en la tarde con su novio para conversar de los cambios que venían en su vida y quería compartirlo, a su vez Gilberto tenía remordimiento por haberse acostado con otra persona que no fuera su novio y más aún sabiendo que con Pablo no tiene intimidad desde hace semanas.



Jesucristo aún no se enteraba lo de su padre aunque su madre lo llamó diciéndole que iba a llegar más tarde. Volvió a llamar a Fabián pero este no contestó la llamada ni le respondió el mensaje. Se fue al colegio a retirar unas notas que le faltaban y buscar otros documentos.





6:30pm

Llega Gilberto al restaurante acordado. Estaba nervioso, las manos le temblaban y todavía a esa hora se preguntaba si le decía o no lo que había hecho. Llegó Pablo, venía vestido impecable, la barba perfectamente arreglada y el cabello peinado sin un hebra fuera de lugar. Gilberto le sonrió.



–Disculpa la tardanza amor pero el retraso se debe a lo que vengo a contarte.

–Yo también tengo algo que contarte.

–Bueno, soy todo oídos.

–No, no, primero tú que debe ser más importante.

Dio un largo suspiro y comenzó.

–Primero que nada no quiero que hagas comentarios a priori sin haber escuchado todo por favor.

–Tranquilo, te escucho.

–Te lo digo porque te conozco. Ok, me acaban de ascender a Director creativo.

–¿Qué? ¿en serio? Una botella de champaña por favor.

–¡Hey no te vuelvas loco!

–Yo invito amor.

–El caso es que no es en la agencia, es en otra agencia, más pequeña pero ha tenido un crecimiento importante en este último año, de hecho el presidente de la empresa fue a buscarme y se reunió con los ejecutivos, casi que negociaron mi salida de la agencia y entrar a esta. El sueldo por supuesto es mucho más del doble de lo que gano aquí más comisiones y tengo a unas 20 pesonas a mi mando.

–Mi amor pero eso es una buena noticia y a la vez mala. Si antes nos veíamos poco, ahora casi que te veré los sábados porque si encima los domingos quieres estar solo…tú me dirás cuando te veo.

–Te dije que no te adelantaras, hay más. Esta semana decidí mudarme solo y ya tengo visto un apartamento que quiero alquilar con opción a compra en un año, con la liquidación lo alquilo y así te puedes quedar a vivir conmigo.

–¿A vivir? ¿Y mi familia? Los dejo y me mudo contigo, no puedo hacerlo así tan rápido.

–¿No me has dicho desde hace años que querías vivir conmigo? Tenemos 5 años juntos, creo que ya es tiempo ¿no?

–Bueno si, pero, es como atropellado, ya quieres hacerlo.

–Tengo las posibilidades y tengo que aprovechar, este era el empujón que necesitaba, tengo otro estatus y quiero avanzar.

–Otro estatus, vaya, me siento como un limpio, yo casi que gano 2 sueldos mínimos y tu quintuplicas mi sueldo.

–Pero eso no es culpa mía, eso es responsabilidad tuya, no te has movido, quieres trabajar por tu cuenta pero no te mueves a buscar más clientes, te lo he dicho miles de veces y te lo dije en su oportunidad que era una locura dejar el trabajo sin tener clientes amarrados.

–Bueno ya, ya lo sé, ahora no me restriegues tu “nuevo estatus” y yo me vea como el mantenido, así no quiero vivir contigo.

–Eso lo estás diciendo tú, tenemos 5 años juntos y cada quien paga sus vainas, yo te invito, tú me invitas.

–Ajá ¿y cuándo es eso? –Mientras Pablo respondía Gilberto servía la champaña.

–En una semana me mudo de agencia. Mi jefe quiere que termine unas cosas para después soltarme. Te tengo otra noticia.–se encogió de hombros.

–¿Más? -Puso cara de molestia y esperó la respuesta.

–Me ofrecieron dar clases en un instituto en las tardes. Estoy estudiando eso pues quisiera que fuera en las mañanas para que después pueda ir al gimnasio, si las clases son en las tardes es probable que tenga que regresar a la agencia.

–¿Ves? O sea tú todo lo montas en función a ti, no piensas en que tienes una pareja, quieres hacer de todo y despuééééés si queda tiempo ves a tu pareja, yo quedo relegado. Y si no puedes ir al gimnasio en la semana, entonces vas el sábado, que es el día que me debería tocar a mi.

–¿Por qué crees que quiero que te mudes conmigo? Así nos veremos todos los dás.

–Si, eso en la teoría se escucha hermoso, pero en la práctica es un desastre.

–Bueno Gilberto si te vas a poner negativo con todas las buenas cosas que me están pasando mejor no te hubiese contado nada.

–Claro que me alegro, pero es que siento que te pierdo cada día, cada noche.

–Te recuerdo que tú tienes una cuota de responsabilidad alta en esto. Tenemos semanas que no tenemos sexo, porque estás cansado, te duele la cabeza, es muy tarde, es demasiado temprano, hay que salir rápido.

–Pero es que tú quieres tirar a cada rato y todos los días.

–Y tú no quieres en ningun momento de la semana. ¿Cómo hacemos?.

–Yo creo que eso lo podemos hablar en otro momento, estamos en otra cosa.

–No, este es el momento. Marico he tenido sueños eróticos y no apareces tú, y yo no quiero que llegue a suceder que el que aparezca en mi cama tampoco seas tú. ¿te parece que no es el momento? Cuando comenzamos a salir tirábamos hasta parados en la calle esperando que cambiara el semáforo, ahora es que ni desnudos dormimos, yo sé que la frecuencia baja con el tiempo pero contigo se esfumó.



Gilberto tenía la cabeza agachada. –Yo tengo que decirte lo que te iba a contar.

–A ver, dime, luego seguimos con el tema.



­–Adivine quien es. -Dos manos le taparon los ojos a Pablo, eran las de Jesucristo que había ido a ese restaurante con Esperanza.

Pablo se quitó las manos de la cara y volteó.

–¡Sorpresa! –Pablo se puso pálido al ver a Jesucristo.

–Mucho gusto, me llamo Jesucristo, soy el novio de este guapo señor.

–¿Perdón? -Dijo Gilberto casí que riéndose. –A ver, creo que estás confundido, yo soy la pareja de Pablo desde hace 5 años.

Jesucristo quedó paralizado con lo que había escuchado. Pablo no sabía que decir y prefirió no decir nada.

El muchacho retiró las manos de los hombros de Pablo, dio media vuelta y se fue.



–¿Tú me puedes explicar esto? ¿Quién es ese carajito?

–¡Yo que sé! Se habrá confundido de persona!

–¿De verdad? Pero te vio y se sonrió. Además dijo que es tu novio, explícame esa vaina Pablo Villate. ¿te tiraste a ese imberbe?

–¿Pero qué coño estás hablando? En mi vida lo había visto.

–Estás nervioso Pablo y mira que para verte a ti nervioso frente a algo hay que echarle bolas.

–No te voy a explicar nada porque no hay nada que explicar. Punto.

–Vamos a pedir la cuenta, me quiero ir a mi casa.

–¿No me vas a contar lo tuyo?

–No vale la pena. -A pesar de la rabia que tenía, sentía un fresquito saber que Pablo había hecho lo mismo que él con otra persona, la culpa que sentía desapareció.

No hay comentarios:

Publicar un comentario