miércoles, 2 de noviembre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 6 Capítulo 8


Donde hubo fuego, solo quedan cenizas.



Nestor volvió a subir al apartamento. Virginia estaba sentada en la sala llorando.

–¿Por qué lo hiciste? Eso no me va a detener para que yo vaya a buscar a Calixto.

–Ese muchacho no quiere nada contigo, deja que tu hijo tenga una relación con él y tú apártate.

–Supongamos que eso suceda, no voy a regresar contigo, no como tú quieres Virginia, nada va a detener esto, estuve más de 20 años ocultando lo que realmente quería y ahora que por fin lo saben todos me siento libre.

–Yo no pretendo que vuelvas conmigo, lo que quiero es que recapacites, ese niño no se va a quedar con un viejo como tú teniendo a alguien de su edad rondándole.

–Precisamente eso era lo que hacía que él estuviera a mi lado, mi edad, no le gustan los niños.

–Ojalá no te arrepientas y regreses con el rabo entre las piernas y me pidas volver.

–Eso no va a suceder. Soy gay Virginia, me gustan los hombres, por fin lo puedo decir sin avergonzarme. Y si no es Calixto será otro, pero haré lo que sea, oye bien, lo que sea para que Calixto vuelva conmigo.

–¿A pesar de tu hijo?

–Quien se interponga, no me va a importar sacarlo del medio. Calixto es el hombre que amo.

–Entonces vete. Sólo te digo algo, Más importante que el amor que sientes por ese muchacho es el amor de padre e hijo, de tu familia, ni se te ocurra hacerle daño a Diego porque lo de los cauchos fue apenas una diablura de quinceañera con lo que puedo ser capaz de hacer por mi hijo.

–No me amenaces, que puedo aguantar muchas cosas, pero me divorcio y te dejo sola. Adiós.



Llegó al aeropuerto, pero los vuelos nacionales estaban suspendidos hasta el día siguiente por el avión siniestrado. Tomó un taxi para ir al terminal de los autobuses expresos.

Luego de 3 horas ya estaba montado en la unidad.

Llamó a Calixto para decirle que iba para allá.

–<No quiero verte Nestor, quiero cerrar ese capítulo de mi vida>

–<Por favor, vamos a hablar, dame la oportunidad, te lo pido, luego decides si me botas o no, pero necesito hablar contigo>

Luego de varios minutos Calixto accedió.



–Tú papá viene a hablar conmigo.

–¿Quééé? ¿Y lo vas a recibir?

–Le dije que sí, que hable y luego que se vaya.

–Te va a engatusar para que vuelvas con él.

–Pero tú te crees que tengo 12 años?

–No, mi papá es un zorro viejo.



Decidieron entre los dos que se encontraran en una cafetería y que Diego estaría cerca pero oculto, Nestor no sabía que su hijo estaba en la ciudad donde vive Calixto.



–Hubiese preferido que nos viéramos en tu casa.

–Están mis papás y no quiero incomodarlos.

–Ellos me conocen, no veo porque los voy a incomodar.

–No quiero Nestor, dime, ¿a qué viniste? -Diego estaba en una mesa cercana tapándose con un libro, ya estaba cayendo la tarde, era perfecto para que no se diera cuenta.



–Vine a pedirte perdón, a decirte que la cagué, sí, mucho, me comporté como un cobarde, dije muchas mentiras y te involucré en ellas. Pero luego de verte ahí herido lleno de sangre pensando que podía perderte para siempre, me asusté. Me descubrieron toda la mentira y decidí hablar y ahora estoy aquí para volver contigo.

–No pienso volver contigo Nestor, voy a hacer mi vida aquí con mi familia.

–Pero viniste a la capital para dejar esto y progresar esto es un retroceso, yo te puedo ayudar como antes y pagarte la habitación.

–Sigues casado, eso no ha cambiado.

–Ya le pedí el divorcio a Virginia. -A Calixto se le aceleró el corazón pero no le dijo nada. Nestor se levantó y luego se arrodilló frente a toda la gente.

–Te suplico que vuelvas conmigo, por favor te lo estoy pidiendo de rodillas.
–Párate del suelo Nestor que raya, me estás haciendo pasar pena.

–No me voy a levantar hasta que me digas que vuelves conmigo.

Cuando Calixto iba a hablar se levantó Diego que no estaba en los planes que eso sucediera.



–¿Tú vas a seguir mintiendo así descaradmente?

Nestor se levantó del piso, la gente los observaba. –¿Qué haces tú aquí?

–Calixto y yo somos novios.

–Ya va Diego eso tampoco…-Nestor se llenó de ira y le lanzó un golpe a Diego que lo hizo tropezar con la mesa de atrás y caerse. –¡Ni te atrevas a acercarte a Calixto!.

–Señor acompáñeme a la salida, tiene que irse del local. –Le decía uno de los empleados del café, Nestor se movió quitándose la mano del muchacho que intentaba sacarlo de ahí.

–¡No me pongas una mano encima! ¡Vámonos Calixto!

–¡No! ¿No ves a tu hijo que está en el piso?

Nestor se le abalanzó al muchacho y lo besó en la boca. –Vuelve conmigo por favor, no me dejes, Diego no tiene nada que ofrecerte, yo si, dinero, casa, carro, viajes.

–Nestor tu hijo está inconsciente en el piso.

–Respóndeme.

Calixto se soltó de los brazos de Nestor.

–¡Alguien que me ayude por favor! -2 personas junto a Calixto levantaron a Diego y llamaron a una ambulancia.

Nestor recogía la mesa y pagaba la cuenta de lo que habían consumido.

–Ya viene la ambulancia, ¿te vas tú en ella? Yo me puedo ir en autobus.

–Yo me voy a buscar un hotel.

–Nestor es tu hijo el que está ahí desmayado.

–Mañana te busco, para hablar contigo a solas.

–¡NESTOR, NESTOR, NESTOOOOR!



Llegó la ambulancia. Calixto se montó con él atrás y uno de los paramédicos.

–Vamos al hospital central por favor. –Le dijo el muchacho al chofer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario