Una
luna de miel moderna.
–Te estoy firmando las vacaciones por 3
cosas. Sólo son 15 días, eres el mejor gerente que he tenido y porque
conseguiste un buen sustituto mientras no estás. Toma.
–Gracias jefe.
–Nunca sales en estas fechas de viaje, no
sé que te dio esta vez.
–El amor jefe, el amor.
–Si, si, por amor se hacen la estupideces
más grandes, anda ve a terminar de decirle las cosas a tu suplente y te vas.
Bertha ya había visitado nuevamente el
médico para que la dejara viajar, tenía todo listo al igual que Darío.
Las maletas estaban listas, los pasaportes
y boletos guardados solo esperaban al taxi que los llevaría al aeropuerto.
Bajando al aeropuerto, Bertha estaba
emocionada pues ya la luna de miel era una realidad.
–No puedo creer que por fin luego de
esperar tanto ya nos vamos a Italia. -Le dio un beso en la boca a Darío
metiéndole la lengua.
–Mi amor, tranquila que estamos en un taxi,
deja la emoción. -El taxista veía por el retrovisor acomodándolo. Bertha tenía
su mano en la entrepierna de su esposo.
–Mira como estoy, tócame. –Le llevó la mano
y la metió para que tocara su ropa interior.
–Estoy mojadita. –Le susurró al oído.
–Quédate quieta Bertha ¿Qué te pasa?
Hablaba en voz baja. -El sonido de la radio ayudaba a silenciarlos.
–Tenemos semanas que no me haces el amor.
–Estás embarazda.
–Eso me ha puesto cachonda. -Le dio otro
beso en la boca y esta vez le sujetó la cara. El taxista se acomodó en el
asiento y se tocó el pene sobre el pantalón también acomodándolo.
–Sácate el guevo par mamartelo aquí.
–Bertha ¿qué coño te pasa?. –Le bajó el
cierre y metio la mano pero Darío la detuvo y se puso a ver por la ventana.
Bertha metio su mano por la falda y se quitó la pantaleta y se la puso en la
piernas a Darío.
El taxista sentía como su interior se
mojaba, su ojos estaban entre la autopista y el retrovisor.
–Muévete hacia la puerta. -Darío lo hizo y
Bertha sacó el pene por entre el cierre del pantalón.
–El solo hecho de ver a Bertha mover la
cabeza de arriba a bajo excitó al taxista que subió el volúmen de la radio.
–Me vas a hacer acabar.
–Méteme los dedos.
Darío lo hizo, apenas metió 2 dedos se
corrió en la boca de su esposa. Cerró los ojos y apretó los dientes mientras
tenía el orgasmo.
–Llegamos. –Dijo el taxista
–Tome, muchas gracias. -El taxista los
ayudó a bajar las maletas y les devolvió la mitad del dinero.
–Yo invito la mitad del viaje, fue muy gratificante
la experiencia. Feliz viaje.
Bertha se sonrió y lanzó la pantaleta
dentro del taxi. –Ahí le dejo un souvenir.
–¡BERTHA POR FAVOR! Darío recogió la
pantaleta y entraron al aeropuerto.
Luego de chequearse y pasar por la revisión
de las maletas entraron a la sala de espera
en la puerta 8A. Se sentaron y a los pocos minutos suena el celular de
Bertha. Un mensaje.
–<¿Dónde estás?>
–<Ya estoy en el aeropuerto>.
–<Yo también, estoy en la puerta 15B>
Bertha sintió como su entrepieran volvía a
humedecerse.
–<Ven para acá y te cojo en un baño>
–Mi amor voy a caminar un rato y veo si
compro algo de comer, ¿quieres algo?
–De momento que te calmes, estás con la
piel enrrojecida.
–Ay ya, voy a dar una vuelta.
Cuando caminaba por la puerta 14C su
corazón se aceleró. –<Estoy cerca> -Le escribió.
–<Voy al baño familiar, ahí te
espero>
Vio a lo lejos a Carmelo levantarse del
asiento e ir al baño.
–<Estoy sin pantaletas y en vestido>
–<Eres una puta y me encanta>
Bertha entró al baño y Carmelo la tomó por
la cintura volteándola, la apoyó de los lavamanos y le subió el vestido. La
penetró por detrás, Bertha gritó del dolor al sentir que la penetraban sin
preámbulo. Le tapó la boca.
–Cállate que nos van a oir. Ahora te voy a
coger por el culo mientras estes embarazada. -Volvió a empujar, clavándole el
borde del tope del lavamanos en el vientre. Bertha cerró los ojos mientras se
orinaba.
Carmelo se corrío dentro de ella y retiró
su pene que aún escurría semen.
–Sal de aquí, me tengo que limpiar.
Carmelo salió del baño y vio sus zapatos que tenían gotas, se los limpió
con el pantalón y se fue a su puesto.
_____
Luego de 9 horas de vuelo llegaron al
hotel. Una construcción del siglo XIX con toda la modernidad de un hotel por
dentro. Le entregaron la tarjeta de acceso, pulseras, los tickets del desayuno
y les llevaron las maletas hasta la habitación.
Al subir y dejar todo en el piso se
lanzaron en la cama, comenzaron a besarse y tocarse, a pesar de estar agotados
estaban dispuestos a tener sexo en ese momento.
Darío metió su mano por el vestido y tocó
sus nalgas para luego meter las manos entre ellas, sintió una cálida humedad
pero también como algo seco y rasposo, al retirar la mano y verla se dio cuenta
que era sangre.
–¿Qué te pasó? Tienes sangre. Sonó el
telefono de la habitación, Dario se limpió la mano con el cubrecama y atendió.
–<<Aló>>
–<<Se dice pronto, estás en Italia,
¿cómo estás mi amor? Estoy a un piso de distancia de ustedes, ¡Sorpresa!>
Darío palideció.
______
El papá de Darío estaba en su cuarto y
viendo televisión entre despierto y dormido, de repente abre los ojos y está
agitado y comienza a gritar llamando a su esposa, que corre hasta llegar a la
habitación.
–¡Mi amor estás hablando! ¡estás hablando!.
–Da..Dario, Da…Darío es, es gay, es marico,
A Darío lo vi…
–Mi amor, estás alterado, estás comenzando
a decir incoherencias.
–COÑOOOOOOO DARIO ES MARICOOO, ES MARICOOO,
YO LO VI CON ROGELIO.
–Comenzó a llorar tendido en la cama
mientras la mamá de Darío se llevaba las manos a la boca.
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