martes, 1 de noviembre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 6. Capítulo 7


Cuiama 24/7.



Bertha estaba en el apartamento sola sentada en el sofá acariciando su barriga, se había levantado la franela del piyama. Mientras lo hacía se sonreía.

–Tu llegada va a terminar de amarrar a tu papi y estaremos juntos los 3 por siempre.

-Darío es gay que no se te olvide –Decía una voz en su interior. Sacudió la cabeza y siguió acariciando la barriga.



De pronto el timbre del apartamento sonó, extrañada, volteó hacia la puerta preguntándose quién sería a esa hora de la mañana. Bajó los pies de la mesita de la sala y se arregló la franela.

Cuando abrió la puerta su cara fue de decepción.

–Ah eres tú, ¿qué quieres? Sabes que Darío no está a esta hora, está trabajando.

–Lo sé, por eso vine, quería hablar contigo a solas, ¿me abres?

–No tengo porque abrirte.

–Abre la reja y hablamos con calma. –Tenía las manos detrás de la espalda.



Bertha abrió la puerta para que entrara.

–Pasa, ¿quieres tomar algo?

–Vaya pero que amabilidad se te ha despertado...debe ser el embarazo que te pone sentimental y aflora esa madre que tienes por allááá en el fondo.

–¿Quién te dijo que estoy embarazada? Sólo lo sabe Darío y yo.

–Y yo, Darío me cuenta todo, todo, que no se te olvide eso.

–¿Te cuenta como me hace el amor todas las noches y repetimos en la mañana antes de irnos a trabajar?

Su rostro se enrrojeció y, sacando su mano detrás de la espalda, con una rapidez asombrosa le clavó varias veces un cuchillo en la barriga hasta ver a Bertha caer al piso desangrándose.

–Tranquila hasta hoy te hará el amor para hacermelo a mi todas las noches.



Rogelio se levantó de la cama sobresaltado, con la respiración acelerada y la frente bañada en sudor.

–Mierda, que pesadilla.

Sonó su celular, era un mensaje.

­–<Hola Rorro, Bertha se fue de viaje 3 días ¿quieres venirte a mi casa?>

–<Ok, ¿me puedo ir hoy?

–<Claro, si quieres vente ya, te espero, te pago el taxi>

–<Ahora no puedo, tengo que trabajar, pero en la tarde me voy para allá, voy a arreglar la maleta>

–<Te busco por el local esta tarde cuando me digas, besos>



–¿Y eso que tu esposita se fue de viaje?

–Asuntos de trabajo en una empresa que están liquidando.

–Mmmm, ¿pero ya se fue?

–Bueno imagínate que no se había ido todavía, 2 horas despues de de escribirte apareció que el avión salía más tarde, estaba haciendo diligencias menos mal que no viniste.

–Hubiera sido bueno que nos encontrara tirando. ¿te imaginas? Me tienes en 4 en su cama donde dureme contigo, dándome duro por ese culo. Sería genial.

–A ti te encanta eso ¿verdad? Que este peo termine así, que nos descubran.

–Tu esposa ya sabe que eres gay lo que pasa es que se hace la guevona.

–No chico, ella sabe que estás enamorado de mi, pero no que tiramos.

–Aaay, que seguro estás de que estoy enamorado de ti.

Darío le dio un beso en la boca y le apretó una nalga.

–Sabes que tengo razón.

–¿Y tú? ¿estás enamorado de mi?

–Vamos al cuarto.

Rogelio lo detuvo. –Respóndeme Darío, cada vez que te lo pregunto me evades.

–Me gustas mucho Rorro y la paso bien contigo, te quiero mucho.

­–Pero no me amas.

Darío bajó la mirada. –Es complicado Rorro, yo estoy enamorado de Bertha pero me gusta estar contigo, disfruto dormir contigo.

–Es que yo no soy tu parque de diversiones, no quiero ser eso, quiero estar contigo, vivir contigo, hacer una vida contigo.

Darío volvió a besarlo.

–Siento muchas cosas Rorro, estoy confundido, no quiero perderte, quiero que te quedes conmigo pero…

–Pero no le vas a decir nada a tu mujercita de divorciarse porque oh todos se van a enterar que Darío es gay que horror.

–Hagamos el amor y disfrutemos estos días juntos.

Ahí de pie, se desnudaron mientras se besaban. Darío jugaba con las nalgas de Rogelio y le metía uno de sus dedos entre las nalgas. Rogelio se agachó para hacerle sexo oral mientras lo veía a los ojos.

Retiró el pene de su boca.

–Sé que disfrutas esto y más cuando te lo hago yo, pero no va a volver a suceder hasta que no hables con Bertha.

–Sigue mamando que quiero penetrarte.

Rogelio le apretó las nalgas mientras seguía mamándolo. David lo levantó por un brazo y lo llevó a la pared poniéndolo frente a esta.

 Se echó saliva en la mano y la metió entre las nalgas, volvió a echarse saliva para mojar su pene.

Se acercó a Rogelio y le mordió la oreja.

–Mételo, cógeme, cógete ese culo, es tuyo.

Darío le abrió las nalgas y lo penetró poco a poco hasta que sintió que había entrado completo. Comenzó a moverse si parar mientras sostenía los brazos de Rogelio por arriba de su cabeza. Cada empujón era un gemido que soltaba, un empujón tras otro. Un gemido tras otro.

–Me voy, me voy a venir.

–Sácalo acábame en la boca.

Darío se retiró y se apartó de Rogelio y este se volteó agachándose para dejar que el pene se descargara dentro de su boca. Mientras recibía el semen y tragaba, cerraba sus ojos y le apretaba las nalgas. Darío cerraba sus ojos apretándolos cada vez que sentía que soltaba un chorro. La sensibilidad que sentía hacía que quisiera retira el pene de la boca de Rogelio pero él no lo dejaba, hasta que limpió por completo el pene dejando sin rastros de semen.



–Coño, que acabada tan rica, mierda…vamos a la cama.

Llegaron a la habitación y se tumbaron en la cama a ver televisión.

–¿Eso que me dijiste antes era en serio?

–Si, muy en serio.

Ambos voltearon hacia el televisor y luego de varios segundos, Darío volvió a hablar.



–Dentro de una semana nos vamos de luna de miel. ¿Nos puedes llevar al aeropuerto?

Rogelio lo miró a la cara. –Si no me queda más remedio…eso sí me dejas tu carro para que lo use en ese mes.

–Tranquilo, te lo quedas…



Mientras hacían zapping llegaron al canal de noticias y estaban dando una noticia de último minuto.



<< Se precipita en la montaña un avión que iba con destino a Tinajero>>

<<Aún  se desconoce la magnitud del siniestro, pero por lo intrincado del lugar descartan sobrevivientes>>

Darío se sienta en la cama y se pone pálido. Rogelio hace lo mismo.

No puede ser que mi sueño fue premonitorio, la bicha murió. ¿coño que estoy pensando por Dios, no pienses esas cosas Rogelio. –Pensaba mientras veía el monitor y escuchaba al reportero.

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