lunes, 28 de noviembre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 8 Capítulo 1


Adrenalina.



Cuando se bajó del cuerpo donde había saciado sus ansias necrofílicas, se dio cuenta que el cadáver tenía un aspecto intimidante; cicatrices y marcas por toda su piel además de 2 heridas de bala. Tenía una etiqueta en el dedo pulgar derecho del pie.

“Yofre López alias “el rabipelao”.

Se subió el cierre del pantalón y tapó el cuerpo. Salió.



Buscó a Bertha que estaba acostada en la cama compartiendo habitación con 3 personas más.

–Por favor sácame de aquí, esto es horrible. ¿Qué te pasa estás rojo y sudado? ¿de dónde vienes?

–Sexo con un malandro, muerto, necesitaba descargarme. ¿Tú como estás? ¿qué pasó con el bebé? ¿Tú estás bien, él esta bien?.

–Yo con ganas de tener sexo contigo y tú prefieres un muerto. Necesito estar contigo hazme tuya aquí, ahora.

–¿Cómo está mi bebe? Dime ¿está vivo?

–Yo estoy viva y con ganas, cógeme.

Carmelo la tomó del cuello y la miró fijamente a los ojos. –Respóndeme si mi bebé está vivo.

–Está vivo, sano, no ha pasado nada. Móntate en la camilla y cógeme.

Carmelo movió el biombo hasta quedar aislados del resto de la gente que estaba en la habitación. Le quitó la sábana a Bertha y le arrancó la vía que tenía en el dorso de la mano.

Se monto en la cama y se bajó los pantalones a mitad de muslo, le apartó la bata y la penetró acostándose sobre ella.

–Ni te muevas, ni hables. -Le dijo mientras le tapaba la boca con fuerza. A Bertha se le erizaba la piel cada vez que Carmelo bajaba su cadera empujando hacia ella. Por su cabeza pasó la idea de que el pene de su amante estaba sucio luego de haber estado con un cadaver.

Carmelo seguía moviéndose igual que la cama que golpeaba en la pared una y otra vez, lo que hizo que un par de personas se asomaran a ver que pasaba y se quedaron viendo por unos segundos hasta que se retiraron.

Carmelo acabó dentro de ella y enseguida se bajó.

–Ponte la ropa que nos vamos.

–¿Sabes que puedo coger una infección con lo que hiciste eso con ese muerto?

–No te angusties no va a pasar nada. Vámonos.

–Me tienen que dar de alta.

–Nos vamos y punto.



Salieron de la habitación mientras el resto los miraba y algunos se reían. Por el pasillo caminaron como si nada. Al pasar por la habitación donde se encontraba el cuerpo de El Rabipelado se detuvieron.

–¿Pero quién coño volteó este cuerpo?

–Doctor, hay signos de abuso sexual, mire.

 Carmelo haló a Bertha por el brazo y siguieron caminando ahora más rápido.

–¿Fue a ese que te cogiste?

–Eres un enfermo.

–Igual que tú hermosa, te excita que lo sea.



Tomaron un taxi rumbo a casa de Carmelo, al llegar le pidió el juego de llaves a la conserje y dinero para pagar el taxi que luego le devolvería y subieron al apartamento.

–Me imagino que ya no irás a tu luna de miel.

–¿Qué? Imaginas mal mi amor, yo me voy a Italia a como de lugar.



Carmelo la agarró por la cintura trayéndosela hacia a él.

–¿Qué te parece si yo también me voy a Italia y estamos allá y te cojo las veces que quieras? –Le metió la mano por el pantalón y 3 dedos se los introdjo en la vagina que ya lubricaba. La besó en la boca y metio más los dedos.

Se separó un poco de su boca.

–¿Te gusta la idea?

–Me encanta.

–Así estoy allá y busco un italianito recién muerto que me pueda coger.

–Quiero hacerlo todos los días contigo allá, que me dejas cansada.

Carmelo se separó. –Me quedo en la ciudad y busco gente, en las autopistas, en los hospitales, busco gente y las mato o las dejo inconscientes. –Su cara se transformó tenía una sonrisa perenne.

–Y podemos pasear juntos, me quedo en tu hotel y tenemos sexo día y noche, ya veo que le invento a mi esposo.

–Nunca lo he hecho en el extranjero con un muerto, esta vez lo haré.

–¿Como quieres que se llame nuestro hijo o hija?

–Voy a quedarme una temporada en Italia, otra vida.

–¿Y me vas a dejar sola?

–Tengo que desaparecer de esta ciudad.

–Carmelo, Carmelo, ¿me estás oyendo?

Carmelo la volvió besar en la boca. –Gerardo o Fernanda como mis padres, así se llamará.

–Como tú digas mi amor. Me voy de viaje en una semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario