jueves, 6 de julio de 2017

DE REPENTE TU 7. Capítulo 10


Regresando a la oscuridad.



Gilberto estaba en el apartamento de Emilio recogiendo sus cosas para mudarse de nuevo a su casa, puso las cuentas de luz, agua, gas, condominio al día para cerrar todo e irse.



Mientras recogía la ropa se puso a pensar en su vida. Viviendo con sus padres sin posibilidad de tener casa propia a menos que sus padres fallezcan, su relación más larga y estable que prometía mucho, se terminó y era la oportunidad de mudarse con su pareja y lo echó todo al traste. Ahora mantiene una relación con un alcohólico y drogadicto que carga con la muerte de su esposa a cuestas y con el tormento de un amor no correspondido. Su trabajo apenas le daba para cubrir sus gastos y algo para pagar en casa de Emilio, sabía que esa situación era responsabilidad de él por no moverse más y buscar más clientes para mejorar sus ingresos.



Cuando terminó de meter sus cosas en un bolso y en una caja, se puso a lavar los platos y recoger un poco la cocina. Recibió un mensaje de un amigo.

–<Hola mijooo, ¿qué es de tu vida?>

–<Épale Richard, bien ¿y tú? Estabas perdido>

–<Todo bien, full trabajo. Mira ¿tú sigues con Pablo?>

–<No vale, terminamos hace unos meses>

–<Ah coño, bueno, mejor, quiero cogerte, ¿cuándo le damos?>

–<Jajajaja tengo novio en este momento, bueno, es complicado de explicar, cuento largo>.

–<Que vaina, ando quesúo, quería verte>

Gilberto, terminó de lavar los platos mientras pensaba que responderle a su amigo.



–<Estoy en el apartamento de mi novio, estoy solo, si quieres vente>

–<Verga, la pinga ¿y si se aparece y nos encuentra?>

–<Tranquilo, no va a aparecer, luego te explico>

–<Dame la dirección>.



_______



Emilio había cuadrado todo para irse del centro de rehabilitación. Metió en un pequeño bolso la poca ropa que tenía, el celular, las llaves de su casa y un dinero en efectivo que le quedaba que tenía en su billetera. Se tomó las pastillas que le llevan en la mañana, dio un paseo por el jardín y conversó con los enfermeros, solo uno de ellos sabía del plan. El distraería a los demás mientras él se escapaba.



Justo después de almorzar cuando todos están ocupados comiendo y recogiendo, Emilio aprovechó para irse por la puerta de servicio que da al depósito de basura, abrió la pequeña puerta de la basura y entró. El olor era insoportable, estaba repleto de bolsas que tuvo que sortear para llegar a la puerta del depósito que da a la calle. Previamente le habían quitado los candados a las puertas para que pudiera irse sin problema.



Ya en la calle no podía aguantar el olor que se le había impregnado en la ropa pero tenía que irse de ahí cuanto antes. Llamó a Yonaikel para verse y que le entregara el arma.

Se vieron en una panadería a unos cuantos kilómetros del centro de rehabilitación.

–Mi pana, necesito los reales, pa pagá el hierro, está limpio, no tiene antecedentes, pero necesito pagá.

–Toma esta plata y ahora vamos a un cajero, lo que me de el cajero te lo llevas y el resto te hago la transferencia cuando llegue a mi casa.

–Si va, vamos pal cajero. Chamo ¿y qué vas a hacer con el hierro? Te vas a dar viaje o vas pendiente de un tipo o por seguridad y tal, está cargada, mosca y se te escapa un tiro.

–Tranquilo, tiene el seguro. Lo que vaya a hacer con ella no te lo voy a decir. Toma, el resto te lo transfiero a tu cuenta.

–Chamo no se meta en peos, mire que yo no tengo contactos en todos lados pa ayudate.

–Llévame a comprar un talquito y a una licorería.

–Naguevoná diablo ¿tú no estabas encanao pa limpiate de esa mierda?

–Esa gente no sabe lo que quiero, ¿me vas a llevar si o no?

–Si, si, chamo pero bájale dos te va adar algo, mira, me debes culo, no se te olvide.

–Esta noche vienes a mi casa.

–Coño, ¿esta noche?  Ta dificil papá ahora vivo con… verga es el primo de este…con el portu, no me puedo escapar tan fácil, sabes como es, es bien cuaima tu primo.

–Ah coño, es que ahora no puedo, tengo que hacer un poco de vainas, si me desocupo temprano te aviso y te acercas a mi casa.

–Fino, ando que boto leche sin tocarme.

_________



Gilberto le abría la puerta a Richard.

–Chamo ¿no te da vaina traer a alguien aquí pa tirar? Es la casa de tu novio.

–El está recluído en un centro de rehabilitación, no va a venir.

–Peor, verga es como chimbo.

–Chamo ¿viniste a tirar o darme lecciones de moralidad?, vamos a darle que me tengo que ir, cierro el apartamento y me regreso a mi casa.



Comenzaron a desvestirse y Gilberto se fue directo a hacerle sexo oral.

–Vamos al cuarto, quiero cogerte y aquí estoy nervioso.

–No va a venir nadie

–No importa.

Llegaron a la habitación y se montaron en la cama

–¿Tienes lubricante? Yo tengo condón. –Se lo comenzó a poner mientras Emilio se echaba lubricante y luego le puso a él sobre el condón.



–Coño tu culo si es bello vale, tenía ganas de cogérmelo.

–Cógetelo pues.

Richard se acomodó frente a las nalgas de su amigo y comenzó a penetrarlo.

_________



Emilio había comprado la droga y una botella de ron, había gastado todo el dinero que tenía en el banco.

No aguantó e inhaló un poco del polvo y comenzó a beber. Mientras el líquido bajaba por su garganta sentía que su cuerpo volvía a la vida, lo llenaba de energía.

Agarró un autobús que lo deja a dos cuadras de su casa. Trastabillando se bajó de la unidad y caminó a su edificio.





Richard seguía con Gilberto en la cama, ahora estaban frente a frente. Le sujetaba las piernas mientras lo embestía con fuerza. Gilberto gemía, Richard sonreía.



________



Emilio saludó al vigilante sujetándose de la reja.

–¿Usted está bien señor Cáceres?

–De maravilla, estoy perfecto.

–En su apartamento está el señor Gilberto.

–¿Ese guevón sigue ahí? Le dije que se fuera del apartamento.

–Está recogiendo, vino tempranito hoy.

–Voy subiendo, chao, toma esta botella, pa que brindes por mi, ya bebí demasiado.



Subió en el ascensor, llegó al piso soteniéndose de la pared, al llegar a la puerta, no atinaba a meter la llave hasta que lo logró y abrió.

Al abrir la puerta escucha ruidos, intentando determinar que era, oye gemidos que salen de la habitación, se va acercando y saca del bolso el arma.

Llega a la puerta y ve a Gilberto con los ojos cerrados y gimiendo y Richard concentrado moviéndose.

Gilberto abre los ojos pero a su derecha siente una presencia, al voltear ve a Emilio apuntando a Richard pero cuando va a gritar, Emilio le dispara al muchacho tumbándolo de la cama por el impacto.

Gilberto se queda petrificado en la cama sin moverse, Emilio deja caer el arma al suelo, sus ojos se iban a salir de su rostro.

–¡Vámos, vámonos de aqui! ¡VAMONOS MUEVETE GILBERTO! ¡Hay que irnos!

–¡Estás loco! ¿cómo nos vamos a ir? Le disparaste.

–Me estabas montando cachos, ¿desde cuando te tiras a hombres en mi casa y en mi cama? ¡Maldito!

–Cálmate Emilio, cálmate. ¿Qué haces aquí?.

–¡Me escapé, me escapé de esa mierda, para conseguirme con esto ahora!

–Cálmate, baja el arma. –Emilio la había recogido del suelo y tenía el dedo en el gatillo.

–Vamos a llamar a una ambulancia o a la policía, esto no puede quedar así, nos van a  descubrir.

De repente se escucha un quejido, era Richard.

–!Está vivo, está vivo Emilio ayúdame!

Emilio corre al otro lado de la cama donde está tumbado Richard, lo ve.

Tres disparos acaban con la vida del muchacho.



Emilio se queda viendo el cuerpo inmóvil de Richard. Gilberto temblando recoge su ropa y con cuidado sale del cuarto y con las mismas sale del apartamento, se viste rápido y baja las escaleras, se acuerda que sus cosas se quedaron en el apartamento, se detiene pero luego sigue, no se detiene más hasta caminar a paso rápido tres cuadras.



–Vamos a sacar a tu amante de aquí, lo montamos en mi carro y lo lanzamos por un barranco. ¿Me estás oyendo?. –Levantó la mirada y buscó a Gilberto.

–Se fue y me dejó con este peo.

Llamó a la policía y les dijo que un ladrón se había metido en su casa y le disparó. Regresó al cuartto y vio de nuevo el cadaver, le quitó el condón y lo botó al inodoro. Se sentó a esperar tomándose una botella de ron que tenía escondida en el closet.

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