Regresando
a la oscuridad.
Gilberto estaba en el apartamento de Emilio
recogiendo sus cosas para mudarse de nuevo a su casa, puso las cuentas de luz,
agua, gas, condominio al día para cerrar todo e irse.
Mientras recogía la ropa se puso a pensar
en su vida. Viviendo con sus padres sin posibilidad de tener casa propia a
menos que sus padres fallezcan, su relación más larga y estable que prometía
mucho, se terminó y era la oportunidad de mudarse con su pareja y lo echó todo
al traste. Ahora mantiene una relación con un alcohólico y drogadicto que carga
con la muerte de su esposa a cuestas y con el tormento de un amor no
correspondido. Su trabajo apenas le daba para cubrir sus gastos y algo para
pagar en casa de Emilio, sabía que esa situación era responsabilidad de él por
no moverse más y buscar más clientes para mejorar sus ingresos.
Cuando terminó de meter sus cosas en un
bolso y en una caja, se puso a lavar los platos y recoger un poco la cocina.
Recibió un mensaje de un amigo.
–<Hola mijooo, ¿qué es de tu vida?>
–<Épale Richard, bien ¿y tú? Estabas
perdido>
–<Todo bien, full trabajo. Mira ¿tú
sigues con Pablo?>
–<No vale, terminamos hace unos
meses>
–<Ah coño, bueno, mejor, quiero cogerte,
¿cuándo le damos?>
–<Jajajaja tengo novio en este momento,
bueno, es complicado de explicar, cuento largo>.
–<Que vaina, ando quesúo, quería
verte>
Gilberto, terminó de lavar los platos
mientras pensaba que responderle a su amigo.
–<Estoy en el apartamento de mi novio,
estoy solo, si quieres vente>
–<Verga, la pinga ¿y si se aparece y nos
encuentra?>
–<Tranquilo, no va a aparecer, luego te
explico>
–<Dame la dirección>.
_______
Emilio había cuadrado todo para irse del
centro de rehabilitación. Metió en un pequeño bolso la poca ropa que tenía, el
celular, las llaves de su casa y un dinero en efectivo que le quedaba que tenía
en su billetera. Se tomó las pastillas que le llevan en la mañana, dio un paseo
por el jardín y conversó con los enfermeros, solo uno de ellos sabía del plan.
El distraería a los demás mientras él se escapaba.
Justo después de almorzar cuando todos
están ocupados comiendo y recogiendo, Emilio aprovechó para irse por la puerta
de servicio que da al depósito de basura, abrió la pequeña puerta de la basura
y entró. El olor era insoportable, estaba repleto de bolsas que tuvo que
sortear para llegar a la puerta del depósito que da a la calle. Previamente le
habían quitado los candados a las puertas para que pudiera irse sin problema.
Ya en la calle no podía aguantar el olor
que se le había impregnado en la ropa pero tenía que irse de ahí cuanto antes.
Llamó a Yonaikel para verse y que le entregara el arma.
Se vieron en una panadería a unos cuantos
kilómetros del centro de rehabilitación.
–Mi pana, necesito los reales, pa pagá el
hierro, está limpio, no tiene antecedentes, pero necesito pagá.
–Toma esta plata y ahora vamos a un cajero,
lo que me de el cajero te lo llevas y el resto te hago la transferencia cuando
llegue a mi casa.
–Si va, vamos pal cajero. Chamo ¿y qué vas
a hacer con el hierro? Te vas a dar viaje o vas pendiente de un tipo o por
seguridad y tal, está cargada, mosca y se te escapa un tiro.
–Tranquilo, tiene el seguro. Lo que vaya a
hacer con ella no te lo voy a decir. Toma, el resto te lo transfiero a tu
cuenta.
–Chamo no se meta en peos, mire que yo no
tengo contactos en todos lados pa ayudate.
–Llévame a comprar un talquito y a una
licorería.
–Naguevoná diablo ¿tú no estabas encanao pa
limpiate de esa mierda?
–Esa gente no sabe lo que quiero, ¿me vas a
llevar si o no?
–Si, si, chamo pero bájale dos te va adar
algo, mira, me debes culo, no se te olvide.
–Esta noche vienes a mi casa.
–Coño, ¿esta noche? Ta dificil papá ahora vivo con… verga es el primo de este…con el portu,
no me puedo escapar tan fácil, sabes como es, es bien cuaima tu primo.
–Ah coño, es que ahora no puedo, tengo que
hacer un poco de vainas, si me desocupo temprano te aviso y te acercas a mi
casa.
–Fino, ando que boto leche sin tocarme.
_________
Gilberto le abría la puerta a Richard.
–Chamo ¿no te da vaina traer a alguien aquí
pa tirar? Es la casa de tu novio.
–El está recluído en un centro de rehabilitación,
no va a venir.
–Peor, verga es como chimbo.
–Chamo ¿viniste a tirar o darme lecciones
de moralidad?, vamos a darle que me tengo que ir, cierro el apartamento y me
regreso a mi casa.
Comenzaron a desvestirse y Gilberto se fue
directo a hacerle sexo oral.
–Vamos al cuarto, quiero cogerte y aquí
estoy nervioso.
–No va a venir nadie
–No importa.
Llegaron a la habitación y se montaron en
la cama
–¿Tienes lubricante? Yo tengo condón. –Se
lo comenzó a poner mientras Emilio se echaba lubricante y luego le puso a él
sobre el condón.
–Coño tu culo si es bello vale, tenía ganas
de cogérmelo.
–Cógetelo pues.
Richard se acomodó frente a las nalgas de
su amigo y comenzó a penetrarlo.
_________
Emilio había comprado la droga y una
botella de ron, había gastado todo el dinero que tenía en el banco.
No aguantó e inhaló un poco del polvo y
comenzó a beber. Mientras el líquido bajaba por su garganta sentía que su cuerpo
volvía a la vida, lo llenaba de energía.
Agarró un autobús que lo deja a dos cuadras
de su casa. Trastabillando se bajó de la unidad y caminó a su edificio.
Richard seguía con Gilberto en la cama,
ahora estaban frente a frente. Le sujetaba las piernas mientras lo embestía con
fuerza. Gilberto gemía, Richard sonreía.
________
Emilio saludó al vigilante sujetándose de
la reja.
–¿Usted está bien señor Cáceres?
–De maravilla, estoy perfecto.
–En su apartamento está el señor Gilberto.
–¿Ese guevón sigue ahí? Le dije que se
fuera del apartamento.
–Está recogiendo, vino tempranito hoy.
–Voy subiendo, chao, toma esta botella, pa
que brindes por mi, ya bebí demasiado.
Subió en el ascensor, llegó al piso
soteniéndose de la pared, al llegar a la puerta, no atinaba a meter la llave
hasta que lo logró y abrió.
Al abrir la puerta escucha ruidos,
intentando determinar que era, oye gemidos que salen de la habitación, se va
acercando y saca del bolso el arma.
Llega a la puerta y ve a Gilberto con los
ojos cerrados y gimiendo y Richard concentrado moviéndose.
Gilberto abre los ojos pero a su derecha
siente una presencia, al voltear ve a Emilio apuntando a Richard pero cuando va
a gritar, Emilio le dispara al muchacho tumbándolo de la cama por el impacto.
Gilberto se queda petrificado en la cama
sin moverse, Emilio deja caer el arma al suelo, sus ojos se iban a salir de su
rostro.
–¡Vámos, vámonos de aqui! ¡VAMONOS MUEVETE
GILBERTO! ¡Hay que irnos!
–¡Estás loco! ¿cómo nos vamos a ir? Le
disparaste.
–Me estabas montando cachos, ¿desde cuando
te tiras a hombres en mi casa y en mi cama? ¡Maldito!
–Cálmate Emilio, cálmate. ¿Qué haces aquí?.
–¡Me escapé, me escapé de esa mierda, para
conseguirme con esto ahora!
–Cálmate, baja el arma. –Emilio la había
recogido del suelo y tenía el dedo en el gatillo.
–Vamos a llamar a una ambulancia o a la
policía, esto no puede quedar así, nos van a
descubrir.
De repente se escucha un quejido, era
Richard.
–!Está vivo, está vivo Emilio ayúdame!
Emilio corre al otro lado de la cama donde
está tumbado Richard, lo ve.
Tres disparos acaban con la vida del
muchacho.
Emilio se queda viendo el cuerpo inmóvil de
Richard. Gilberto temblando recoge su ropa y con cuidado sale del cuarto y con
las mismas sale del apartamento, se viste rápido y baja las escaleras, se
acuerda que sus cosas se quedaron en el apartamento, se detiene pero luego
sigue, no se detiene más hasta caminar a paso rápido tres cuadras.
–Vamos a sacar a tu amante de aquí, lo
montamos en mi carro y lo lanzamos por un barranco. ¿Me estás oyendo?. –Levantó
la mirada y buscó a Gilberto.
–Se fue y me dejó con este peo.
Llamó a la policía y les dijo que un ladrón
se había metido en su casa y le disparó. Regresó al cuartto y vio de nuevo el
cadaver, le quitó el condón y lo botó al inodoro. Se sentó a esperar tomándose
una botella de ron que tenía escondida en el closet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario