lunes, 17 de julio de 2017

De Repente Tú. OCTAVA TEMPORADA. Capítulo 1


El gran paso.



–¿Tú estás segura de lo que vas a hacer mi amor? ¿Has pensado en las consecuencias que van a generar tus actos y la de ellos?.

–Es que estoy enamorada de ambos mamá.

–Escucha, una cosa es que estés enamorada de ambos y otra que vivan juntos y no juntos como roommates como le dijiste a tu papá y a José Arturo, sino como una relación de tres. -Cerró los ojos. –Hasta para mí que bastante abierta soy con el tema me parece una locura.

–Quiero intentarlo mamá, ¿qué es lo peor que puede pasar?

–Que salgas herida, que una relación no la concibas sin un tercero, que te invadan los celos, que te enamores de uno de ellos de verdad y lo dejen o la dejen por fuera. ¿se han paseado por todas esa posibilidades?

–Mamá, creo que eso es un riesgo que debemos correr.

–No quiero que te hagan daño, pero si de todas maneras lo vas a hacer, te apoyo, eso sí, el vivir independiente conlleva responsabilidades, si, tú tienes un sueldo, pero en cuanto puedas hacerlo, trabaja, gánate el sustento. Comienza a crecer, esto es un paso importante.

–Lo haré mami, tranquila.

–Yo hablaré con tu papá cuando esté tranquilo, tiene que saber la verdad, ¿ok? Luego hablarás tú pero tengo que manejar la situación con guante de seda.

–Mi papá si es complicado y mira que sus dos hijos son gais.

–Pero no viven con él, ahí está el detalle.



Esperanza se fue a sus clases de la tarde para luego reunirse con Yovana y Clemente.



–Bueno, los reuní aquí para dos cosas. La primera es Yovana, para que le envies tu curriculum a mi mamá y a la gente de Recursos Humanos, aquí están los correos. A lo mejor te suena a show pero mi mamá quiere crear un precedente contigo por el hecho de contratar a una persona transgénero para que la gente profesional u obrero puedan trabajar en Caruao sin discriminación.

–¿Show? Me parece excelente, si tu mamá quiere que yo declare o de alguna entrevista que cuente conmigo, gracias por la oportunidad Esperanza. -Se sonrió y le dio un beso  a la muchacha. –Bueno ahora a esperar si me llaman.

–Mi mamá meterá la mano, pero no creo que se pongan cómicos.

–A ver preciosa ¿y cuál es la otra buena noticia que nos tienes?

–Jajajaja ¿cómo sabes que es buena?

–Porque tienes la cara iluminada de felicidad. Confirmanos lo que ya sabemos.

–Si, me mudo, me voy a vivir con ustedes.

–Excelente, mira, estas son las fotos de los dos apartamentos que conseguimos y nos aceptan a los tres y además a Yovana, con su pequeño detalle de vida.

–Ay pendejo, parece que tuviera algo congénito.



Luego de estar media hora deliberando por ambos apartamentos, decidieron por el que tenía dos habitaciones, una principal bastante amplia y otra más pequeña pero estaba bien, sala comedor, dos baños, cocina y dos puestos de estacionamiento.



–Son 120 mil así que que les parece que cada uno demos 50 mil para cubrir gastos de servicios, lo metemos en un pote y de ahí lo sacamos.

–Estoy de acuerdo. Pero hay un detalle, yo no tengo dinero ahora para pagar el primer mes ni lo que hay que pagar ahora mismo.

–Creo que podemos cubrirlo entre Clemente y yo.

–Bueno, son 480.000, sería 240.000 cada uno. Yo pedí adelanto de prestaciones.

 A Esperanza le daba pena decirlo pero ella recibía un millón de bolívares mensuales.

–¿Ya te dieron el dinero?.

–No y me tiene nervioso eso, hay que cerrar el negocio a más tardar pasado mañana.

–Yo lo pago y luego me das tu parte y luego Yovana paga lo que debe.

–¿Tú tienes todo ese dinero?

Esperanza se puso roja de la pena. –Bueno si…tengo para pagar todo…pero debemos compartir gastos.

–Wao preciosa, bueno, pero tranquila que yo te pago el dinero apenas me paguen el cheque.

–¿Vamos mañana a firmar el contrato?

–Si, a primera hora estamos allá para firmar, tenemos que firmar los tres.



Clemente había pedido el día esa misma tarde, escribiéndole a su jefe, Esperanza faltaría a clase pidiéndole a Jesucristo que estuviera atento a todo para luego ella ponerse al día.



___________



–Bueno, listo, formalmente son mis inquilinos, espero que mantengamos un trato cordial, solo les pido que no armen escándalos en el apartamento, es un edificio de poca gente. Pueden hacer fiestas si quieren pero respetando horarios, volumen y a la gente.

–Tranquilo, nos haremos responsables, aquí tiene el recibo de la transferencia.

–Las llaves y el control del estacionamiento. Este es el precio del sistema de cable e internet, no hay wifi, si desean colocarlo no hay problema.



El dueño del apartamento los dejó solos. Esperanza estaba emocionada viendo la sala, Clemente detrás de ella y Yovana dejando unos bolsos en una de las habitaciones.

–¿Estas contenta preciosa?

–Y nerviosa.

–Tranquila. –Le tocó la mejilla y le dio un beso en la boca. Esperanza se apartó.

–No, Yovana está en el cuarto.

–¿Y qué pasa?

–Me da pena, no sé, si nos ve y se molesta.

–Para eso es todo esto preciosa, vivir en una relación de tres, podemos demostrarnos amor y cariño indistintamente los unos a los otros.

–Si, pero igual, es como… no sé.

–No has entendido esto entonces mi vida, ven, ven aca.

–Yovana, ¿nos puedes dejar solos a Esperanza y a mi?

–¿En el apartameto?

–No, en el cuarto, por fa.

Yovana salió y Clemente cerró la puerta. Le recorrió en escalofrío por la columna, cerró los ojos y la rabia la dominó por unos instantes.



Clemente le quitó la blusa y el sostén y comenzó a lamer sus pezones. Esperanza gemía, Yovana con la oreada pegada a la puerta escuchando.

Le metio la mano por la ropa interior hasta llegar a su vulva e introducir los dedos, ella hizo lo mismo buscando su pene.

–YOVANAAA, ENTRA

Abrió la puerta, vio a Esperanza con la piel erizada y la besó, Clemente también lo hizo y se besaron los tres.

–¡Basta! Hasta aquí, tenemos que ir a comprar la nueva cama.

–Ya va, pero, ¿me vas a dejar así?.

–Si, esto es solo un abreboca, luego seguimos.

Esperanza vio a Yovana que tenía el pene erecto marcándose en el pantalón. La vio a los ojos, se besaron.

–Vamos, vamos, vamos, déjense de morboseo por ahora.

–¡Pero si empezaste tú!



Se fueron a una mueblería que hacen muebles y camas por encargo.

–Queremos una cama 3 x 2 metros.

–Caramba, grande, les gusta la amplitud.

–Es que vamos a dormir los tres en la cama. Yovana se sonrió mientras veía al encargado.

–Ah…entiendo. -Puso cara de extrañeza pero no le dio importancia al asunto.

–Si, pero queremos que el box sea de esa medida peeero los colchones dividido, o sea 2 colchones sobre el box.

–Ok, ok, no hay problema, aquí tienen, si lo desean el catálogo de telas para las sábanas a la medida, aquí las hacemos, tomen.

–¿Mandamos a hacer 4 modelos?  Un rufle.

–Wao Eperanza, no se, yo no tengo plata.

–Yo lo pago y luego nos arreglamos. Señor para cuando está lista la cama.

–7 días hábiles.

–¿Lás sábanas pueden estar listas para esa fecha?

–No creo que las 4 y el rufle.

–En 7 días hábiles buscamos la cama y las sábanas, ustedes lo van a tener, les voy a pagar el 50%

Yovana y Clemente se vieron a los ojos y se encogieron de hombros, nunca habían visto a la chica tan decidida.



Salieron de ahí y se fueron de nuevo al apartamento.

–Bueno, tenemos que organizarnos de como va a ser el plan de limpieza, lavado de ropa, cocina. Hay que hacer un cronograma o dividirnos las tareas, hay quien le guste hacer ciertas cosas y otros no así que tenemos que compaginar eso.

–Yo no hago nada de eso, en casa se encargaba mi mamá o la muchacha de servicio.

–Bueno pero aquí no está mamá para que te haga las cosas.

–Yo no cocino, pero puedo limpiar, planchar, arreglar.

–Pues bien, me encargo yo de la cocina. Si ustedes quieren algo en específico de comer me lo anotan y lo compro.

–Ustedes divídanse las tareas de limpieza, ropa y planchado. Aquí tenemos que colaborar, voy a bajar a comprar algo para cenar.



–Pero esta niña nos salió mandona.

–Jajajajaja no tiene edad para lo dominante que es, y tan dispersa e indecisa que se veía la preciosa.

–Hay que ponerle un parao, sino nos monta la pata y voy a terminar cocinando yo y ella echada esperando que las cosas estén listas.

–Vamos a esperar a ver como va la cosa no nos precipitemos, ¿ok? –Le dio un beso en la boca a Clemente.

–Quiero mamarte el guevo de nuevo.

–Menos mal que no te gustaba.

–Hay que abrir horizontes, haz lo mismo tú, quiero que me abras el culo para cogerte.

–Te volviste loca.
–Comienza una nueva etapa en nuestras vidas, hay que explorar.

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