Las
cosas cambian, la vida cambia.
Tom, luego de dejar a Fabián con María
Corina, se desconectó de sus sentimientos hacia ella y se dedicó a resolver los
detalles legales del viejo Silva pues había un testamento que no había cambiado
y que a él lo beneficiaría al igual que a otros compañeros y familiares.
Acciones en la empresa, una fuerte suma de
dinero despositado en su cuenta en el momento que corresponda y un apartamento
a estrenar, formaba parte de lo que le correspondía.
Eso
se haría efectivo en un par de meses pero igualmente había renunciado al staff
de escoltas de la empresa aunque le habían ofrecido otro cargo, no aceptó.
La muerte de uno de los dueños de la
empresa estaba envuelta en misterio y se había abierto una investigación, Tom
estaba tranquilo pero alerta.
Fabián le había contratado a María Corina
una enfermera para ayudarla con la bebé, a pesar que él había insistido, no
quiso mudarse al apartamento de Fabián.
Tenía que resolver varias cosas sobre el
secuestro con la policía, revisar sus finanzas y ver el status de sus acciones
en la empresa. Sus otros tíos hablaron con él y negociaron en dejar las cosas
como estaban y no denunciar a su tío por el secuestro. Si se sabe la verdad la
empresa se va al traste y todos nos veremos comprometidos económicamente y tú
no querrás abandonar tu estilo de vida ¿verdad sobrino?
Fabián aceptó pero sabía que tarde o temprano
hablaría y diría toda la verdad, ya estaba comenzando a recopilar información
de la empresa y sus tíos, tenía planes a mediano plazo. Seguiría estudiando
para graduarse.
_________
–Mamá mi hermanita es hermosa y no se puede
negar que es hija de Fabián, es igualita a él. ¿Por fin como se llama?
–Hijo ¿podrá creer que no tenemos nombre
todavía?
–Me gustaría que se llamara Fabiana, es
lindo, le comentaré a Fabián, no creo que se niegue, somos amigos.
–Ah ¿pero ahora quiere retomar la amistad
que tuvieron? Su hermanita lo ha conmovido.
–NO, no es eso, pero creo que no debemos
estar separados, ustedes se aman y no soy quien para oponerme.
María Corina escuchó eso y bajó la mirada y
le do un beso a su hija.
–¿Pasa algo entre ustedes mamá?
–No hijo, no…bueno, es complicado, yo me
había resignado a no ver más a Fabián…y aparece de nuevo cuando ya estoy con
Tom, estoy confundida, tengo la cabeza revuelta.
–Pero usted y Tom llevan casi un año juntos
¿cierto?
–Si, más de lo que estuve con Fabián…por
eso es que tengo sentimientos encontrados. Sonó el timbre y Jesucristo fue a
abrir. Era Tom.
–Mamá yo me voy a ir para que ustedes
conversen, yo regreso en la noche con Pablo.
–No tienes porque irte Cristo, podemos
conversar los tres. -Le dijo Tom
–Usted no es santo de mi devoción como dice
mi madre, pero es el hombre con el que está mi madre y eso lo respeto.
–Eso pensabas de Fabián también…
–Es distinto, es mi mejor amigo que se
involucró con mi madre y eso me molestó, pero usted…es…
–¿Que soy?
–El matón del viejo ese, su escolta.
–Cristo déjame explicarte. -Jesucristo
salió de la habitación cerrando la puerta para irse de la casa.
–No le haga caso, desde que está viviendo
con su novio y se cree independiente anda así.
–Tiene razón, soy un matón.
–Lo que usted haya hecho antes no me
importa, me interesa el presente y futuro suyo. Mire a la bebé.
Tom se acercó pero antes fue al baño a
lavarse las manos y regresar.
–¿La puedo cargar?
–Si claro
Tom la tomó en su brazos y una sonrisa
adornaba su cara, aguantaba el llanto mientras le pasaba el dorso de sus dedos
por la mejilla de la bebé. Se la entregó a su madre.
–Yo maté al viejo Silva. Entré a terapaia
intensiva y lo desconecté por unos segundos hasta que se descompensó y me fuí.
María Corina puso a la bebé en su moisés y
volteó hacia Tom mirándolo a los ojos y le dio una cachetada.
–¿Cómo se le ocurre asesinar a sangre fría
a una persona?
Tom se tocó la mejilla mientras la veía a
los ojos que lo miaraban con indignación.
–Lo hice por rabia, por quitarte esa angustia
de temer por tu vida y la de tu hija hasta la del hombe que amas que no soy yo.
–¡De todas maneras Tom, yo no le pedí que
hicieras eso, ni era algo que yo deseaba!.
–Lo hice para ayudarte con tu aprobación o
sin ella. Soy responsable de mis actos y no te estoy involucrando.
–No puedo creer que haya hecho esto. Tom,
usted mató a una persona.
–Me acabas de decir que no te importa lo
que haya hecho antes, antes hice lo mismo un par de veces. Eran unos malandros
que iban a asaltar al viejo.
–Le voy a pedir que se vaya Tom.
–María Corina, no me eches de tu vida por
favor, yo sé que no me amas pero no quiero perderte, quiero estar a tu lado de
una u otra manera.
–No quiero verlo Tom, déjeme ahora, no
quiero verlo
–Hasta pronto María Corina, igual estaré
cerca de ustedes, que Dios bendiga a tu hermosa beba. Te amo. -Se fue
Saliendo del edificio llegaba en su
vehículo Fabián.
–Hola, ¿qué haces aquí?
–Vine a visitar a la que hasta hace unos
días era mi novia chamín. Pero ahora que llegaste tú yo me retiro y te dejo el
camino libre.
–No pensé que yo ya no era el novio de
María Corina, simplemente estaba secuestrado, no terminé con ella.
–Tu regreso era incierto, estabas a punto
de morir, tu tío dio la orden.
–Ahora está muerto él, el destino se
encargó de hacer justicia.
–Yo le di un empujón al destino para que tu
novia viviera en paz con su hija, adiós Fabián, cuídala y quiérela mucho.
Fabián no había caído en cuenta de lo que
había escuchado pero siguió hacia el edificio y subió al apartamento.
–Hola mi amor, acabo de encontrame con el
tal Tom…me dio arrechera verlo aquí. –La miró a los ojos. –¿Sigues enamorada de
él, viviste con él? ¿Te acostaste con él?
María Corina lo miró a los ojos sin negarlo
ni afirmarlo.
Fabián…en estos momentos estoy confundida,
a ti te secuestraron en el momento que nuestra relación despuntaba y apareció
él y…bueno…fue maravilloso, pero…no, no estoy enamorada de él, pero es una gran
persona.
–¿Me sigues amando a mi?
–No puedo contestarte eso ahora, estoy
entre dos hombres maravillosos pero ahora Tom…
–Tom me dio a entender que mató a mi
tío…¿eso es cierto?
María Corina bajó la mirada moviendo la
cabeza afirmando.
Fabián soltó un largo suspiro.
–No voy a decirte que me alegro por lo que
hizo, pero nos hizo un inmenso favor, es muy terrible esta sensación porque es
mi tío, pero era un desgraciado.
–Es un ser humano y nadie tiene derecho a
matar a otro, es un asesino y somos sus cómplices, usted está avalando el
crimen Fabián.
–Eso iba a ocurrir ahora o dentro de unos
años, la gente que obra mal termina mal, si matas a personas alguien hará lo mismo contigo.
–¿Tom correrá con la misma suerte?
–No lo sé, pero es escolta, expolicía y
trabajaba para un narco. -Cargó a su hija y la llevó a la cocina.
–Cristo me dijo que quiere que se llame
Fabiana.
–Me gusta, tu hijo tiene buen gusto para
los nombres, será el padrino de esta hermosura.
–Yo pensaba en Tom como padrino.
Fabián volteó a verla, la sola mirada
desaprobaba la sugerencia.
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