viernes, 21 de julio de 2017

DE REPENTE TU 8. Capítulo 5


Sin rastro.



Le habían perdido la pista a Fabián, ni siquiera Tom sabía del paradero a pesar de ser hombre de confianza del viejo Silva. Jaime Linares, el detective, lograba ubicarlo pero cuando estaba a punto de dar el golpe le cambiaban las señas. La guerrilla estaba alerta.



María Corina, con cinco meses de embarazo estaba trabajando para el viejo Silva, aprovechaba la confianza que le tenía para robarle información.

–Ya sé que tienes un relación con mi escolta, no pongas esa cara, lo sé todo, pero eso no quiere decir que te haga mía una vez que des a luz, vas a ser mía y ese niño también, lleva mi sangre, voy a ser su padre.

Haz lo que te diga, síguele la corriente” –Recordaba lo que le decía Tom.

–Yo estoy con Tom por soledad, pero si usted se va a hacer cargo de mi hijo no tengo problema, usted es familia, hasta el padre puede ser.

–Así se habla, mi pobre sobrino ya debe estar muerto, la guerrilla no perdona así que ese niño me tiene a mí.

Se fue por detrás de ella y la agarró por el cuello. Su otra mano bajaba por su pecho acariciándolos, metió la mano por entre la falda para llegar a su vagina. María Corina se tensó y cerró los ojos mientras sentía la mano fría del aquel hombre. Volvió a recordar las palabaras de Tom “Haz lo que te diga, síguele la corriente”    

–No te atrevas a traicionarme y no convenzas a Tom de hacerlo, porque los mato.

María Corina no pudo aguantar y se levantó.

–¡Disculpe señor Silva, estoy embarazada y estas cosas me ponen  nerviosa, permiso.

-Se fue.



–Tu tío me dijo que no le importa lo que pase contigo, que estás de nuestra cuenta, ¿que tal?

–¿Qué? ¿Que van a hacer conmigo?

–De momento nada, vas a estar aquí, mientras tu tío nos paga lo que nos debe.

–¿Dónde está Carolina?.

–Yo sabía que tenía que decirte algo, la carajita escapó al saber que la iban a botar y posiblemente matar por ya no ser menor de edad, ya es muy vieja para los viejos de aquí. No creo que dure mucho sola por ahí, creo que estaba embarazada, o eso dijo, algún cliente que se lo hizo sin protección.

Fabián estaba preocupado y angustiado por la muchacha.



–Déjame ir, te pago lo que quieras, sabes que tengo plata, déjame ir y te doy lo que pidas.

–No eres garantía papá. Vamos a esperar.

________



María Corina llamó a Tom una vez que salió del trabajo para verse y conversar.

–Su jefe se propasó conmigo, me metio mano, me tocó, se atrevió a meterme la mano  aquí. -Señaló con vergüenza su entrepierna.

–Maldito sea. María Corina debo confesarte algo y estar preparados para cualquier cosa, incluso irnos del país.

La mamá de Jesucristo se puso nerviosa, sintió una punzada en el estómago.

–El viejo me pidió que te enamorara, te embaucara para luego darte la estocada, pero nunca contempló que el que se iba a enamorar era yo y no le he hecho caso a lo que me ha dicho, bueno, si enamorarte, es lo único a lo que le hice caso. Me enmoré de ti y ahora no hay marcha atrás.

María Corina lo vio conteniendo las lágrimas. –Pues el viejo me dijo que sabía de lo nuestro y que no se nos ocurriera traicionarlo. Él sabe algo Tom, sabe algo.

–Me va a tocar utilizar métodos poco convencionales que no me gusta hacer, pero esto se fue de las manos y hay que cortarlo de raíz.

–¿Usted que piensa hacer? No me asuste.

–Tranquila, vamos a tu casa que te dejo ahí y yo voy a hacer lo que tengo que hacer.

Al llegar al edificio, Tom le tomó la cara y le dio un beso en la boca.

–No voy a dejarte sola. –Le tocó la barriga. –Yo si quiero ser el padre de este bebé.





Fabian acostado en su cama, abrió los ojos de repente cuando en su mente apareció María Corina embarazada, el corazón comenzó a latirle.

–¿Será que de verdad está embarazada? Necesito salir de aquí, necesito saber de María Corina y Carolina.

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