DE REPENTE TU 7. Capítulo 6

Nueva vida, a juro.

–Entra y ya sabes lo que tienes que hacer, como siempre. –Le decía el hombre encargado del cautiverio de Fabián a la muchacha que cada semana venía a visitar al muchacho, una prostituta de 17 años.

–Hola Fabián, ¿cómo estás? – La chica agarró las tiras de su vestido y las sacó fuera de su hombro dejándolo caer. Quedó totalmente desnuda.

–Hola Carolina, como siempre tan puntual.

Carolina es una muchacha morena de cabello largo y rulo, su madre murió cuando tenía 9 años y su padrastro se quedó al cuidaddo de ella junto a sus  2 hermanos varones mayores que ella. A los 12 años su padrastro la entregó a unas personas para ofrecerla a los hombres del pueblo cerca de la frontera. Lleva 5 años dedicándose a la prostitución y aunque no gana lo suficiente para vivir sola y estar tranquila, le queda dinero y es lo único que sabe hacer.

Ahora recibe un pago fijo para distraer el “niño rico de la capital”.

La chica se agachó sabiendo lo que tenía que hacer; bajó el cierre del pantalón de Fabián y sacó su pene para hacerle sexo oral, mientrás, él se quitaba la franela, ella lo miraba a los ojos sonriendo.

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–¿Volveremos a saber de Fabián algún día?

–Sí, claro que sí María. -Le decía Tom mientras caminaban tomados de la mano por un mercado de la calle.

–Me siento mal, pienso que le estoy fallando a Fabián, somos novios y estoy saliendo con usted.

–Yo estoy enamorado de ti, yo sé que tú no sientes lo mismo aunque ya tuvimos intimidad, pero sé que tu corazón está con él.

–Usted me gusta Tom, pero… -Se quedó callada y se puso a escoger unas cebollas para llevarse.

–Tranquila María, que esto dure lo que tenga que durar.

Siguieron comprando y luego decidieron sentarse a tomar un jugo.

–No le había comentado, para no agobiarle, pero la semana pasada vendieron la empresa donde trabajo y la van a liquidar.

–Wao, eso es terrible. ¿Pero los van a indemnizar?.

–Si, si, pero eso no es lo peor, la empresa la compró el tío de Fabián y la declaró en bancarrota.

–¿Qué estará tramando el viejo Silva?

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–¿Por qué no sales de esta vida que llevas? Haz otra cosa.

–De esto no se sale Fabián, trabajo para unos hombres y somos varias chicas, además no sé hacer más nada, no he estudiado nada.

–¿Lavar, planchar?

–Si, eso lo puedo hacer pero con esto gano más dinero a pesar que me quitan una buena tajada pero hay buenas propinas con las que me quedo.

–Cuando salga de aquí te llevo conmigo y te doy un trabajo digno.

–¿Y tú crees que vas a salir de aquí?

–Si, algún día saldré de aquí.

–Yo conozco a tu tío, me he acostado con él también, disculpa que te lo diga…uy lo he escuchado diciendo que te vas a podrir aquí mientras él se queda con todo lo tuyo hasta con tu novia.

–Viejo desgraciado, jamás pensé que él fuera así, bueno, ni mis padres, tengo una familia que no conozco. Pero María Corina no va a estar con mi tío jamás.

–Yo creo que ya estuvo, ella está embarazada y al parecer esa barriga se la montó él.

–¿Sabes de cuantos meses estará?

–Creo haber escuchado como 3 o casi 4 meses.

–Es hijo es mío, es mío, estoy seguro, mi tío se lo va a quitar.

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–Tengo miedo Tom, ¿y si ese hombre me quita a mi hijo?

–No lo voy a permitir. Yo voy a estar cerca.

–Y ahora sin trabajo y embarazada nadie me va a contratar.

–Deja la angustia, disfruta de esa barriga, ahora es tu prioridad.

Tom llevó a María Corina a su apartamento y le acomodó las cosas en los estantes. Le prometió acompañarla mañana a la consulta con el ginecólogo.

Antes de montarse en su carro recibe una llamado del viejo Silva.

–<¿Va todo bien con la mujercita?>

–<Si jefe, ha caído redonda, ya gané su confianza ahora podré hacer lo que sea con ella, confía en mi.>

–<Muy bien, ahora yo le haré una visita, a lo mejor mañana. Buen trabajo muchacho, te mereces un bono>

Tom colgó la llamada y se sonrió. –Me voy a ganar más que un bono Silva.

–¿Vamos a la segunda vuelta muchachote? Mira que te tengo que distraer y no precisamente hablando.

–Vamos pues. -Fabián se quitó el interior, pero antes de comenzar le hizo una pregunta a Carolina.

–¿Te irías conmigo de aquí si hay la oportunidad de hacerlo y comenzar una nueva vida?

–Esta es mi vida Fabián, no necesito una nueva, esto es lo que conozco. Capaz me iré a otro lugar y tu estés muerto. -Carolina se le abalanzó y lo besó en la boca.