¿Quién contra ellos?.
–Hola Pablo ¿cómo estás?.
–Hola Verónica, ¿qué haces a esta hora en la agencia? Son
las nueve de la noche.
–Adelantando unas cosas de trabajo, a esta ahora me pongo
creativa. -Se desabrochó un botón de la blusa dejando ver su sostén de encaje.
Pablo levantó la mirada.
–Me parece bien. Mira que hay mucho trabajo y la campaña
tiene que quedar excelente.
–¿Y tú? ¿Qué haces aquí solito?
–También sacando trabajo y preparando todo para mi viaje.
–Sabes que yo te puedo acompañar a Chile y darte apoyo y
algo más. -Verónica se apoyó en el escritorio por el lado donde estaba sentado
Pablo y le puso la mano sobre la suya.
–¿Verónica qué es lo que quieres?
–Tú sabes que es lo que quiero de ti. -Pablo se levantó de
la silla.
–Creo que será mejor que te vayas a tu puesto y desates allá
toda esa creatividad que tiene ganas de salir.
–¿Estas nervioso?
–No lo que estoy es estresado con esto que estoy haciendo.
–Yo te doy un masaje.
–No Verónica, no.
–Pero no te pongas arisco.
–¿Por que te encanta insistir en algo que sabes que llevas
la de perder?
–Porque me gustas. -Verónica se le acercó y le dio un beso
en la boca metiéndole la lengua en la boca.
Verónica abrió los ojos, tenía su mano derecha dentro de su
ropa interior sintiéndola húmeda.
Jesucristo se levantó con la frente mojada y la respiración
entrecortada.
Pablo abrió los ojos, un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
Eran las 5:45 de la mañana, Verónica entraba a la ducha,
recordaba lo que vivió en la oficina de Pablo, aún dormida no sabía si había
ocurrido o solo lo soñó.
Jesucristo entraba a la ducha, su molestia se reflejaba en
lo torpe al abrir las llaves y que se le cayó el jabón. Solo imaginar que Pablo
se besaba con una mujer y encima una compañera de trabajo lo ofuscaba.
Pablo, aún en la cama, abrió los ojos, se echó a reir.
–No puedo creer que
haya soñado con esta pana, que arrecho, lo peor es que puede pasar, no supera
que fuimos noviecitos por un mes en la universidad, que pendeja, no la soporto.
-Se levantó de la cama, se quitó el
interior y entró al baño a orinar.
–Hola nené, buenos días. –Le decía a Jesuscristo que se
duchaba.
–Buenos días novio, apunte bien y abra los ojos, después
quiere que yo limpie sus meadas.
–¿Refunfuñando desde temprano novio? Voy a entrar.
Se metió en la ducha y besó al muchacho en la boca.
–¿Así con esa pasión también besa a Verónica?
–¿Qué?
–No se haga el tonto, esa Verónica que trabaja en la
agencia, está enamorada de usted.
–Pero si tú no la conoces, además…yo…¿tú soñaste eso?
–Ah entonces es verdad lo del beso, usted también lo vio, lo
soñó.
–Nené, ya esto me está dando miedo, tu soñaste cuando
Verónica me dio un beso en la oficina.
–Si, en su escritorio cuando usted se levantó de la silla.
¿Y usted se va a Chile cuándo me lo iba a decir.
Pablo estaba sorprendido con lo que le decía Jesucristo.
–Vaya, lo tuyo raya en lo psíquico. Esto es increíble, no puede ser que
compartamos sueños.
Lo de Chile te lo iba a decir esta noche en la fiesta.
–¿Ah sí? ¿y me va a dejar solo aquí?
–¿Pero cómo vas a ir
mi amor?, si tienes clases, eso debe ser en 2 o 3 semanas.
–Es verdad, me va a tocar quedarme solo. Usted va a tener
que cogerme en estas tres semanas todos los días para dejarme satisfecho.
–Mmmmmm me gusta eso, si quieres empezamos ahora, baja a
mamarlo.
El muchacho se agachó y comenzó a hacerle sexo oral mientras
el agua le caía en la cabeza.
–Este guevo es mío ¿oyó? Espero que no se le ocurra
metérselo a esa mujercita allá en Chile.
–¿Qué mujercita chico?, Verónica no va a Chile, voy yo y el
dueño de la agencia, sigue mamando mira que lo estás haciendo muy bien.
–Le voy a sacar la leche con la boca.
–Dale, lúcete nené, déjame seco.
Luego de dejar a Jesucristo en la universidad, Pablo llegaba
a su oficina. Saludó a sus empleados y entró a su oficina a terminar el informe
para Chile que tenía que revisar el dueño de la empresa.
Tocaron la puerta de su despacho.
–Adelante.
–Hola Pablo buenos días, hoy madrugaste.
–Hola Verónica.
–Toma, aquí está el texto para los bocetos y el storyboard, faltan algunas
cosas pero eso lo ajustamos cuando se monte todo.
–Perfecto, déjamelo aquí que ahora lo reviso, te llamo y le
dices a Jóvito que venga contigo.
–Ok, otra cosita.
–Dime
Hubo una pausa, Pablo revisaba el WhatsApp.
–Anoche soñé contigo.
–¿Ah sí? ¿Algo bueno o malo?
–Muy bueno, nos besamos aquí en tu oficina, era tarde, ambos
trabajábamos.
Pablo quitó la mirada de la pantalla del celular y la vio a
ella.
–¿nos besábamos, aquí?
–Si, ahí mismo donde estás sentado.
–Carajo ahora esta
también invade nuestros sueños, ¿pero que vaina es esta?.
–Me encantaría que fuese realidad, aunque fue tan vívido,
que no sé si en verdad ocurrió.
–Solo en tus sueños Verónica.
Verónica se acercó a Pablo. –Puedes besarme, esto quedará
entre tú y yo.
–Te voy a pedir que te retires de mi oficina, aquí nadie a
va a ser realidad tus sueños húmedos.
Verónica le dio una cachetada que le volteó la cara a Pablo,
este pasó su mano por la barbilla halando la barba, la molestia lo hizo cerrar
los ojos y respirar profundo.
–Discúlpame Pablo, no debí…
–No debiste, sal de mi oficina. Otra como esta y te vas de
la agencia. Déjame solo.
–Antes de irme, no se si revisaste tu correo pero el jefe
dio la orden para que yo los acompañe a Chile, estaremos juntos de viaje.
Pablo volvió a tocarse la barba, de nuevo respiró hondo.
–No puede ser que esto me esté pasando, ¿cómo coño me van a
encasquetar a esta tipa, de verdad que no entiendo.
Se sentó a responder el correo solicitando cambio de persona
o por lo menos que también fuera una persona adicional. Jóvito gusta de
Verónica, era el momento perfecto para cortejarla y librarse de ella en Chile.
Fue negada la propuesta y ratificada Verónica como su apoyo
en Chile.
Recibió un WhatsApp de Jesucristo.
–<Espero que esa mujercita, la Verónica no vaya a Chile
con usted>
–< Te tengo malas noticias, va, el dueño la quiere con mi
apoyo en la reunión>
–<Esta noche hablaré con ella, le voy a poner las cosas
claras, que no se crea que tú estás solo>
–<Tú no tienes que hacer nada nené, tú vienes a la fiesta
a pasarla bien y tener contactos, más nada.
–<Con lo que es mio no se va a meter nadie y menos una
mujer. Si quiere guerra conmigo va a conseguir la mundial>
–<Mi amor, esta fiesta es importante para mi, no quiero
sorpresitas>
–<Tranquilo, seré discreto pero a esa mujer la pongo en
su lugar>
–<Eres un loquito>
–<En un par de horas me voy al aparatmento a vestirme
novio, ¿me buscas?>
–<Si claro nené, salgo a las 5 y me voy para el apartamento
a ducharme y vestirme.
-<Antes de irnos quiero que me coja, desde hoy comienza
el maratón de sexo>
–<Como usted diga novio, besos, te amo>.
–<Yo más>
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