martes, 9 de octubre de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 77


-Coño Orlando, Diego y yo somos hermanos, tu ex y yo somos hermanos.
-Ya va...- Orlando se pasó la mano por la cara y se quitó la sábana de encima. -¿Tú eres hijo de Diego? ¿Tu novio? ¿De dónde coño sacaste eso?
Arévalo le contó lo que le dijo su madre antes de morir y lo que le había mostrado, lo sacó de su billetera pues lo cargaba con él.

-Marico me he cogido a mi papá todos estos meses. Dándole por ese culo a mi papá ¿Te das cuenta del peo?
-Arévalo no te atormentes con eso, mira...
-Carajo que no me atormente, guevón soy el machuque de mi papá.
-Vamos a pensar con cabeza fría, esto es insólito, a ver, tienes que hablar con el viejo, contarle, se hacen una prueba de ADN, no estás seguro si es tu papá.
-¡Ah coño ahora mi mamá era la más puta y no sabe con cuántos tiró, soy el siete leches!
-No quise decir eso, pero tienes que descartar Arévalo.

El policía se quedó con la cabeza agachada apoyada en su mano.
-Lo ponía en cuatro, le abría esas nalgas y me lo zampaba, le metía todo ese guevo, él se quejaba y yo seguía marico. Y yo le digo Papi no joda que arrecho. "¿Y tu novio quien es? Mi papá guevón"
¿Cómo coño le digo al viejo que soy su hijo? "Tú eres mi papá chamo, te cojo pero eres mi papá. Naguevonada Orlando ¿Qué hago, qué hago?

Cruzó los brazos y los apoyó en sus rodillas bajando la cabeza para ponerse a llorar como un niño. Orlando lo calmaba mientras le decía que se tenían que ir.
Tocaron la puerta. Arévalo se levantó desnudo y fue a abrir la puerta, era una mucama que al verlo desnudoy bajar la mirada para verle el pene que colgaba entre las piernas se quedó muda.
- ¿Qué pasó?
-Eeeh...queeee...ya es hora de salir de la habitación.
-Mi amor tengo un peo encima que lo estoy hablando con mi amigo, resulta que mi novio es mi papá ¿Tú crees que tengo cabeza para medir el tiempo? -le cerró la puerta en la cara.

-Madre mía, lo que tiene ese hombre ahí abajo, es un animal. -Dijo la mucama que se quedó inmóvil frente a la habitación. Volvió a tocar la puerta pero se fue.

Orlando y Arévalo se fueron a la ducha, el chico enjabonaba al policía. Arévalo no hablaba, estaba serio. Mientras enjabonaba a Arévalo pensaba en Diego, en cómo trataba al policía y ahora posiblemente eran hermanos. Tomó entre sus manos el enorme pene para lavarlo y Arévalo habló.
-Yo le metí está verga a mi papá, voy a ir al infierno, cometí el peor de los pecados.
-¡Bueno ya! Deja de atormentarte, tú no sabías que era tu padre no te culpes.
-Tú te lo tomas tan normal, chamo esto es un peo. -Se abrazó a Orlando. -No me abandones por favor, no me dejes solo con esto.
-Tranquilo, somos amigos ¿No?
-Yo no quiero ser tu amigo, te quiero de novio.
-Ya lo hemos hablado Arévalo, además me dices eso por lo de Diego, si descubres que no es tu padre sigues con él.
El policía se quedó callado, terminaron de ducharse y se vistieron para irse.

-¿Quiero que te lleve al apartamento?
-No, no no, yo no vuelvo para allá más nunca.
-Tienes que hablar con él
-Puero hoy no, por fa llévame a mi casa.

Llegaron al bloque donde vive Arévalo, le dijo al muchacho que estacionara. Se le acercó y le dió un beso en la boca.
-Yo no se qué te ofrece mi hermano...
-¡No lo digas!
-Déjame hablar. Yo te ofrezco mi amor, mi entrega, este machete que sé qué te encantó. Yo no tengo plata y ahora hasta tú tienes más que yo, pero estoy seguro que te voy a hacer feliz, muy feliz.
Orlando lo miró a los ojos, tragó saliva y sus ojos se llenaron de lágrimas. Arévalo se acercó de nuevo y esta vez el beso fue más intenso.

-No me vuelvas a decir que esto que te digo es por lo que me enteré sabes que lo que siento por ti es desde antes que apareciera el viejo.

Se abrazaron y se despidieron, Arévalo le recordó que manejara con cuidado que no estaba acostumbrado a hacerlo, revisó su celular y estaba apagado.

Llegó a su casa, tenía sentimientos encontrados, por un lado estaba feliz por el carro y el apartamento y haber hecho el amor con Arévalo le había devuelto la sonrisa, pero, por otro lado la noticia que le había contado el policía lo tenía preocupado y sorprendido.

-¡Mamááá llegué y te tengo una sorpresa! -se acercaba a la habitación con las llaves del carro en la mano, moviéndolas. -Mira lo que tengo... -Se detuvo en la mesa del comedor al ver una nota.

<<Orlando estoy con tu papá en la clínica, tu mamá se puso muy mal>>

2 comentarios:

  1. El suspenso me mata. Y entre nos, esta demostrado que si no nos criamos con un pariente, se puede presentar una atraccion fisica muy fuerte!

    XoxO

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    1. Ya te pasó no? lo mismo me pasa con un primo, es como mi crush!

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