miércoles, 10 de octubre de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 78

Orlando llegaba a la Clínica de su papá, cuando se estacionaba, por los nervios, no se fijó en un muro y le dio en el parachoque del carro hundiéndose levemente -Lo que faltaba, ni 24 horas con el carro y ya lo choco. -Se bajó del carro y se agachó a ver el golpe, le pasó la mano y se levantó. Corrió a la entrada de la clínica.

-¿Cómo estás?
-¿Dónde coño estabas carajito? Te dejé mensajes en el celular y te llamé, ¿Para que tienes un celular? Cada vez que llamo a la casa de tu mamá tú no estás.
-Tesis papá estoy en tesis y me quedé sin batería, no me di cuenta. ¿Qué pasó?.
-Deja a ese novio tranquilo. La vida no es sólo sexo Orlando...
-Papá...¿Cómo está mi mamá?
-Jodida, bien jodida ¿Tú sabías que la muy sinvergüenza sigue fumando? Por eso está cómo está. Está en la UCI pero no creo que pase de hoy. Está muy mal. Yo voy a operar y vengo.
-¿Y me lo dices tan tranquilo? Así como si tuviera gripe. Te parió un hijo.
-Es lo mejor que ha hecho tú madre en toda su vida darme lo más grande que tengo, ¿crees que tengo lágrimas para llorar a tu madre? Me las guardo para ti, pero a ti no te va a pasar nada. Me voy a operar.

Orlando se quedó parado viendo a su padre alejarse impresionado por el comentario que hizo. -No puedo creer esto...-Subió a la UCI y habían unos amigos y primos de su mamá.

-Ay, llegó su hijo. Orlando entra tú primero. -Le dijo una de las amigas de su madre. El chico se puso nervioso pero se colocó la bata y entró.

Vio a su mamá entubada con un montón de aparatos y luces, él le tomó la mano y comenzó a llorar.
-Mami, perdóname, no he sido un buen hijo estos meses, te he ignorado y dejado al cuidado de unas enfermeras, perdón, no te mueras mami, no me dejes, ahora tengo un apartamento nuevo y un carro, de Vicente, me los dejó de herencia. Nos mudamos juntos ahí, una nueva casa.
Su madre le apretó la mano y abrió los ojos. Miró fijamente a su hijo mientras le corrían las lágrimas. Cerró los ojos y le soltó la mano. Orlando comenzó a llorar pero ya tenía que salir.

Salió de la UCI limpiándose la cara con los brazos y saludando a la gente a las que algunas de ellas no conocía, habló unos segundos y se fue del piso para tomar aire.

Caminando por los largos pasillos recibe un mensaje de Arévalo. El chico le cuenta lo sucedido y este sale corriendo para la clínica.

Sigue caminando y una persona detiene su paso.
-Epa chamo. ¿Cómo estás? Qué sorpresa.
Orlando, en la primera impresión se queda viendo al hombre sin recordar quién es. Se da cuenta el señor. - Soy Eduardo del gimnasio, estuvimos juntos en mi casa.
-¡Ah hola! ¿Cómo estás? Disculpa es que ando en otra cosa, ¿Qué haces aquí?
-Mi esposa, la están operando de una hernia ¿y tú qué andas haciendo por aquí?
-Es la clínica de mi papá.
-¡Coooño tu eres hijo de Orlando Vásquez!
-¿Lo conoces?
-Claro vale, hace añales, lo ví hace un rato, que me dijo que su ex está hospitalizada...¿Es tu mamá? -le preguntó al verle la cara al chico.
-Si...está mal
-Lo siento chamín. -Eduardo lo abrazó. -Si quieres te vienes conmigo y te distraes un momento. Ya me dieron la habitación de mi esposa pero todavía no baja. Es la 305. Estamos solos ahí.

Orlando se separó de Eduardo.
-¿Me estás invitando a tirar en una habitación de la clínica? Tu esposa la están operando y mi mamá a punto de morir.
Eduardo se encogió de hombros y se sonrió. -¿No te da morbo eso? Suena cruel pero que tires o no, no va a cambiar las cosas, apenas son unos minutos, estás tenso.

Orlando lo vio a los ojos y se fue caminando al ascensor, lo llamó y a los pocos segundos llegó.
-Piso tres ¿No? ¿Vienes? - Eduardo apuró el paso y con una sonrisa se montó en el ascensor.

Llegaron al tercer piso, salieron del ascensor y caminaron hacia la izquierda pasando por el centro de enfermeras. Ahí estaba Orlando padre entregando varias carpetas, el chico y el hombre no lo vieron pero él sí, cuando ya habían pasado, los siguió y los vio entrar a la habitación.
-¿Qué coño estás haciendo ahí, revísame quién está en la 305
La enfermera entró al sistema. -La señora Berenice Roig doctor, la están operando ahora.
-Mmmm gracias. ¿Qué coño harán Eduardo y mi hijo ahí dentro? Coño estoy rodeado de puros maricos en esta vaina. -Hazme un favor avísame a qué hora baja la mujer a la habitación.
-¿Necesita algo doctor?
-Averigua eso.
-Recuerde su operación.
-Hay chance, hay chance.

2 comentarios:

  1. Si no te digo, es que se complica esto. Y Orlando, hijo. Es que se le presenta cada cosa....

    xoxo

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  2. Ojala a mi se me presentaran tantas oportunidades como a este cabrón!

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