lunes, 22 de octubre de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 81

Diego había tomado el arma y se la había colocado en la boca pero antes de apretar el gatillo Arévalo se abalanzó sobre él tumbándolo al suelo. El arma se disparó y rozó el hombro de el policía.

Hubo un silencio de varios segundos. Diego tumbado boca arriba mirando al techo, Arévalo desmayado boca abajo. El hombre comenzó a llorar sin poder detenerse, el arma estaba escasos metros de él pero no quiso buscarla. Sin parar de llorar se sentó en el piso y sacudió a Arévalo. Vio sangre y se asustó, volvió a mover al policía que comenzaba a reaccionar.

-Perdóname mi amor, perdóname, no quise hacerte daño. -Le comenzó a dar besos en la boca, Arévalo lo apartó dándole un empujón. -¿Por qué me rechazas? Yo te amo mi amor, te amo.
-No, no Diego somos padre e hijo entiéndelo. Tenemos que hacernos los exámenes pero ya sabemos el resultado.
Diego se le lanzó encima y lo abrazó.
-Vamos a retomar lo nuestro, vente a vivir aquí definitivamente, nos casamos en otro país, no me dejes.
-¡Lo nuestro no puede ser entiéndelo! Acabas de quemar la cama...
-Yo compro otra, eso no importa. 
-Escúchame coño, somos padre e hijo, no podemos ser pareja, novios, machuque un coño guevón. -Arévalo comenzó a llorar al ver a Diego que no reaccionaba luego del disparo.

Pasaron unos minutos Diego en el sofá con la cabeza apoyada en sus manos, Arévalo se curaba la herida en el baño.
-Te voy a llevar a tu casa y mañana te busco para hacernos el exámen
-¿Cómo tienes el hombro?
-Bien, fue un rasguño. Vámonos.
Diego se levantó del sofá y se acercó al policía. -vamos a quedarnos aquì y me haces el amor, no importa que me des duro, que seas salvaje, cógeme cómo me gusta.
Arévalo cerró los ojos, Diego se agachó y le bajó el cierre del pantalón y sacó el enorme pene del policía. Comenzó a mamarlo pero Arévalo lo empujó.
Lo cogió de los hombros y lo sacudió.
-¡NO VAMOS A VOLVER A ESTAR JUNTOS NO JODA, NO COMO NOVIOS, NO TE VOY A COGER MAS, NUNCA MAS.

Arévalo salió del apartamento, se montó en su moto y se fue. Llegó al edificio donde vive Orlando. Lo llamó al celular.

<<Hola, estás en tu casa>>
<<Hola, si>>
<<Estoy abajo del edificio, ¿me puedo quedar contigo?>>
<<Claro, no quiero dormir solo esta noche>>

Arévalo subió, cuando el chico le abrió la puerta se abrazaron. El policía se puso a llorar. Terminaron de entrar y le contó lo que había pasado.
-¿Pero será que enloqueció, bloqueó esa información en su cabeza?
-Ni puta idea chamo, el pana quería tirar conmigo, marico me sacó el guevo y se puso a mamar, lo empujé. Le dije que mañana lo busco para el examen pero nada, no oye.
-Tienes que hablar con Diego, tú medio hermano.
- ¿Qué? estás loco, yo con ese guevón no voy a hablar.
-¿Sabes todo lo que viene ahora que eres hijo de es viejo? La herencia. Diego va a intentar sacarte del medio.
-Lo mato primero, si soy hijo de Diego me corresponde una parte.
-¿En serio te vas a poner a pelear la herencia si es que muere el viejo?
-Solo por joder lo haré. Yo me quería quedar con el viejo marico, casarme con él, compartir, viajar.
-¿Y yo? ¿O sea estás conmigo porque el viejo es tu papá? Sino, me mandas pal carajo.
-Marico, tú sabes lo que siento por ti y sabes que estoy enamorado como un imbécil de ti, no me vengas con reclamo.
Orlando se le quedó viendo.
-Marico eras tú el que me rechazaba y ahora me reclamas.
-¿Te das cuenta que la desgracia me persigue y conecto con el amor
-A mi no me hables ni me compares con el guevón de tu noviecito.
-No es mi novio.
-Quiero hacerte el amor marico, quiero cogerte hasta que me duela el guevo.

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