INQUEBRANTABLE 2. Final de Temporada

Luego de 7 meses de un embarazo complicado acompañado de náuseas, mareos, calambres, retención de líquido, nació el segundo bebé de Rebeca, esta vez una niña prematura y de apenas 2.100 Kgs de peso. Una cesárea rápida quedejó una depresión post parto a la joven actriz.

–LLÉVATELA, NO LA QUIERO VER, SAL DE AQUI. –Le gritaba a la enfermera que no entendía lo que pasaba.

Una semana antes del parto Rebeca había hablado con el médico para que la ligara luego de dar a luz. Por su lado Ricardo arregló todo para que a la niña le extrajeran sangre para la prueba de ADN y saber si era su hija o no.

–Si esta bebita no es mi hija, olvídate de verla, se la doy al padre y le das la guardia y custodia.

–Entonces ruega que no sea hija tuya porque igual no pienso cuidarla, suficiente con Teodoro.

Ricardo la agarró del cuello. –Ay perrita, tu vas a quedar embarazada de nuevo y será mio el próximo y el siguiente, tú me vas a parir más carajitos.

Tocaron la puerta, era Victor, venía con una mujer.

–Hola papás buenas tardes, felicidades. –Victor y Virginia entraban con un moises lleno de ropa amarilla y varios globos que decían es una niña.

–Pasa compadre ¿Y esta bella dama quién es?

–Un amiga, Virginia, él es mi amigo Ricardo. –Virginia lo vio con extrañeza al oirlo

–Mucho gusto Virginia Lares

–Mucho gusto belleza, Ricardo Sucre.

–Lo sé, como no saberlo, el empresario de la noche capitalina. –Rebeca y Victor se vieron.

–Sabes que es primera vez que veo a mi amigo con una mujer, en este caso una mujer hermosa, pensé que me iba a decir que eran novios.

–Bueno estamos saliendo, pero…

–Si, sí, se podría decir que somos novios. –Se sonrió Virginia mientras veía a Victor y luego a los ojos de Ricardo.

–¿Puedo quedarme a solas con Rebeca un momento?

–Si, yo acompaño a Virginia a la fuente de soda, ¿quieren algo?

–No.

–Ni siquiera debería hablar contigo, me botaste el culo, no me ayudaste.

–¿Como crees que voy a ayudarte a matar a dos personas? ¿Tú estás loca?

–No lo tienes que hacer tú, dile al escolta de Ricardo. Ayúdame, quiero acabar con esas dos, bueno, con varios pero más adelante.

–Tú no estás bien Rebequita, además lo del cura fue un mal entendido.

–¿Mal entendido? ¿Matar a alguien es un mal entendido?

–Bueno, no te voy a explicar eso ahora, ¿dónde está la bebé?

–No sé

Volvieron a tocar la puerta. Era la enfermera, traía la bebé.

–Hola mamá, la nené tiene hambre.

–OK NO SE EN QUE IDIOMA DECIRLO, NO ME TRAIGAN A ESA NIÑA, NO LA QUIERO CERCA, LE DAN LECHE DE FORMULA O LO QUE SEA PERO NO ME LA TRAIGAN.

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–“Será que echo pa la calle al Victor y me la cojo, uf está divina esta jeva” ¿Cuéntame a qué te dedicas?

–Soy veterinaria.

–Ah que bien, yo tengo una perra que está mal de la cabeza.

–¿Cómo así, que tiene, qué raza es?

–Raza humana, la que acabas de conocer en la habitación, a esa perra me refiero.

Virginia se puso roja de la pena y apenas sonrió.

–Tranquila, es broma, interesante tu profesión, amo a los perros, pronto tendré perros y quiero que seas la veterinaria de esas mascotas.

–Con gusto, yo tengo que conocer uno de tus restaurantes ahora que estoy con Victor le diré para ir.

–Cuando quieras tú me dices y hago que te traten como mereces, toma mi tarjeta, me llamas y yo cuadro todo eso.

–Muchas gracias Ricardo. –Levantó la mirada y le volvió a hablar. –¿Y cuántos hijos tienes?

–De momento dos pero quiero tres más.

–A mi me encantan los niños.

–Bueno con Victor te van a salir hermosas esas crías.

–¿Tú eres muy amigo de Victor?

–Es mi mejor amigo.

–Ah…ok…no, bueno, es que estoy saliendo con él, ya tenemos seis meses, él me gusta…esto me da pena…no sé ni porqué te lo cuento.

–Dime, te prometo que no le diré nada, te lo juro. –Levantó su mano derecha.

–Es que… -Se recogió el pelo con las manos y se lo echó hacia atrás. –Hemos tenido intimidad un par de veces y bueno es como raro si estamos recien saliendo. Me gustó las dos veces que lo hicimos pero tampoco fue algo extraordinario.

–Mmm vaya. “Mi amor el dato que te falta es que es gay, lo extraordinario es que te cogiera”

–Bueno, dale  tiempo, él no tiene mucha experiencia en tema de mujeres, apenas dos, tres contigo.

–Espero que no sea gay, disculpa que te lo diga, pero es que a veces…

–No, no, no, traquila, eso si que mi amigo no es, puede que sea medio achantao, medio gafo y guevo frío, pero marico no es.

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–Déjemela a mi y yo le doy el tetero cuando lo traiga… gracias.

Victor comenzó a darle el tetero mientras veía a la niña y sonreía. –No sé como no te pueden gustar los niños.

–Ya veo que a ti si, si quieres te la quedas.

–¿Cómo puedes hablar así?

–Igual no la voy a tener, Ricardo se la va a entregar al padre, a Catire.

–¿Ya salieron los resultados?

–No, en una semana entregan los exámenes, pero yo sé que no es de Ricardo.

Victor seguía dándole el tetero y le hacía muecas a la bebé.

–Y esta tipa ¿Virginia? ¿Es un parapeto?

–¿Parapeto? No vale, estamos saliendo en serio.

–Ay Victor, eres gay por favor y te gusta Ricardo. – A Victor se le enrrojeció la cara y se dio la vuelta.

–¿Ves? ¿La caraja sabe?

–Me gusta Virginia, es en serio, quiero reorganizar mi vida.

–Si eres gay eres gay, cual es el problema mijo, no estamos en el siglo XIX, no jodas a esa caraja, bueno, que viendo lo que sucedió hace una rato aquí, Ricardo te va a soplar el bistec y es capaz de decirle que tú eres gay.

-¿Tú crees?

–Ay mi amor, con tal de cogérsela es capaz de todo.

–Ya va pero tú…¿no te preocupa que se acueste con otras?

–¿Preocuparme? Yo lo que quiero es que me resuelva el futuro y sacarle dinero, enamorada, enamorada no estoy, me gusta Ricardo, tira divino, pero hasta ahí.

–Lo que me impresiona es que sigas con él a pesar de las golpizas que te da.

Rebeca se le tensó el cuerpo y un calor le recorrió por la espalda, por unos segundos no habló.

–A veces hay que hacer sacrificios.

–¿Sacrificios? Chama ¿tú no te has visto el cuerpazo que tienes? Apenas llegando a las 22 añitos, puedes tener a otro carajo con plata y mejor que Ricardo.

–Ay bueno, déjame tranquila, mijo pero para ser tu amigo y su abogado lo defiendes bien mal.

–Soy realista Rebeca, sé de lo que es capaz Ricardo y de las marramucias que hace.

Regresaban a la habitacion Virginia y Ricardo que llegaban riéndose.

Victor los vio y no sabía sin sentir rabia celos de ella o de él, Virginia se acercó para ver a la niña. –Lávate las manos primero. –Le dijo Victor

–Pareces el papá de la niña, ¿no serás tú? Jajaja –Tranquilo que no le dije a tu novia que eres gay. -Le dijo al oído, mientras Victor no aguantaba la rabia y quería golpear a Ricardo.

Una semana después Ricardo recibía el resultado del AND y efectivamente no era el padre de la niña. Se confirmaba la paternidad de Catire.

Una vez hablado con el muchacho, Rebeca no veía la hora de entregarle la niña y no verla más. No paraba de llorar y estresarse cada vez que veía a la niña.

Firmaron los documentos para darle la Patria Potestad completa a Catire.

Catire se reunió con Rebeca.

–¿De verdad no quieres nada con esta hermosa niña? ¿me vas a dejar la responsabilidad completica a mi?

–Completa, no quiero saber nada desa carajita y mira, si te quieres llevar a Teodoro mejor todavía.

–No puedo creer que seas tan insensible.

–Cuando tienes un marido que te cae a coñazos cada vez que quiere te vuelves insensible y por esta carajita he recibido golpes, ayer fueron los últimos. Bueno y si se entera que te veo fuera del canal me mata.

–La novela ha sido un fracaso sin ti, no hemos remontado en el rating, a las 9 de la noche nos gana el otro canal.

–Que vaina, ojalá se arrepientan de haberme botado y vuelvan a contratarme, en un mes recupero al figura para ponerme a hacer novelas de nuevo.

15 días después un sábado en la tranquilidad de la casa sin Teodoro pues estaba en el parque con Ana, Ricardo y Rebeca recibían a Victor y Virginia en casa.

–¿Y esa sorpresa, a que debemos esta agradable visita?

–Primero pedirle disculpas por avisarles hoy en la mañana, es que queríamos que fuera sorpresa.

–Aquí le dejamos la invitación a nuestra boda.

Rebeca y Ricardo se miraron y vieron a los novios.

–!Coño felicidades! Enhorabuena

–Vaya, esto sí que es una sorpresa. -Dijo Rebeca.

Ricardo abrazó a Victor y le dio un beso en la mejilla a la novia que tardó unos segundos de más. Luego Virginia se acercó a Rebeca y, un poco apartadas de los hombres le hizo un comentario.

–¿Por qué te parece una sorpresa la boda? Disculpa, te lo pregunto por ciertas cosas que he visto en estos últimos días.

–No, bueno, no me imaginaba que Victor se fuera a casar…es todo.

–¿Es gay?

–¿Te gusta mi marido?