domingo, 26 de noviembre de 2017

INQUEBRANTABLE. Final de Temporada


–Bueno hoy comenzamos el día con dos lamentables noticias en tema de espectáculos.
Encontraron en su apartamento al actor de teatro, cine y televisión, Antonio Reverte, a ver como decir esto… decapitado. Su cabeza no aparece. No violentaron la puerta del apartamento y al parecer murió desangrado antes de ser decapitado. Las autoridades están investigando los hechos y de momento no se descarta ninguna hipótesis



El otro suceso no tan grave pero no menos importante fue el accidente que sufrió la actriz  y pareja de telenovelas del fallecido actor, Rebeca Montenegro. No están claras las razones del choque pero les tenemos en exclusiva el video en el momento en que el vehículo impacta con el local, vean.



Así comenzaban las noticias de farándula en el noticiero vespertino del canal de la competencia. En las redes sociales especulaban que los dos sucesos están relacionados y querían eliminar a la pareja por alguna razón, de hecho son tendencia.



Rebeca ya estaba en casa y recibiría terapia por su rodilla. Ricardo le puso un par de escoltas para que la vigilaran aunque no podía salir de casa aún.



Victor estaba en la oficina que se encuentra al fondo del restaurante donde se manejan todas las empresas y negocios de Ricardo. Su asistente hablaba con un familiar de la persona que resultó herida en el choque que provocó Rebeca. Ricardo correría con todos los gastos médicos para evitar una demanda, aunque no estaba planteado por parte del involucrado.



Mientras firmaba no podía concentrarse, se pasaba continuamente las manos por la cara pensando en la muerte de Antonio, sabía que Carlos estaba involucrado en el crimen, no tenía que esperar que el escolta se lo dijera, pero Carlos apareció en la oficina.

Abrió la puerta y lanzó al escritorio una bolsa al vacío. Victor al ver el paquete abrió los ojos y se echó para atrás vomitando en el piso. Era la cabeza del actor.

–¿Ves? Otro menos que no nos va a molestar en nuestra relación.

Victor se levantaba de la silla sorteando el charco que había dejado en el piso, el dolor de cabeza lo estaba matando.

–¡Estás completamente loco! ¿Cómo se te ocurre hacer esto? ¿Qué tienes en la cabeza?

–Sí estoy loco, pero loco por ti, te amo. -Se le acercó y le dio un beso en la boca. Victor no se movió.

Carlos se separó relamiéndose. –¿Quién te va a besar así luego de vomitar? Solo alguien que te ama y yo te amo.

–¡BASTA CARLOS BASTA! Cerró los ojos y se calló, salío de la oficina. –Cristina, puedes irte a casa yo termino aquí y nos vemos mañana.

–Si señor, ¿necesita algo más antes de irme?.

–No tranquila, cierre todo.



Regresó a la oficina y Carlos le daba vueltas a la cabeza entre sus manos. Victor cerró los ojos.

–Estás enfermo, eres un asesino, un psicópata.

–¡Coño, te estoy haciendo un favor! ¿y así me lo agradeces?

–ES QUE YO NO TE PEDI NINGUN FAVOR NI QUE MATARAS A NADIE, LLEVAS TRES MUERTOS, TREEES MUERTOS CAAARLOS.

–COÑO PERO POR LO MENOS DIME GRACIAS MI AMOR, NO JODA TODO ESTO LO HAGO PORQUE TE AMO Y TU SOLO ME RECLAMAS.

–Es que yo no te amo. –Dijo eso y una sensación de que sería su último día en la Tierra le recorrió el cuerpo. Carlos sacó el arma y la cargó poniéndosela en la frente a Victor.  Cerró los ojos y bajó el arma.

–Como te voy a matar a ti si eres la persona que amo. ¿Qué tengo que hacer? ¿Mato a Ricardo para que ya no ames a nadie solo a mi?

–No, no mates a Ricardo, lo que quiero es que desaparezacas de aqui porque soy capaz de  denunciarte  a la policía.

Carlos se le acercó y volvió a besarlo en la boca. –Quiero hacerte el amor y te prometo que me desaparezco, anda quiero tenerte de nuevo, eres el hombre que más he amado en esta puta vida por favor, por favor, por favor. Le hablaba a escasos centímetros de la boca de Victor. –Compláceme en eso, por favor, por favor. -Lo besó de nuevo.



A Victor le temblaba el cuerpo pero no puso resistencia cuando Carlos comenzó a desvestirlo. Cayó el pantalón al suelo y el escolta le bajó el interior y lo volteó bajándole la espalda al escritorio.

Mojó su pene con saliva y, con la mano humedecida se la pasó entre las nalgas a Victor y repitió escupiendo en su mano. Poco a poco fue penetrándolo mientras apretaba su pene. Victor lloraba pero no estaba tenso, cerraba los ojos cada vez que sentía como entraba un poco más el pene dentro de él.

Lo introdujo por completo y lo sacaba hasta la mitad para volverlo a meter, deslizaba sus manos por la espalda de Victor. Abrió por completo  las nalgas de Victor y comenzó a empujar con más fuerza. Sonó el celular de Carlos y se detuvo para agacharse y contestar.

Antendió y volvió a penetrar a Victor.

–<Jefe, dígalo>

–<Necesito que te vengas para cuadrar los escoltas, ¿dónde andas?>

Carlos se movía metiendo y sacando su pene mientras hablaba.

–<Estoy en un asunto importante pero lo resuelvo y voy para allá>

–<Rápido>

–Era tu amiguito, el amor de tu vida, el que nunca te va a coger así como te cojo yo. –Comenzó a darle con más fuerza y más rápido. Lo cogió por los hombros apretándolos y descargando todo su semen dentro de Victor.



Sacó el pene y se subió el pantalón y el interior. Victor hacía lo mismo, tenía los ojos hinchados de tanto llorar mientras Carlos lo penetraba.

–No me gusta verte así, deberías estar feliz que alguien te ama, quiisiera ser correspondido. Yo sé que lo que haga por ti no va a hacer que te lances a mis brazos pero igual me voy a echar al pico a Ricardo, porque lo amas y porque es un imbécil y le pega a las mujeres.

–Ah ok, bueno, tú por lo menos las matas.

Carlos le agarró con fuerza la barbilla. –No me importa que no me ames, me basta con amarte yo y eso no va a cambiar nunca, ¿tu quieres que me aleje? Me alejo pero no te vas a librar de mi. -Se fue



Victor cogió su celular y llamó a Ricardo.

–<Ricardo ¿cómo estás? Por favor cuídate, cuidate, se que tienes escoltas pero cuídate>

–<Marico, ¿qué pasa, pasó algo?>

–<No, no, pero tú eres empresario y concejal, con dinero e influencias, tienes enemigos, cuídate la espalda>

–<Ya, ya si, tranquilo, deja los nervios mariquito, nos vemos mañana>



Francisco Cáceres llegaba al colegio donde estudia Teodoro unos minutos antes de la salida.

–Vengo a buscar a Teodoro Sucre.

–Disculpe ¿quién es usted? No lo tenemos registrado en los autorizados, solo sus padres, abuela y el padrino.

–Ah caramba, pero Rebeca me dijo que pasara hoy, que iba a llamar aquí está mi cédula, tome, mire a ver si me anotaron.

La coordinadora regresó y le dijo que no había ninguna autorización.

–Que broma, déjeme llamarla y se la paso para que de la autorización.

Francisco comenzó a marcar pero la maestra lo detuvo y fue a buscar al chico.

–Lo anoté en el libro de enlace para que la madre esté al tanto y lo anotaremos en el colegio.

–Perfecto no hay problema, tome mis datos y mi número.



-¡Hola campeón! ¿Te acuerdas de mi?

–Hola…si…usted es el del centro comercial…que me llevó con mi mamá.

–Exacto, cónchale te acuerdas, bueno nos vamos de paseo y a almorzar, ¿quieres?

–Si. ¿Tu eres amigo de mi mamá?

–Bueno, más que eso, soy tu papá.



Rebeca llegaba 10 minutos tarde al colegio con el chofer y el escolta. La coordinador le comentó lo sucedido y lejos de sorprenderse, Rebeca se lo tomó tranquilamente. Le dijo al chofer para regresar a la casa.



Ya en la tarde las redes sociales volvian a encenderse, esta vez era Ricardo Sucre. La gente comenzaba a sospechar que se trataba de una conspiración para desaparecer a esa familia.



<<Aparece decapitado en su carro el empresario y concejal Ricardo Sucre. El sospechoso lleva tres personas que asesina de la misma manera. Un asesisno en serie que todavía no se sabe nada de él.>>

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