jueves, 16 de noviembre de 2017

INQUEBRANTABLE 3. Capítulo 4


La noche anterior…



El Guardia sacó un poco del polvo blanco y lo inhaló. Victor se quitaba la ropa mientras que Carlos lo ayudaba, se acercó el tercero, Yerson.

Carlos y Victor se besaban, Yerson le metía la mano entre las nalgas del abogado y bajaba a los testículos y los jalaba.

–¿Te quieres meter esta dos vergas?

–Victor vio los penes, se sonrió y dijo que sí moviendo la cabeza, pero buscó un frasquito de popper.

–También le metes a las drogas bicho, date con furia porque lo que te viene es duro.



Carlos y Yerson se acostaron boca arriba esperando que Victor se acercara para hacerles sexo oral. Dos penes gruesos, uno recto y el otro curvo a la izquierda, ambos con prepucio.

Victor tomó los penes con cada mano y les retrajo la piel. Yerson y Carlos se besaban mientras que el abogado comenzaba a lamer y jugar con el glande de Carlos, se detuvo e hizo lo mismo con Yerson. Comenzó a introducirse el pene el guardia completamente en su boca, repitió lo mismo con Carlos, aunque se esmeró más, mientras lo hacía lo miraba a los ojos a pesar que Yerson se atravesaba chupando las tetillas del escolta.



Victor buscó un preservativo y se lo colocó lentamente a Carlos mientras lo volvía a ver a los ojos, le pasó un preservativo a Yerson para que se lo pusiera. Buscó el lubricante para colocarse en el ano y derramar sobre el pene. Buscó el frasco de popper e inhaló para luego sentarse sobre Carlos tomando su pene y llevándolo al objetivo, cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, comenzó a entrar el pene poco a poco sin pausa hasta que terminó por sentarse sobre Carlos, se echó hacia delante y el escolta comemzó a moverse.

Yerson se colocó el preservativo y el lubricante, comenzó a masturbarse mientras se acercaba por detrás de Victor que volvía a inhalar popper.



Yerson se acercó a las nalgas de Victor y se puso a empujar para que entrara su pene donde ya estaba el de Carlos, entre el látex y el lubricante, los miembros brillaban. Cada empujón era un gemido de Victor que volvía a inhalar. Carlos se movía con cuidado mientras el pene de Yerson se deslizaba. Victor ya dilatado estaba excitado y comenzaba a moverse teniendo ambos penes dentro de él.

Carlos se movía mientras Yerson se abrazaba a Victor, se agachó para besar a Carlos. –Te amo Ricky –Salió de la boca del abogado que enseguida se levantó sin percatarse de lo que había dicho.

Ahora era Yerson que se movía viendo como entraba y salía su pene rozando el de Carlos. Victor con la piel erizada y sudada también se movía y cada vez que lo hacía, sentía los dos penes abriendo su ano. Comenzó a masturbarse, empezó a hacerlo rápidamente soltando gemidos cada vez más fuertes hasta que un gran chorro cruzó el pecho de Carlos llegando hasta su ceja izquierda. Yerson retiró el pene y se quitó el látex, el pene de Carlos estaba flácido.

–Quédate así, quédate así –Le dijo a Victor para correrse entre sus nalgas. Lo hizo, para luego restregar su pene en la piel del abogado que se apartó de Carlos y este inmediatamente se levantó de la cama y se fue al baño.

–¿Qué pasó? -Le dijo Victor pero Carlos cerró la puerta del baño y se escuchó la ducha.



–No entendí.

–Verga marico, el culo te quedó abierto uf, pa meterle la mano.

–Voy a entrar al baño.

–¿Pa qué? Ya va que me quiero lavar, si van a tirar no quiero ver jejeje



Victor entró al baño y echó a un lado la cortina.

–¿Qué te pasa?

–Nada, se me bajó el guevo y me dio ladilla seguir.

–Dime, tú no eres así.

–Marico, me dijiste te amo Ricky.

Hubo un silencio de algunos segundos.

–¿Eso es todo? Coño se me habrá salido el Ricky, trabajo con Ricardo y siempre lo tengo en la mente, con el trabajo los restaurantes, el nego…

–Estás enamorado de él marico, dilo, no me engañas.

–Sí, eso lo sabes.

–Te estaba cogiendo guevón, te estaba cogiendo y me dices Ricky.

–Estábamos en un trio, no vengas tú con celos.

–NO JODA ESTOY ENAMORADO DE TI COÑO, ME ARRECHA QUE TE ARRASTRES POR EL IMBECIL ESE, TRABAJAS CON EL PARA TENERLO CERCA NO PORQUE TE ENCANTA EL TRABAJO.



Yerson puso cara de sorprendido abriendo los ojos y comenzó a vestirse. –Maaaarico, yo me largo de esta verga, estos panas con sus amores nuuu que va, que se maten ellos.



–Igual estoy casado, no sé a que viene tanto peo.

–Esa es otra, ¿en qué estabas pensando cuando te casaste?

–Bueno porque soy una persona conocida en el medio empresarial de restaurantes y locales nocturnos y necesito que me vean serio y casado.

–Que justificación tan idiota, chamo todo el mundo sabe que eres rolo e marico, déjate de estupideces.

Hubo otro silencio, Victor se sentó en la poceta y Carlos abrió la puerta del baño y salió a secarse en el cuarto.

Se puso de pie, levantó la tapa de la poceta y orinó. Carlos se acercó y le tomó el pene que aún orinaba.

–Sabes que puedo ayudarte con Virginia, no te divorcias sino que quedas viudo. -Le dio un beso en la boca. Victor dejó de orinar y tragó saliva.



_________





Nuevamente Rebeca estaba con sus amigas del club bebiendo vino desde las 11 de la mañana. Esa noche tenía obra de teatro, no podía beber mucho pero cuando está con el grupo se olvida de todo.

–Mi esposito es un maricón, vive pegándome.

–Y tú pajua que te dejas marica, deja a ese animal,

–Es que tira divino jejeje

–Un día te mata.

–Miiraaa quien viene ahí, la puta con la que se acuesta mi marido, bueno, una de tantas putas.

–Hola Rebeca, tú de nuevo borracha como siempre.

Rebeca se levantó de la silla para encararla, le fue dar una cachetada, pero ella se la detuvo.

–Te casaste con un maricón, un marico, que le gusta que se lo cojan, sabías, entérate.

–Vine con tu esposo al club pero no a lo que piensas, viene creo que formarte un buen lío por lo de la nana de Teodoro.

Rebeca se petríficó y su cara palideció.



Antes que Ricardo llegara, tomó su cartera y le dejó dinero a sus amigas para pagar su parte y se fue a la entrada. En el camino se encontró a su esposo.



–Entra al carro.

–Yo vine en el mío.

Ricardo la vio a los ojos y ella entendió que tenía que subir al carro de él.

–Dame las llaves de tu carro ¡DAMELAS!. Encárgate de desaparecerlo. –Le lanzó las llaves a uno de los escoltas.



Ricardo la agarró por el cuello una vez montados en el vehículo.

–Si le llega a pasar algo a Ana, te mato. ¿Qué carajo pasó para que la golpearas?

–¿Cómo sabes que la golpeé yo?

–Eres tan bruta que no te acuerdas de las cámaras. La golpeaste porque ibas a afixiar a nuestro hijo. –Apretó más su mano contra su cuello.

–Me…haces…daño.

–No más del que le ibas a hacer a ellos dos. Vamos a la clínica.



Llegaron y el médico les dijo que no había reacción aún. –El golpe fue fuerte, sigue en coma.

Suena el celular de Ricardo. Lo llamaban del Concejo Municipal para una sesion urgente, debía ir.

Cuelga la llamada y vuelve a sonar. Llamaban del seguro para arreglar un problema con la póliza del local quemado.

–Me tengo que ir doctor, la dejo en buenas manos, dejé abierta mi tarjeta para que se cobren de ahí lo que sea.



–Te dejo en casa y vas  a cuidar a Teodoro, eres la peor madre que he conocido, basura.

–¡Vamos a divorciarnos!

–Una cachetada con el dorso de la mano dejó a Rebeca recostada de la puerta del carro, lloraba en silencio.

 La dejó a una cuadra de la casa y la bajó del carro.



Rebeca se quedó parada ahí viendo el carro de su esposo alejarse. Pasaba un taxi y lo detuvo.

–A la Clínica Santa Cecilia.



Subió a Terapia Intensiva, esperó a que nadie la viera, se puso la bata y el tapaboca y entró.

Apagó los monitores y el respirador. Esperó que comenzara a sonar todo y salió del área. Sin quitarse el tapabocas corrió por el pasillo y esperó. Regresó y había varias enfermeras y unos médicos.



–No sé que ocurrió. Todo se apagó.

–Falleció.

Rebeca escuchó al doctor y su corazón se aceleró, tenía taquicardia y el cuerpo le temblaba. Salió de la clínica y tomó otro taxi.

–Al CityClub por favor, rápido.



Sus amigas seguían ahí y las alcanzó.

–Marica ¿qué haces aquí? ¿te le escapaste al troglodita?

Rebeca cogió el vaso de whisky de una de las chicas y se lo bebió completo. Las manos le temblaban y tenía escalofríos.

–Acabo de matar…a  la zorra de la niñera…la maté, está muerta…

Las cuatro amigas quedaron impactadas, una de ellas se levantó de la silla tapándose la boca.

–¿Qué hiciste qué? ¿Marica te volviste loca? ¿te vieron? Ricardo te va a matar.

–No, no, no…nadie me vio, bueno…eso creo, ay amigas la maté, la matééé ¿qué hago? Me tengo que ir al teatro.

–Acabas de matar a alguien ¿y estás pensando en ir al teatro?

–Ve a la policía y entrégate, di lo que pasó. –Las otras amigas vieron a la chica del comentario y volvieron a voltear a ver a Rebeca.

–Ni se te ocurra confesar lo que hiciste.

–¡Voy a ir presa, voy a ir presa!

–Ya cálmate, te llevo a tu casa tu no puedes manejar en ese estado en que estas.

–Igual no tengo carro, Ricardo lo mandó a  desaparecer…-Las manos le sudaban y no paraban de temblarle, tomó una copa y se sirvió vino hasta el borde la copa y se lo bebió.

–Ya, ya, ya, no sigas bebiendo, vas a tu casa y finges demencia.

–Llevame al teatro, necesito distraerme.

–NO, te llevo a tu casa.

–¡LLEVAME AL TAETRO COOOOÑOOOO!





–¿Vas a estar bien?

–No sé…

–¿Tú estás segura que mataste a esa chama?

–Oí al doctor cuando dijo que había fallecido.

–Ay Marica, vete a casa, yo te llevo, ¿que vas a hacer aquí? Esa obra hoy va a ser un desastre.

–Tranquila, yo te llamo cualquier cosa.

Sonó su celular.

–<¿Dónde coño estás? Te dije que te quedaras con Teodoro>.

–<Estoy en el tetaro, hoy tengo función, Teodoro está bien>

–<TE VAS DE AHÍ O TE SACO DE LOS PE…> -Rebeca le colgó, tiró el celular al piso y lo pisó hasta hacerlo trizas. Entró a los camerinos.



Ya en el escenario, la obra tenía 10 minutos de empezada.

<<AAAAY AAAANA , TE VEO MAL MI AMOOOR, TE FALTA SEEEEXOOOOO>>

Rebeca escuchó el nombre que tiene en la obra y se le bajó la tensión desplomándose al suelo.

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