–¡SAL DE AQUI! ¿Pero este niño que le pasa?
–Rebeca se levantó pero un dolor en el costado la detuvo y fue Ricardo quien
sacó al niño del cuarto.
–Ya campeón, ve a tu cuarto, mamá y yo
estamos jugando.
–Pero le pegabas…
–Era un juego nene, tranquilo, ven vamos a
tu cuarto y me acuesto contigo.
–No veo la hora en que ese niño se vaya de
esta casa.
________
–¿Será que hoy si podemos hablar? –Le decía
Victor a Virginia, él llegaba del trabajo, eran las nueve de la noche.
–¿Te parece que es hora para hablar?
–Me parece que es el momento.
–Ok, dime, ¿eres no eres gay?
–¿Te estás acostando con Ricardo?
–No me respondas con una pregunta, respóndeme.
Victor dio una vuelta por la habitación
como buscando algo pero sin reponder.
–Tu silencio me responde.
–NO SOY GAY VIRGINIA, no se de dónde sacas
eso.
–Todo me hace sospechar, tu actitid, cuano
estás cerca de Ricardo cambias, no quieres hacer el amor conmigo y cuando lo
haces es por obligación.
–Por eso vas y te acuestas con Ricardo, él
si te da lo que yo no te doy.
–Ni siquiera estás molesto con tu sospecha,
pero si, me he acostado con él un par de veces. -Mintió, lleva cinco años
manteniendo relaciones sexuales con Ricardo.
–No estoy molesto porque sé que te acuestas
con él y ayer lo hiciste, no estabas en la clínica.
Sonó
el celular de Victor.
–<Aló>
–<Hola, ven a mi casa y tiramos, ando
quesúo, dile a tu esposa que se quema uno de los restautrantes, ya le prendí
candela y ya llamé a los bomberos, ahora yo la llamo diciendo que no te
conseguimos que la estamos llamando para informarle.
–Me acaban de llamar que se está quemando
el restaurante Nena.
–¿Ah si? Que oportuno el incendio.
–Buen, voy saliendo te informo cualquier
cosa.
–Voy contigo.
–No, no mi amor quédate, esto lo resuelvo,
ya los bomberos van en camino
Victor salió en bermuda y camiseta, a los cinco minutos de irse llamaron a
Virginia a su celular para avisarle del
incendio.
–<Si, ya supimos, mi esposo va en
camino, gracias>
Victor manejó hasta el extremo oeste de la
ciudad para verse con Carlos, uno de los escoltas de Ricardo. Ya eran pasadas
las 11 de la noche.
Las calles estaban oscuras y las luces del
carro poco alumbraban y menos con los vidrios ahumados.
De repente unos encapuchados aparecen en el
medio de la calle pero Victor no se detiene y comienzan a disparar. Frena de
golpe y los dos encapuchados que estaban en la calle se le suman cuatro más.
Uno de ellos se le acerca a la puerta del carro y saca a Victor halándolo
tumbándolo en el suelo, le pone la bota en la cabeza y lo apunta con el arma.
–¿Por qué no te paraste cuando te dimos la
voz de alto?
–Bueno, es
que…-Victor hablaba entrecortado –Vi unos encapuchados y pensé que eran
ladrones.
–Somos el grupo CTAD comité táctico
antidroga. ¿qué haces en esta zona? Tú no eres de aquí, hueles a sifrinito.
–Vengo a visitar a un pana.
–¿A esta hora? Vienes a comprar droga
habla.
–¿Me puedo levantar del piso? Victor se
levantó, se sacudió la ropa y la cara, le entregó sus documentos y le dijo que
es abogado, casado y asesor legal de varias empresas.
–¿Tú eres loco? ¿que viene a hacer aqui a
esta hora?.
–Coño, locos son ustedes que se aparecen
así y en una zona oscura, ¿qué quieres que piense? Ay son policías vienen a
resguardarme.
–Panita, ya que eres abogado, yo necesito
uno pa’ una vaina de estafa.
–Toma mi tarjeta y me llamas.
–¿Pa’ donde vas ahora?
–Voy al bloque 15 de Luis Pereira.
–Chamo pero usted se va a meter en la boca
del lobo. ¿que pana es ese?
Victor dudó en decirlo pero ya que se había
calmado todo, habló.
Carlos, es escolta, era policia.
–Cooooñoooooo tú eres pana de Carlitos,
marico hubieras comenzado por ahí, senda lacra pero es alto pana, aquí
entrenos, ese tipo tiene unos cuantos muertos encima. Jefe, me puedo ir con el
pana y así me dejan en el bloque y veo al Carlos.
–Tú si eres arrecho, mañana redoblas
guevón, arranquen y tú Landaeta, mosca, la próxima te pueden dejar pega’o.
Victor se montó en el carro y el policía al
lado de él, se bajó el pasamontaña.
–¿Para que te pones eso?
–No pueden verme vivo aqui y no pueden
saber quien soy. ¿Desde cuando conoces a Carlos?
–Uf hace añales como ochos años.
–Y…¿tú también echas palante?
Sonó el celular de Victor.
–<Marico ¿dónde coño estás?>
–<Estoy llegando es que me detuvieron en
la via, el CTAD>.
–<Verga, coño, esos son unos bichos, ¿te
hicieron algo?>
–<Te voy a pasar a uno de ellos>.
–<¿Qué pasó menoooor? Tas perdido bicho,
vamos a caerte a tu casa>
–<Queeeee… mamaguevo ¿que más Yerson?
Los espero, que sorpresa marico, traes merca?>
–<Siempre guevón ya te caemos>
–¿Merca? –Preguntó Victor
Yerson sacó una bolsita con polvo blanco y
se la agitó frente a la cara de Victor.
–Ah vaya, trabajas en el comando antidrogas
y tú te drogas.
–Si te vas a poner cartoon network te vacío el hierro en el boca. –Le puso la pistola
frente a su cara.
–Chamo ya baja esa vaina…
Llegaron al apartamento de Carlos, al
entrar, Yerson cerró la puerta tras él.
–¿Y? ¿este viene a llevar guevo?
–Ah ¿es que él también es gay?
–No papá, gay no, me gusta cogerme un
culito e varón pero no soy marico, deja la vaina, Nos vas a dar culo a los dos
¿si va?
Victor se encogió de hombros sonriendo.
______
Tres de la mañana y Virginia no lograba
comunicarse con Vctor, ya le había dejado varios mensajes en la contestadora.
Decidió llamar a Ricardo.
–<Disculpa que te llame a esta hora pero
es que Victor salió de casa hace cuatro horas y no ha llegado de Nena, ¿sabes
si ya resolvieron lo del incendio?
–<¿QUE, COMO QUE UN INCENDIO, QUIEN TE
DIJO ESO?>
–< Llamaron a Victor y al rato me
llamaron a mi para decirme, pensé que sabías>.
–<coñodelamadre. Voy saliendo>
–Rebeca, Rebeca, voy a salir, se quemó el
restaurante Nena.
–Ajá ok.
-Se dio media vuelta y siguió durmiendo.
A la hora se despierta y cae en cuenta que no está Ricardo, se levanta
de su cama y se va al cuarto de su hijo.
–Maldito carajito, a buena hora te parí,
pero hasta hoy vives. –Cogió una almohada y
la acercó a la cara de Teodoro y fue bajándola hasta tocar su cara.
–Yo soy tú y me detengo en este momento.
Rebeca soltó la almohada del susto y se
echó a un lado.
–Perra, ¿qué haces aquí?
–Tu hijo no podía dormir y me fue a buscar
a mi.
Rebeca se acercó a Ana y comenzó a darle
cachaetadas mientras que esta se protegía cogiéndole los brazos.
–Te voy a matar maldita zorra. –Le dio un
golpe y luego la empujó.
Ana cayó al piso dándose un fuerte golpe
con el filo de la pared. Rebeca se acercó y con el pie la empujó para verificar
si seguía viva, no se movió. La metió en el clóset
Se fue a su habitación, se duchó, se vistió
y bajó a la cocina.
–Buenos dias, mi hijo está en su cuarto, hoy no va al
colegio, por favor estén pendiente de él
–¿Y la señorita Ana?
–Ella no está, y no sé cuando venga,
encárguese del niño, voy a salir un rato.
–Si señora, ¿viene a comer?
–No sé, tú haz comida, a lo mejor vengo a
lo mejor no, pero igual házla.
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