miércoles, 15 de noviembre de 2017

INQUEBRANTABLE 3. Capítulo 3


–¡SAL DE AQUI! ¿Pero este niño que le pasa? –Rebeca se levantó pero un dolor en el costado la detuvo y fue Ricardo quien sacó al niño del cuarto.



–Ya campeón, ve a tu cuarto, mamá y yo estamos jugando.

–Pero le pegabas…

–Era un juego nene, tranquilo, ven vamos a tu cuarto y me acuesto contigo.



–No veo la hora en que ese niño se vaya de esta casa.



________



–¿Será que hoy si podemos hablar? –Le decía Victor a Virginia, él llegaba del trabajo, eran las nueve de la noche.

–¿Te parece que es hora para hablar?

–Me parece que es el momento.

–Ok, dime, ¿eres no eres gay?

–¿Te estás acostando con Ricardo?

–No me respondas con una pregunta, respóndeme.

Victor dio una vuelta por la habitación como buscando algo pero sin reponder.

–Tu silencio me responde.

–NO SOY GAY VIRGINIA, no se de dónde sacas eso.

–Todo me hace sospechar, tu actitid, cuano estás cerca de Ricardo cambias, no quieres hacer el amor conmigo y cuando lo haces es por obligación.

–Por eso vas y te acuestas con Ricardo, él si te da lo que yo no te doy.

–Ni siquiera estás molesto con tu sospecha, pero si, me he acostado con él un par de veces. -Mintió, lleva cinco años manteniendo relaciones sexuales con Ricardo.

–No estoy molesto porque sé que te acuestas con él y ayer lo hiciste, no estabas en la clínica.

 Sonó el celular de Victor.

–<Aló>

–<Hola, ven a mi casa y tiramos, ando quesúo, dile a tu esposa que se quema uno de los restautrantes, ya le prendí candela y ya llamé a los bomberos, ahora yo la llamo diciendo que no te conseguimos que la estamos llamando para informarle.



–Me acaban de llamar que se está quemando el restaurante Nena.

–¿Ah si? Que oportuno el incendio.

–Buen, voy saliendo te informo cualquier cosa.

–Voy contigo.

–No, no mi amor quédate, esto lo resuelvo, ya los bomberos van en camino



Victor salió en bermuda y camiseta,  a los cinco minutos de irse llamaron a Virginia  a su celular para avisarle del incendio.

–<Si, ya supimos, mi esposo va en camino, gracias>



Victor manejó hasta el extremo oeste de la ciudad para verse con Carlos, uno de los escoltas de Ricardo. Ya eran pasadas las 11 de la noche.

Las calles estaban oscuras y las luces del carro poco alumbraban y menos con los vidrios ahumados.

De repente unos encapuchados aparecen en el medio de la calle pero Victor no se detiene y comienzan a disparar. Frena de golpe y los dos encapuchados que estaban en la calle se le suman cuatro más. Uno de ellos se le acerca a la puerta del carro y saca a Victor halándolo tumbándolo en el suelo, le pone la bota en la cabeza y lo apunta con el arma.

–¿Por qué no te paraste cuando te dimos la voz de alto?

–Bueno, es  que…-Victor hablaba entrecortado –Vi unos encapuchados y pensé que eran ladrones.

–Somos el grupo CTAD comité táctico antidroga. ¿qué haces en esta zona? Tú no eres de aquí, hueles a sifrinito.

–Vengo a visitar a un pana.

–¿A esta hora? Vienes a comprar droga habla.

–¿Me puedo levantar del piso? Victor se levantó, se sacudió la ropa y la cara, le entregó sus documentos y le dijo que es abogado, casado y asesor legal de varias empresas.

–¿Tú eres loco? ¿que viene a hacer aqui a esta hora?.

–Coño, locos son ustedes que se aparecen así y en una zona oscura, ¿qué quieres que piense? Ay son policías vienen a resguardarme.

–Panita, ya que eres abogado, yo necesito uno pa’ una vaina de estafa.

–Toma mi tarjeta y me llamas.

–¿Pa’ donde vas ahora?

–Voy al bloque 15 de Luis Pereira.

–Chamo pero usted se va a meter en la boca del lobo. ¿que pana es ese?

Victor dudó en decirlo pero ya que se había calmado todo, habló.

Carlos, es escolta, era policia.

–Cooooñoooooo tú eres pana de Carlitos, marico hubieras comenzado por ahí, senda lacra pero es alto pana, aquí entrenos, ese tipo tiene unos cuantos muertos encima. Jefe, me puedo ir con el pana y así me dejan en el bloque y veo al Carlos.

–Tú si eres arrecho, mañana redoblas guevón, arranquen y tú Landaeta, mosca, la próxima te pueden dejar pega’o.



Victor se montó en el carro y el policía al lado de él, se bajó el pasamontaña.

–¿Para que te pones eso?

–No pueden verme vivo aqui y no pueden saber quien soy. ¿Desde cuando conoces a Carlos?

–Uf hace añales como ochos años.

–Y…¿tú también echas palante?

Sonó el celular de Victor.

–<Marico ¿dónde coño estás?>

–<Estoy llegando es que me detuvieron en la via, el CTAD>.

–<Verga, coño, esos son unos bichos, ¿te hicieron algo?>

–<Te voy a pasar a uno de ellos>.

–<¿Qué pasó menoooor? Tas perdido bicho, vamos a caerte a tu casa>

–<Queeeee… mamaguevo ¿que más Yerson? Los espero, que sorpresa marico, traes merca?>

–<Siempre guevón ya te caemos>

–¿Merca? –Preguntó Victor

Yerson sacó una bolsita con polvo blanco y se la agitó frente a la cara de Victor.

–Ah vaya, trabajas en el comando antidrogas y tú te drogas.

–Si te vas a poner cartoon network te vacío el hierro en el boca. –Le puso la pistola frente a su cara.

–Chamo ya baja esa vaina…



Llegaron al apartamento de Carlos, al entrar, Yerson cerró la puerta tras él.

–¿Y? ¿este viene a llevar guevo?

–Ah ¿es que él también es gay?

–No papá, gay no, me gusta cogerme un culito e varón pero no soy marico, deja la vaina, Nos vas a dar culo a los dos ¿si va?

Victor se encogió de hombros sonriendo.



______



Tres de la mañana y Virginia no lograba comunicarse con Vctor, ya le había dejado varios mensajes en la contestadora. Decidió llamar a Ricardo.



–<Disculpa que te llame a esta hora pero es que Victor salió de casa hace cuatro horas y no ha llegado de Nena, ¿sabes si ya resolvieron lo del incendio?

–<¿QUE, COMO QUE UN INCENDIO, QUIEN TE DIJO ESO?>

–< Llamaron a Victor y al rato me llamaron a mi para decirme, pensé que sabías>.

–<coñodelamadre. Voy saliendo>



–Rebeca, Rebeca, voy a salir, se quemó el restaurante Nena.

–Ajá ok.  -Se dio media vuelta y siguió durmiendo.  A la hora se despierta y cae en cuenta que no está Ricardo, se levanta de su cama y se va al cuarto de su hijo.

–Maldito carajito, a buena hora te parí, pero hasta hoy vives. –Cogió una almohada y  la acercó a la cara de Teodoro y fue bajándola hasta tocar su cara.

–Yo soy tú y me detengo en este momento.

Rebeca soltó la almohada del susto y se echó a un lado.



–Perra, ¿qué haces aquí?

–Tu hijo no podía dormir y me fue a buscar a mi.

Rebeca se acercó a Ana y comenzó a darle cachaetadas mientras que esta se protegía cogiéndole los brazos.

–Te voy a matar maldita zorra. –Le dio un golpe y luego la empujó.

Ana cayó al piso dándose un fuerte golpe con el filo de la pared. Rebeca se acercó y con el pie la empujó para verificar si seguía viva, no se movió. La metió en el clóset



Se fue a su habitación, se duchó, se vistió y bajó a la cocina.

–Buenos dias,  mi hijo está en su cuarto, hoy no va al colegio, por favor estén pendiente de él

–¿Y la señorita Ana?

–Ella no está, y no sé cuando venga, encárguese del niño, voy a salir un rato.

–Si señora, ¿viene a comer?

–No sé, tú haz comida, a lo mejor vengo a lo mejor no, pero igual házla.

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