INQUEBRANTABLE 6. Capítulo 12

En la recta final de la campaña electoral a Ricardo le perseguía lo del accidente de su hijo, la violencia doméstica y los actos de corrupción mientras fue concejal y diputado, pero todo quedaba en leyendas urbanas, la gente y la prensa fantaseaba con eso, sus contrincantes se aprovechaban de las especulaciones para tratar de subir en las encuestas.

Rebeca sumaba a su carrera otro fracaso como actriz en la telenovela donde su papel no protagónico, pero de peso en la historia como villana, no estaba funcionando.

Su imagen de mujer víctima de maltratos por parte de su esposo lejos de beneficiarla la ponía como masoquista, sumisa y hasta tonta.

A ella también los rumores de su segunda maternidad que negó y haber tenido a su madre presa y luego asesinada la mantenían en las noticias pero de manera negativa.

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Lucas iría con Victor a buscar los resultados de sus exámenes luego de salir de clases, le inventó a su papá una reunión de trabajo en el colegio y en la biblioteca pública.

Victor llegaba al colegió minutos después de la hora para que no lo viera tanta gente, estaba mareado y antes de salir de su casa había vomitado. Los efectos de los medicamentos estaban descompensando su cuerpo, hasta la piel la tenía enrrojecida. A pesar de eso fue a buscar a Lucas para acompañarlo.

–¿Se siente bien?

–¿Otra vez me vas a tratar de usted? No, no me siento bien Lucas, estas pepas me han sentado fatal, no sé si es por la edad, si es normal pero estoy de la patada.

–Disculpa, ¿pero le dijiste al doctor? Sabe lo que te pasa?

–Si claro, él me dijo de los efectos secundarios, pero me refiero a mi edad a lo mejor se acentúan más no lo sé, estoy aquí elucubrando.

–¿Y si yo también tengo vih?

–Tranquilo, todo va a estar bien.

–Mi papá me va a matar.

Lucas  volteó la cara y miró hacia la calle a través de la ventana, estaba nervioso. Victor lo miraba y se sonreía, le pasó la mano por la cabeza.

–Extraño a Teo, hace 15 días que se fue y lo extraño, apenas me escribe por WhatsApp.

–Sabes como es él.

–Teo es una persona mala Victor, yo lo amo, es mi mejor amigo pero le tengo mucho miedo. No le importa nada, es insensible ante los problemas, los sufrimientos de los demás, parece que no le interesa solo lo que le pase a él. -Lucas hablaba sin apartar la mirada de la calle.

–Teo ha vivido situaciones difíciles desde que nació Lucas, no la ha tenido fácil.

–Pero tiene encima dos personas muertas, una de ellas la mató y está como si nada, yo tengo pesadillas todos los días con el accidente.

Victor volvió a mirar al frente y recordó a Carlos, compartía con el muchacho las pesadillas diarias.

–Todo va a pasar Lucas, todo pasa, este viaje va a cambiar a Teo, ya lo verás.

–Eso espero, también espero que venga pronto.

–En tres semanas lo tenemos aquí.

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Mientras Ana estaba en el supermercado haciendo las compras, Teodoro estaba en el apartamento que tiene su padre en una de las zonas más exclusivas de Madrid. Luego de 15 días practicamente sin hacer nada decidió que ya era el momento de activarse

Le escribió a Lucas para saber de los resultados pero aún no llegaban al laboratorio.

–<Yo te aviso, gracias por estar pendiente>

–<Ok, mosca y te tiras a mi padrino, él es mio>

Decidió escribirle a François para saber de él e invitarlo a Madrid.

–<Buenas tardes señor François, no he sabido nada de usted>

–<Buenas tardes, seguimos con el usted, no aprendes muchachito, fíjate que yo si se de ti, que tuviste un aparatoso accidente, te sacaron del país, que todo fue un corre corre para que no hubiese problemas con la justicia. Eres el dolor de cabeza de tu padre.

–<Para eso están los padres, para resolver los problemas de los hijos>

–<Vaya que sí, eres tremendo. ¿Dónde estás?>

–<Pensé que sabías, lo sabes todo de mi…>

–<Sé que estás en Madrid lo que no sé es en que parte>

Teodoro buscó en la mesa del comedor un recibo del condominio para saber la dirección.

–<Serrano 22>

–<Bueno, sal a la calle y espérame ahí, estoy en el 26>

A Teodoro se le aceleró el corazón y no escribió más, buscó una chaqueta, las llaves y bajó.

Llegó a planta baja, abrió el portón de entrada y salió a la calle, miró hacia los lados en dos oportunidades y no lo vio. Sonó su celular.

–<Aló>

–<Deja los nervios chamín, te va a dar algo, estoy en la tienda de enfrente, levanta la mirada>

Teodoro cruzó la calle, vio a François se sonrió y lo abrazó. El hombre le dio un beso en la mejilla.

–Europa te sienta bien, estás muy lindo.

–Tú también, no puedo decir que estás lindo porque estás bien bueno, para la edad que tienes te ves muy bien.

–Vaya, muchas gracias, todaviá hay gente que me encuentra atractivo.

–¿Qué haces en Madrid?

–Por motivos distintos a los tuyos gracias a Dios, negocios y placer.

–Eso es lo que estoy buscando yo, placer, tengo 15 días que no tiro ni mamo guevo ni nada.

–Caramba, lo sorprendente es que sigues vivo a pesar de ese horrible panorama que me pintas.

–Burlate, pero mira, ya se me paró, cuando me dijiste que estabas aquí me excité.

–¿Ah si? ¿Tú pretendes que yo te coja en esta hermosa ciudad, lejos del mundillo poliítico y farandulero donde se enteran de cada paso que das?

–Bueno, si estuviéramos en el país también quisiera que me cogieras, me sabe a mierda lo que digan o piensen, eso se lo dejo a Ricardo y su combo.

–¿Caminamos?

–Yo prefiero ir a tu apartamento.

–Vamos a caminar.

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Victor recibía el sobre, ya sabía que todo estaba bien pero quería ver la cara de Lucas que no paraba  de moverse y mordía sus dedos.

–¿Quieres calmarte? Déjame abrirlo.

Sacó el papel y lo abrió lentamente.

–¿Puede leerlo de una vez?

Victor se detuvo. –Me vuelves a tratar de usted y lo leo mañana.

–Ábrelo por favor, por favor Victor.

–Negativo carajito, todo bien, quédatte tranquilo.

Lucas se puso a llorar y abrazó a Victor que cerró los ojos y sonrió.

–Te invito a almorzar y te llevo a casa

En el restaurante mientras comían Victor habalaba con el chico.

–Bueno, ya sabes el resultado, ahora cuídate, protégete y usa condón y mira bien con quien te acuestas.

–No lo he hecho con nadie, solo con Teo, tampoco soy tan puta como él, no me gusta estar tirando a lo loco.

–Es que no están en edad para estar así, tirando como si ya tuvieran 25 años.

–Pero a ti no te importó acostarte con Teo sabiendo eso.

Victor bajó la mirada al plato y se metió un bocado.

–Disculpa, no quise decir eso.

–Tranquilo, tienes razón, eso no debió pasar, errores que pasan.

–¿Fue un error acostarte con Teo? ¿te arrepientes? ¿No te gustó?

Victor se rió pero se detuvo y su rostro se puso serio.

–A ver, esto es muy fuerte lo que te voy a contar, Teo me da morbo, verlo tan adolescente, apenas despuntando a su desarrollo, me excita, me vuelve loco ese carajito.

–¿Estás enamorado de él?

Victor se le quedó viendo a los ojos a Lucas, no podía creer que estaba contándole esas cosas a un muchacho de casi 16 años. –Estoy enamorado de su padre.

Lucas abrió los ojos. –¿El señor Ricardo es gay?

Victor se quedó callado recordando cuando estuvo con Ricardo en la ducha y luego en el carro haciéndole sexo oral.

–No, no, para nada, pero bueno, me enamoré.

–Tú me gustas mucho Victor, dirás que es una locura, casi me triplicas la edad y soy un carajito, pero me gustas mucho.

–Ya va, pero tú no estás enamorado de Teo.

–Teo es un guevón que no se merece mi amor, si lo amo eso no ha cambiado pero de ahí no va a pasar. Yo lo adoro, lo quiero y seguirá siendo mi amigo, pero nunca me verá como el amor de su vida.

–Tú estás claro que yo no voy a tener una relación contigo.

–Yo estoy claro que tengo 15 años, que te gustan los carajitos y que en algún momento tiraremos, ¿una relación contigo? No me importa esperar tres o más años, yo no busco pareja ahora.

Victor tragó el trozo de comida que venía masticando, sentía que tragaba una bola de paja seca.

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Mientras caminaban François le contaba historias y anécdotas de su vida por supuesto el tema sexo salió a relucir y le contó su experiencia con un transgénero.

–¡Marico y te lo cogiste por la cuca! Que morbo esa vaina y lo dejaste preñado, Marico mis respetos, eres un duro.

–Jajaja que loquito eres chamito, de esa relación nació mi hermosa hija que ahora vive y trabaja en Nueva York que por cierto, en unas semanas me voy para allá.

–Yo voy a tirar con un trans, quiero vivir esa experiencia. Verga chamo tú tienes para escribir un libro de pana, ojalá mi papá fuera como tú.

–¿Quieres que sea tu papá? Eres bastante retorcido.

–¿Por qué? Bueno, si lo soy, ¿pero por qué lo dices?

–Tu quieres acostarte conmigo y me ves como un papá.

–Yo me dejaría coger por mi papá, te lo digo así de claro.

François veía al muchacho y su mente se iba al pasado. –Mejor cálmate, estás empezando a vivir tienes una vida por delante, deja de pensar en esas cosas.

–No me puedo esperar mucho, mi papea tiene 50 años, luego no se le para, además él no es mi papá, pero mi verdadero papá si que no me da morbo.

–Wao, eres tremendo carajito. Te recuerdo que yo tengo 55 años y todavía se me para.

–Si, lo he visto parao, ¿pero aguanta culo? Hay que probarlo.

François se rió no podía evitar recordar su vida hace 20 y 30 años.

–Te voy a invitar a mi apartamento y te voy a cocinar, ¿te vienes conmigo?

Teodoro comenzó a sentir como su pene crecía entre sus piernas y aceptó la invitación,

–“Marico este viejo por fin me va a coger”