Tres días de la terrible fiesta en el restaurante y Teodoro aún sentía los estragos de los excesos de droga y alcohol en su cuerpo, pero igual acompañó a Victor a las oficinas del holding de su padre.
–De
momento me vas a ayudar a archivar, clasificar y enumerar documentos, harás las
diligencias bancarias, algunas encomiendas y poco a poco te iré dando más
responsabilidades. Te voy a dar este espacio, quiero que lo mantengas ordenado,
aquí hay otras personas. Te voy a pedir que no digas que eres el hijo de
Ricardo.
–Es que
no lo soy.
–Sabes a
que me refiero, no te pongas en plan idiota Teo.
–¿Cuánto
me vas a pagar?
Victor lo
vio a los ojos y se rió.
–¿No te
basta con el dinero que te transfiero mensualmente? Creo que es suficiente,
demasiado para un mocoso como tú.
–Bueno,
será…
Mientras
Victor le daba otras instrucciones sobre su trabajo, Teodoro iba llenando una
planilla de ingreso, no entendía para que tenía que hacer toda ese protocolo.
Su padrino le explicó que ahora tendría las deducciones de ley sobre el dinero
que actualmente recibe. Sería un trabajador más dentro de la empresa.
–¿Lo que
me dijiste en la mañana es cierto?.
–Dije
tantas cosas.. ¿qué será?.
–Que no
te importaría deshacerte de mi si era necesario.
Victor
levantó la mirada y se puso de pie acercándose a su ahijado. Teodoro también se
puso de pie.
–Jamás te
haría daño y lo sabes, pero a veces eres capaz de sacarme hasta a mi de mis
casillas, eres un carajito irresponsable que no mide las cosas que haces y
dices y no te importan las consecuencias y con eso arrastras a todos los que
están cerca de ti.
Teodoro
lo miró a los ojos y puso su mano sobre el pantalón en el pene de Victor.
–¿Y si
dejas de darme la charla y me coges? –Le apretó y Victor dio un ligero brinco y
su piel se erizó.
–Estamos
en la oficina Teo, hay gente.
–¿Quieres
cogerme? -Volvió a apretar. –No creo que te guste más el culo de Lucas que el
mio, él es inexperto y soso, yo soy más puta y me muevo –Le apretó los
testículos mientras se mordía el labio inferior. Victor no le quitaba la mirada
de los ojos.
–Se te
está parando, eso es una señal.
Victor le
quitó la mano, Teodoro le vio el pantalón, tenía una pequeña mancha. El pene de
Victor lubricaba.
–Estamos
en la oficina Teo.
–Déjame
que te lo mame aunque sea.
–No Teo,
estamos en la oficina, hay gente.
Teodoro
se apartó, tomó su morral y se disponía a irse.
–Recuerda
que esta tarde comienza el novenario de tu mamá.
–¿Y que
quieres que haga? ¿que vaya? ¡ni lo
sueñes!
–Vas a
ir, va gente del partido, de la gobernación y van algunos periodistas y
cámaras, tu papá quiere dar una imagen familiar y de unión, lo necesita, por
favor te pido que vayas y estés con tu papá, él tampoco quiere hacer eso, pero
lo necesita para su imagen.
–¡Que
mierda! Que no se me acerque ningún periodista porque me lo descargo.
–Compórtate
por favor. Por una vez en tu vida.
–¿Dónde
es esa mierda?
Victor
cerró los ojos. –En la iglesia que está cerca de tu casa.
–Menos
mal, me estoy sintiendo mal. ¿Y tengo que ir a las nueve misas?
–Noooo
Teo, solo hoy que va la prensa.
Teodoro
se le acercó a Victor, se colocó muy cerca de su boca. –Ahí estaré padrino, me
comportaré como un niño ejemplar, como lo pide la sociedad, pero en la noche me
acuesto contigo en tu cama.
–Teo, si
te vas a ir házlo ya, tengo trabajo.
El chico
se puso el morral en la espalda y salió de la oficina guiñándole el ojo.
Victor, se pasó la mano por el cabello y se acomodó el pene dentro del pantalón
que lo tenía medio erecto.
Oh no, qué corto :(
ResponderEliminarTranquilo que viene mucho más!
EliminarOMG!!
ResponderEliminarmano teodoro debe morir peor que como murio el pana este que mataron al final de la novela de los 7 pecados capitales, muy interesante tu historia daniel tienes mucha creatividad para darle una trama excelente y muy fluida eres un escritor increíble exitos man.
ResponderEliminarMuchisimas gracias!!!!! y gracias por leerme y desde hace tiempo.
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