Teodoro le puso el condón a su padrino para luego tomar el
pene y llevarlo a su culo.
–Marico como me gusta tirar contigo.
Se fue sentando poco a poco mientras veía como entraba el
pene dentro de él. Se sentó por completo y comenzó a moverse viendo a Victor a los ojos que estaba
desconcertado a pesar de que le daba morbo la situación.
–Me llevé el carro que es mio, porque Ricardo me lo regaló y
busqué a Lucas a su casa, le prometí distraerlo luego que le dije lo del vih.
El chico comenzó a levantarse y bajar mientras sus ojos se
ponían en blanco. Victor echaba su cabeza hacia atrás apretando las sábanas
–Nos fuimos a una discoteca y nos pusimos a beber y a bailar
y se acercó un carajo. Nos quedamos con el jodiendo. Marico me duele el culo. -Teodoro
comenzó a moverse para todos lados haciendo que Victor se excitara más. Se
volteó dándole la espalda a su padrino y bajó la espalda para que Victor viera
como lo penetraba.
–AAAAH decidimos irnos a un hotel a para tirar los tres y en
el trayecto, de la nada se salió un caucho, el carro se coleó y se le salió
otro caucho y comenzamos a dar vueltas hasta quedar patas arriba. Coño padrino
sigue, muévete así, coño, coño.
Victor le abría las nalgas para ver como su pene entraba en
su ahijado, lo veía y se excitaba a la vez que le venían a su mente la imagen
de Carlos matando a su esposa y a Teodoro matando al niño del colegio.
–El carajo se salio…aha ah por el parabrisas, cuando logré
salir del carro me acerqué al chamo y tenía el cuello roto y una pierna, decidí
con Lucas lanzarlo a la quebrada, no aguanto, voy a acabar, coñooooooo.
Victor cogió por la cintura al chico y comenzó a moverse
hasta sentir como se corría en el preservativo. Teodoro lo hacía sobe las
sábanas.
Se bajó y se tumbó al lado de Victor que estaba sudando y
respiraba con dificultad.
Cuando logró recuperar el aliento, Victor lloraba. –¿Por qué
eres así carajito, coño? ¿qué te hicieron? ¿En qué te estás convirtiendo?.
Teodoro volteó a ver a su padrino.
–Verga que cogida marico, no me voy a cansar de tirar
contigo, deja de llorar coño.
Victor se secó las lágrimas. –Has matado a dos personas Teo,
¿eso no te está consumiendo? ¿Duermes bien en las noches, no tienes
remordimiento?.
–Ya va padrino, el carajo del colegio se merecía morir, era
un maldito. El pana de ayer yo no lo maté, tuvimos un accidente y salió jodido
él.
–Ocultaste el cuerpo.
–De bolas guevón ¿que iba a hacer? Me iban a joder, para
nada porque lo descubrieron, debí lanzarlo en otro sitio más lejos, me
aguevonié. Además estoy seguro que la perra de Rebeca fue la que aflojó los
tuercas, conseguí un zarcillo donde estaba el carro estacionado.
–Eso no es una prueba.
–Entonces hay que demandar a la empresa ensambladora.
Victor se quedó callado y luego habló. –Eso va a ser lo más
sensato, meterles una demanda a ellos y
librarte de culpa y a tu madre.
Teodoro le quitó el preservativo a Victor y le mamó el pene
que aún estaba algo erecto.
–Había que limpiarlo padrino. Marico me voy a ir de viaje y
no te voy a ver ni a Lucas, mi vida va a ser triste en Europa.
–No entiendo como puedes ser tan frío e indiferente ante lo
que está pasando. ¿Sabes en el peo que se está metiendo tu papá?.
–Marico cuando demandes a esa gente sácale un carro para mi,
no me voy a quedar sin carro para cuando regrese.
Victor se levantó y haló a Teodoro del brazo sacándolo de la
cama.
–¿Tú me estás escuchando? Teodoro enfócate en lo que te digo
y deja de hablar estupideces. Tu papá está metido en tremendo peo por tu
irresponsabilidad, y no hablemos de las elecciones, podría ir preso.
–Sabes que no va a ir preso, mi papá tiene el dinero para
evitar cualquier problema y te tiene a ti. Presa debería ir la hija de puta que
me parió.
–Escúchame Teo, escúchame, prométeme que este viaje lo
tomarás como un tiempo de reflexión y análisis de lo que quieres hacer con tu
vida.
–Maaarico, no te me pongas Carlos Fraga, deja la vaina, yo
me voy a gozar ese viaje.
–¡TU NO VAS DE VACACIONES COÑO DE LA MADRE!
–No me grites Victor, yo te adoro, te quiero, te amo, pero
no me grites porque no respondo.
–Contigo no se puede hablar, solo entiendes cuando tienes un
guevo metido en el culo.
Teodoro se le abalanzó y le dio un beso en la boca, se
apartó escasos centímetros. –Exacto, así que cual es tu peo, disfruta de mi
culo y yo de tu verga, no compliques las cosas.
–Vas a terminar muy mal carajito, te lo digo en serio.
–Igual que tú padrino, tanta tapadera y corrupción que le
cubres a Ricardo se te va a revertir.
Victor se alejó de Teodoro pasando su mano por el pelo y
bajando la cabeza.
–Por cierto padrino vamos a comprar nuestras pepas pa yo
tomarme esa mierda mientras esté en Europa y tú te tomas las tuyas. Por fa, no
dejes a Lucas solo con lo del examen, que se lo saque y me cuentas.
–Tranquilo, yo resuelvo eso, como todo en esta familia.
24 horas después…
–Tanto mi hijo como yo asumiremos nuestras responsabilidades
en cuanto los tribunales dicten sentencia, cometí un error, sí, igual que mi
hijo y pido desde aquí a todo el país, perdón por mis errores que son muchos, a
la familia del joven fallecido, perdón en nombre mio y de mi familia. -Le tomó
la mano a Rebeca que la tenía al lado. –La gente dice que debería renunciar a
mis aspiraciones como Gobernador y no, yo quiero trabajar por mi estado y todo
dependerá de lo que diga el tribunal de momento seguiré en campaña, un poco más
relajada por la situación pero seguiré trabajando por el pueblo y para el
pueblo. Muchas gracias por venir.
Ricardo se levantó de la silla para irse pero los
periodistas lo abordaron preguntándole de todo: cómo su hijo tenía carro siendo
menor, cómo obtuvo credenciales como mayor de edad, y la que más lo enfureció.
Cómo su hijo teniendo en su conciencia dos personas fallecidas podían estar tan
tranquilos en casa y continuando con la campaña.
Ricardo le cogió el micrófono, lo haló y se lo lanzó por una
ventana del recinto y le gritó groserías a la periodista. Saúl, empujó a
Ricardo para que los escoltas lo sacaran y él hablar con la prensa para
calmarlos y pedir nuevamente disculpas en nombre del candidato.
Ya en la tarde llegaban todos a casa de Ricardo, los recibió
Teodoro.
–¿En serio te creyeron todo lo que dijiste en la rueda de
prensa? Cuando me vean irme del país se te cae el teatro. Ricardo se le fue
encima pero se interpuso Saúl y Victor.
–Ay Ricardo, eres mi papá pero no voy a permitir que me
agredas.
–¿Que te agreda? Te
mereces que te caiga a coñazos hasta matarte, me estás jodiendo mi carrera
política y tú tan tranquilo.
–Los coñazos se los dejas a Rebeca, yo no soy pera de boxeo.
Me voy del país papá tienes tres semanas para rematar esto y ganar, sabes que
vas a ganar. Lástima que no voy a estar para celebrarlo y restregarle el
triunfo a un gentío que me tiene arrechera.
Ricardo se le abalanzó a Teodoro y lo abrazó y comenzó a
llorar. Teodoro tenía los brazos extendidos a los lados mirando a Victor extrañado
por la actitud de su papá
Su padrino le hizo un gesto para que lo abrazara.
–Ya papá, tranquilo, todo va a salir bien. Él chico miró de
nuevo a Victor.
–Pídele perdón por favor. –Le dijo con apenas un hilo de voz
para que no lo escucharan, Teodoro subió los ojos.
–Papá, perdóname, sí, cometí un error grave, perdóname, no
lo vuelvo a hacer.
Ricardo se separó de Teodoro y le dio una palmada en la
mejilla.
–Eso espero campeón, esta vaina me va a costar mucho y no
solo dinero. Vete de viaje y a tu regreso hablaremos, busca tus maletas.
El muchacho se fue a su habitación a buscar sus cosas pasó
al lado de Rebeca tropezándola en el hombro.
Se quedaron en la sala Ana, Ricardo, Saúl y Victor, Rebeca
se tocaba el hombro donde la golpeó su hijo.
Teodoro llamó a Lucas.
–<Ya que te vas de viaje aprovecha y reflexiona sobre
todo lo que ha sucedido, ay Teo, yo no he podido dormir en estos días, tengo
pesadillas>
–<Que tostón contigo, ¿tú como que hablaste con Victor?
Me dicen las mismas vainas, yo me voy a disfrutar Europa y deconectarme de esta
mierda, como te dije te voy a traer regalos>
–<Solo te voy a pedir algo Teo>
–<Dime, yo te lo traigo no tengo peo>
–<Que vuelva el Teo que conocí hace 10 años>
Hubo un silencio de varios segundos.
–<Te voy a traer unas franelas de la Liga de la Justicia,
chao, cuídate y habla con Victor para lo que ya sabes>
Colgó la llamada y se detuvo, cerró los ojos y un nudo en la
garganta no lo dejaba respirar. Cogió aire, volvió a abrir los ojos y salió del
cuarto con sus maletas.
–Bueno ya se van al aeropuerto, los lleva Julio. Tú y yo
hablamos a tu regreso y ya sabes de lo que se trata. –Le dijo Ricardo al
chofer.
–Papááá no, eso que piensas hacer no, no lo hagas.
–Váyanse de una vez, en el aeropuerto todo está dispuesto
para que entren sin ser vistos, váyanse.
–Ya va papá que me quiero despedir de mi mamá que no la voy
a ver en varias semanas.
Rebeca arrugó al frente al igual que Ana, Ricardo levantó
una ceja, Victor se puso la mano en la cara.
Teodoro se acercó y le lanzó un golpe con el puño cerrado
dierecto al pómulo. Ana se llevó la mano a la boca. Rebeca caía al piso.
–Maldita puta, primero te mueres tú antes que yo. Me la voy
a cobrar lo que hiciste. –Metió su mano en el bolsillo y le lanzó el zarcillo.
–¡TEODORO!
–Que te cuente, Ricardo, que te cuente la perra esa que fue
lo que hizo para yo tener el accidente. Ojalá regrese y estés enterrada. Mala
madre, tienes ese vientre maldito.
Teodoro salió de la casa y no pudo evitar que una lágrima
corriera por su mejilla.
–¿Estás llorando? –Le dijo Ana, Teodoro se secó la lágrima
con la mano.
–De felicidad porque sé que cuando regrese Rebeca no va a
estar aquí.
–¿Cómo sabes eso?
–Simplemente lo sé.
Ana, Teodoro y su hermanita se montaron en el carro rumbo al
aeropuerto.
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